
El Alano era un perro que existió desde la Edad Antigua en Europa y Asia central hasta el siglo XVIII, era una raza de perros de ataque, conocida también como los “perros toro” por los espectáculos de lucha animal en los que participaba; su cuerpo grande y fuerte con varios tonos de pelaje corto, era el característico fenotipo musculoso y fuerte, presentó varias variedades que se distribuyeron por Europa y viajaron a América en la época de la conquista, formando parte de las líneas de ataque del ejército español.
A pesar de que algunos grupos aficionados afirman que el Alano español de la actualidad es continuidad del antiguo alano, y que a partir de esta raza puede recuperarse la variedad extinta, la realidad que tal pretensión no puede ser alcanzada puesto que se trataría de una raza mestiza y no pura, como lo ha indicado la Federación Internacional, señalando que el verdadero Alano de raza pura se extinguió a comienzos del siglo XX.
Un poco de historia
Los Alanos eran una raza muy popular en Europa, principalmente en la región española; aunque las primeras descripciones completa sobre las características de la raza surgieron en el siglo XIV, los relatos indican de que la raza ya existía desde varios siglos antes.
La procedencia del Alano es cuestionable, algunos afirman que su origen es ibérico y que llegaron a la Península con las invasiones de los bárbaros a los largo del siglo IV y desde entonces la raza se popularizó por distintas regiones de Asia y Europa.
Un acontecimiento narrado por un historiador de Stamford muestra una leyenda en relación al origen de los perros Alano. Se trata de la historia de un lord que pasaba por los jardines de su castillo cuando vio en el prado a dos toros que luchaban por la misma hembra, en las cercanías habían unos perros que cuidaban una carnicería, estos perros se lanzaron contra el toro que estaba herido y le dieron muerte luego de una intensa lucha.
Este espectáculo fue tan agradable para el lord del castillo, que contactó al gremio de carniceros y les donó las tierras del prado, a cambio de que cada año organizaran un especial de lucha con los “perros toro”. Esto data alrededor del siglo XIII, desde entonces y hasta el siglo XIX, las peleas entre animales fueron muy populares, eran un espectáculo de diversión para las clases sociales altas, e incluso, muchos del pueblo aplaudían dichos eventos.
Los Alanos se extendieron por todo el continente, prueba de ello es su aparición en diferentes obras artísticas de la época, muchos pintores y escultores se inspiraron en los alanos para sus obras.
También, países como Inglaterra, Alemania, Francia, encantados por el alano, fuerte y valiente, llevaron ejemplares de “perros toro” a sus tierras, y promovieron la cría y el nacimiento de otras razas como los bullgod, los bullenbeiszer y los dogo de Burdeos; del mismo modo se dice que el Alano fue base para las razas inglesas mastif y bullmastif, y las razas alemanas de antiguos bóxers.
A partir del año 1880, las peleas de los “perros toros” comenzaron a tener restricciones, las plazas de espectáculos fueron canceladas, y al mismo tiempo surgieron nuevas herramienta para las actividades de casa, por lo que la cría de los Alanos perdió finalidad, poco a poco la raza tan popular fue deshaciéndose con rápida velocidad hasta su desaparición en los primeros años del siglo XX.
Alrededor de la década de 1980 un grupo de criadores entusiasta comenzaron con la iniciativa de recuperar a antigua raza de los alanos, suponiendo que algunos ejemplares puros habían sobrevivido en áreas geográficas distantes de los humanos como perros de presa, sin embargo, los intentos no han sido concluyentes.
Algunas características
El nombre Alano hace referencia a un perro de presa, y como tal, debía poseer diferentes características de una raza propia dispuesta para la caza.
Era un perro de porte alto, con un cuerpo grueso y musculoso, sus patas delanteras fuertes y delineadas, con unas patas traseras gruesas y resistentes, de cola larga y en actitud descendente.
La cabeza era grande, oval redondeada, con mandíbulas rectas y fuertes, el hocico era grueso y poco prominente, a cada lado del cráneo se implantaban dos orejas triangulares caídas naturