
🐾 Gato Persa: Tu nueva mascota
Vamos a conocer al llamado «Señor de los Gatos», un felino doméstico elegante, de porte aristócrata, con un aspecto fino, tierno y a la vez refinado, esta bola de pelos parece un peluche tierno y esponjoso, y era el favorito de la Reina Victoria, estamos hablando del hermoso gato persa.
Con su bonita apariencia a conquistado a muchísimas personas en todo el mundo, desde miembros de la realeza, hasta en el común de los hogares, el gato persa es uno de los favoritos a la hora de tener un felino de mascota; es un animal dulce, sociable, cariñoso, que sabe ganarse el corazón de todos los miembros de la familia.
El gato persa es una raza que desborda elegancia y clase intrínsecamente. Este minino exhibe un cuerpo grueso y corto, con patas gruesas y robustas, su cabeza es redondeada con enormes ojos redondos, de perfil su cara es chata con una nariz plana y que resalta por su color rosado. Su pelaje es quizás la característica más llamativa, el persa viste un manto de pelo denso, largo y frondoso, aunque es muy fino, en su cantidad luce voluminoso y brillante. Es un gato muy atractivo, ideal para quienes buscan una mascota que muestre elegancia, belleza y a la vez ternura.
En cuanto a su carácter es bastante dócil y muy tranquilo, al punto que puede llegar a ser hasta perezoso y sufrir por esto de problemas como obesidad, debido a su contextura gruesa y robusta. Por sus finos rasgos puede ser un poco presumido en ocasiones, sin embargo, casi siempre se muestra sociable y amigable con los humanos aunque sean extraños a la casa.
Hoy en día son gatos muy conocidos, mascotas en un gran número de hogares, los persas son felinos consentidos y mimados que sin duda alguna se han vuelto una compañía muy popular.
Se dice que sus antepasados vinieron desde Jorasán, ciudad del antiguo Reino de Persia, en el siglo XVII, pero en la actualidad el tipo de persa que se ha desarrollado proviene de Inglaterra del gato angora turco nacido en el siglo XIX.
Su popularidad es muy amplia, en los Estados Unidos aparecieron por primera vez en el siglo XIX, y hoy en día se han convertido en unos de los gatos más tradicionales de los hogares americanos. Se sabe que los machos pueden ser mono o bicolores, mientras que las hembras pueden tener hasta tres tonos.
Se dice que estos gatos son aristocráticos por que hasta el 75% de los felinos domésticos registrados con pedigree son gatos persas.
Con una mascota como el gato persa disfrutaras de toda la elegancia y el estilo de un peluche viviente, un gato tierno, cariñoso, apacible, ideal compañía para todo tipo de personalidades, diviértete peinándolo y aseándolo regularmente y tendrás un hermoso gato persa feliz y sano por muchos años.
🐾 Historia y Origen del Gato Persa
En la historia de los gatos persas no se ha podido determinar a precisión el año exacto en que aparecieron estos gatitos de pelo largo. Se cree que el antepasado del gato doméstico es originario de los gatos salvajes africanos, pero entre estos no se han descritos variedades con pelo largo, por eso, no se conoce cuando surgieron los gatos domésticos de pelo largo.
Sin embargo, alrededor del año XIX las variedades de gatos domésticos de pelo largo comenzaron a adquirir gran popularidad debido a que eran ampliamente solicitados por los aristócratas y por los miembros de la realeza, así que los criadores felinos comenzaron a introducir el gen para el pelaje largo por técnicas de hibridación con el gato de Pallas.
Se sabe que los primeros ejemplares persas viajaron desde Jorasán una ciudad de Persia (hoy Irán), hasta Italia en el año 1620 por el señor Pietro Della Vale; en este mismo período Nicholas Claude Fabri, trae consigo desde Turquía hasta Francia al gato Angora Turco, en este punto comienzan a aparecer las razas de gatos de pelo largo.
Los persas traídos de Jorasán tenía un denso manto de color grisáceo, por su parte los angora estaban cubiertos por un pelaje blanco. Estas razas comenzaron a expandirse por el continente Europeo y muy pronto se encontraron en Inglaterra, Afganistán, Rusia, Birmania y hasta en China. Los cruces entre ambas variedades, persas y angoras, se hicieron cada vez más frecuentes.
En el antiguo reino de Persia, se conocía al gato persa como el “gato de las arenas” debido a que su denso pelaje lanudo le protegía del ambiente árido y hacía posible que este viviera en las arenas del desierto.
Para finales del siglo XIX las camadas resultantes de los cruces entre angoras turcos y gatos persa dieron nacimiento a la raza de gatos persa moderna. Es entonces una raza de origen natural con algo de intervención de la mano del hombre. Así surgieron una gran variedad de colores para el manto, en tonos únicos y en combinaciones de hasta tres tonos.
Rápidamente, gracias a su belleza, su porte llamativo y su cariñoso comportamiento, estos gatos persas se hicieron cada vez más populares y ganaron fanáticos en todo el mundo. Incluso la Reina Victoria se confesaba una fanática de los gatos persa.
Hoy en día son ampliamente aceptados en un sin número de hogares, muy divertidas mascotas, queridos por todos.
🐾 Características Principales
El hermoso gato persa es un felino muy llamativo, con el aspecto de una tierna bola de pelos, parece un peluche, de contextura gruesa y robusta, con un gran abrigo denso de pelo fino y de tonos variados, es un gato muy atractivo.
El tamaño de los gatos persa es de mediado a grande, pueden tener una altura que ronda los 40 o 50 cm, y un peso entre 6 y los 8 Kg. Estos gatos tienen un cuerpo grueso, fuerte y robusto, de formas compactas y musculosas, tienen unas patas que son gruesas y cortas, algunos llaman este cuerpo estilo “Corby”. La cola también es corta, redondeada y muy peluda, similar a un plumero de limpieza.
En relación a su cabeza, esta es redonda y un tanto ancha, sus pómulos sobresalen, aunque de perfil es algo plana, con una nariz aplanada pequeña de color rosado o carne, y unas pequeñas orejas en medio del largo pelaje que son de forma redondeada. Sus ojos son redondos, enormes y en diversos tonos según el color del pelaje.
Existe una variedad con un rostro diferente, es el gato persa “peke faced” el cual es llamado así porque se parece al perro pequinés. Estos tipos de persa son nativos de los Estados Unidos, y su aspecto es consecuencia de una mutación genética recesiva. Son llamativos por su gracioso rostro chato, tanto que han llegado a ser muy populares y demandados en exposiciones felinas en especial en los países de Europa.
La raza de gatos persa pertenece al grupo I donde se ubican los felinos de pelo largo. Este manto es muy característico en esta raza, está formado por abundante pelo, largo, suave y sedoso, que se enreda fácilmente entre los dedos, es muy denso y espeso que se presenta en una gran variedad de tonos y colores.
Encontraremos gatos persas de un solo color, por lo general sólido, intenso y sin degradaciones o tonos más claros, este es el caso de los ejemplares negros, blancos, chocolates, lila, crema, azules y rojos. Pero igualmente, los hay en combinaciones de colores de dos o con estampados en franjas y otra clase de dibujos (tabby), los machos solo pueden tener dos colores, por su parte las hembras pueden tener tres combinaciones.
Cabe mencionar en esta gran variedad al persa himalayo, un gato con todo el físico de un persa pero con un pelaje en el mismo estilo del gato siamés, un híbrido entre estas dos razas que en algunos países se acepta como una raza diferente, mientras que en otros se considera una variedad dentro de la raza de gatos persa.
Este abundante y frondoso pelaje pasa por períodos de muda para mantener su calidad y brillo, por lo que debe cepillarse casi a diario para remover los pelos muertos y los tricobezoares.
Hoy en día podemos encontrar unas 100 variedades de gatos persa en lo que se refiere a colores y combinaciones, así tenemos por ejemplo, el gato tipo 1 que es negro de ojos naranjas, el persa tipo 2 que es el típico blanco de ojos azules, el gato persa tipo 3 que es el persa azul de ojos grises, el tipo 4 que es de color rojo y sus ojos son negros, y el tipo 5 que es de tono crema con ojos amarillos.
En el gato persa encontrarás una mascota muy elegante y glamorosa, ideal para exposiciones y exhibiciones, es una raza felina muy popular como mascota, un buen compañero, y además ¡parece todo un hermoso peluche de juguete!
🐾 Carácter y personalidad del Gato Persa
Tan tierno y carismático como luce, así es el gato persa en cuanto a carácter y personalidad; éste gatito es uno de los más tranquilos y apacibles compañeros, una mascota muy dócil, la cual sin ningún problema se adapta a la vida en familia, conviviendo en excelente armonía con todas las edades, desde los pequeños traviesos niños hasta los calmados y dormilones abuelos, todos podrán disfrutar de una mascota como el gato persa.
La naturaleza del gato persa desborda serenidad, en efecto, algunos le conocen como “el tigre del sofá”, apodo que se ha ganado en virtud de su actitud calmada, a veces hasta perezosa, echados sobre el sofá o cerca de una ventana mirando a través de ella, tomando así largas horas de descanso. Además, a este gatito le encanta ser mimado y demanda muchas muestras de cariño de sus cuidadores, aunque algunas veces puede ser un poco engreído, no atiende al llamado de su amo, en una actitud hasta presumida, aunque en sí puede convivir con todos los humanos y también con animales de otras razas felinas, así como con perros.
El gato persa es dueño de un temperamento muy agradable, sociable, cariñoso, pero no al punto de la dependencia, pues disfrutan de la compañía y el juego con sus humanos, pero también toman sus momentos a solas. Son grandes amigos de los niños, y también de los abuelos. Esta raza es muy noble y su personalidad es increíble.
En relación al ruido, prácticamente no maúllan, al contrario, suelen ser por lo general bastante silenciosos; tampoco son los más enérgicos o activos, todo lo opuesto, pueden llegar a ser perezosos, dentro de la casa los verás escoger sus rincones favoritos sobre los cuales se echaran a descansar largos ratos exhibiendo su pereza.
En otras ocasiones podrás ver al gato persa manifestar los típicos brotes de hiperactividad, desbordante de energía y ganas de jugar y explorar que es propio de todos los felinos. El gato persa también se divierte en los ambientes al aire libre, recostarse y correr en el jardín bajo el sol, revolcándose de un lado a otro en la arena o en la grama y hasta trepando árboles, aunque estos momentos de gran energía será pocos, pues predomina la tranquilidad y serenidad.
El persa no es un gato que necesite de muchos mimos o atención como se ve en otras razas, pero sí desarrolla especial cariño por su amo, puede sentarse a su lado, acostarse en la cama junto al humano, y disfrutar largos ratos echado recibiendo mimos. En general, es un gato con un buen carácter, una personalidad llevadera, muy sociable y amistoso con todos en el hogar.
🐾 Dieta y alimentación del Gato Persa
La alimentación es uno de los aspectos más importantes en el cuidado de los felinos, en especial en el caso del gato persa ya que posterior a la cirugía de castración pueden presentar problemas metabólicos como el sobrepeso, lo que además se ve favorecido por su temperamento tranquilo y sus hábitos y conducta perezosa, sabiendo que la obesidad y el sobrepeso son problemas graves para esta raza de gatos domésticos.
La familia adoptiva del gato persa debe controlar y regular adecuadamente la alimentación para que el gatito conserve su salud y peso apropiado. Los gatos de esta raza tienen un nivel de actividad bajo, se les da poco el realizar ejercicios y no son muy enérgicos, salvo algunos brotes de hiperactividad ocasionales y hasta esporádicos. En vista de ello, la alimentación es un aspecto clave en la buena salud del gato persa, se debe vigilar que el aporte energético sea justo el que el gato necesita y no mayor para así evitar el sobrepeso, además también se le debe estimular al gatito a realizar ejercicio de forma regular, a jugar, salir a dar paseos al aire libre y quemar el exceso de nutrientes que ingiere. Con estos consejos básicos es posible mantener en forma al gato persa.
El persa puede estimularse para el ejercicio con juegos interactivos, muy de moda hoy en día en las tiendas de animales, igualmente el dueño puede estimularlo para el juego, persiguiendo pelotas, buscar ratones entre la grama del jardín, hasta un gimnasio para gatos para que escalando plataformas consigan disfrutar de la hermosa vista a través de la ventana que tanto les gusta.
El tipo de dieta que debe llevar el gato persa del mismo modo requiere especial atención. Las necesidades nutricionales de esta mascota son muy específicas y distintas a las de otros gatos. Lo fundamental a la hora de seleccionar el pienso es que la porción del bocadillo sea la apropiada, en vista del físico de esta raza el cual es braquicefálico (cabeza pequeña y chata), y por esta característica la croqueta del pienso puede quedarse atrapada entre los dientes. Incluso, muchos gatos persas emplean la lengua en lugar de los dientes a, momento de comer, por lo que es crucial seleccionar el pienso con el mejor tamaño para facilitar los procesos de masticación y deglución.
Los persas son gatos que no necesitan de grandes porciones de comida, basta con comidas en pequeñas porciones varias veces al día, además se tardan mucho en comer, son muy lentos, casi el doble que otras razas. Lo mejor es servirles el pienso en pequeñas cantidades racionadas y que de estas porciones al menos una sea de alimento húmedo al día.
🐾 Salud del Gato Persa
La belleza y ternura del gato persa se ve opacada por algunas enfermedades que con mayor frecuencia se observan en esta raza.
Debido a las facciones de su rostro y nariz chata, los gatos persas desarrollan muchas veces una enfermedad conocida como rinitis crónica, la cual se manifiesta con rinorrea (secreción nasal) frecuente, dificultad respiratoria y comezón en la nariz, puesto que las alas de la nariz son demasiado estrechas y planas de modo que ocluyen las narinas (orificios nasales) del gato.
Por estos mismos rasgos de cara aplanada, los persas pueden sufrir de patologías oculares, un ejemplo es el exoftalmos (el ojo luce fuera de su cuenca o fosa orbitaria), xerostomía o sequedad de los ojos y mucosas, lo que puede a su vez conllevar a úlceras corneales.
Del mismo modo puede encontrarse afectado el conducto nasolagrimal provocando que las lágrimas escurran por los ojos (epifora) y se acumulen sucios, residuos, y se predisponga a infecciones, además de que este escurrimiento de las lágrimas fuera del ojo deja una característica mancha amarillenta sobre la piel que se ubica entre el ojo y la nariz.
Enfermedades musculo esqueléticas como la displasia congénita de cadera también puede verse en esta raza, así como en otros felinos de tamaño grande.
Los riñones con frecuencia se ven afectados por la enfermedad poliquística renal (EPR, o Policystic kidney disease, PKD en inglés) la cual es de origen congénito y hereditario que se manifiesta tempranamente con la formación de quistes en los riñones que desencadenan insuficiencia renal y llevan hasta la muerte del animal.
Enfermedades hematológicas y cardíacas pueden afectar a la raza persa, como isoinmunización e incompatibilidad de grupo cuando la madre y los cachorros presentan diferentes tipos de grupo sanguíneo, puede ocasionar hemólisis (destrucción de los glóbulos rojos del gato) y anemia.
En cuanto al corazón, los gatos persas pueden sufrir de cardiomiopatía hipertrófica, la cual es una enfermedad que se manifiesta con un aumento progresivo del espesor de las paredes cardíacas y que da síntomas en etapas avanzadas, evidenciándose una insuficiencia cardíaca por el bombeo insuficiente del corazón. Esta patología es de carácter hereditario y se asocia también a enfermedades como la hipertensión y el hipertiroidismo.
Finalmente, los gatos persas sufren mucho de los molestos nudos en el pelaje por su manto largo de pelo, si no se les cepilla con regularidad, esta molestia será muy frecuente, sobre todo se ve en los persas de color blanco. Así mismo, este abundante pelaje puede ocasionar enfermedades digestivas como los tricobezoares, acumulaciones de bolas de pelo en el tubo digestivo como consecuencia de los pelos que se traga el gato durante su autolimpieza, éstos pueden llegar a causar obstrucción intestinal), y también los gatos persas con mandíbula corta y estrecha (prognatismo) pueden presentar trastornos en la masticación y en la deglución.
🐾 Cuidados generales
Los persas son gatos hermosos, tranquilos, amables, cariñosos y hogareños, haciendo la salvedad del cuidado excesivo que requiere su largo pelo, no requieren mayores atenciones que las del común de las razas.
La higiene es el aspecto principal en el cuidado de los gatos persa, es una raza que necesita, por su largo pelo denso, fino y abundante, un cepillado de alrededor de unos 10 a 15 minutos diario, para prevenir de este modo la formación de los molestos nudos y retirar los pelos muertos que pueden causar problemas digestivos en el gato. Con el cepillado diario también se consigue mejorar y promover la circulación sanguínea a la piel del felino, con lo que se logrará que el gato persa luzca un pelaje brillante, sedoso y sano.
Se debe acostumbrar al gato persa desde que es un cachorro al hábito de cepillado diario, ya que instalar esta costumbre cuando se trata de un gato adulto puede resultar complicado y molestoso tanto para el animal como para el dueño.
Para estimular al persa durante su cepillado y mientras se le entrena para ello se puede optar por recompensarlos con algún premio como una galleta o croqueta, así haremos del cepillado una experiencia gratificante y agradable para el gato persa.
El baño es muy importante en las razas de pelo largo, permite remover, suciedad, manchas y polvo acumulados. Igualmente la costumbre del gato debe iniciarse desde que esta pequeño. Se recomienda emplear el champú adecuado obtenido en la tienda de mascotas, y posterior al baño secarlo con el secador, esta jornada de limpieza se debe realizar en promedio una vez al mes, dependiendo también que tan sucio o limpio este nuestro gato.
El corte de pelo, entre una y dos veces por año es recomendable en los miembros de la raza persa. La mejor época para hacerlo son el verano, para librarlo un poco de ese denso y caluroso manto y que se sientan más frescos, así serán gatos felices y juguetones aun en épocas de calor.
El sobrepeso, es un problema frecuente en esta raza. Se trata regulando la ingesta diaria de comidas, en pequeñas porciones, y estimulando constantemente al ejercicio. Proporcionarle al gato persa pequeños juguetes como pelotas, ratones, sacarlo a un paseo por el jardín o por el parque, y jugar con el regularmente, resultan buenas estrategias para hacer que el persa se anime a ejercitarse.
Por último la higiene del rostro es necesaria para prevenir patologías como la rinitis, conjuntivitis, gingivitis y las desagradables manchas amarillentas bajo los ojos. Se debe limpiar con una gasa humedecida en solución fisiológica o agua de manzanilla colada las orejas, las cuencas lagrimales, la nariz y en general el rostro, en promedio unas dos o tres veces a la semana.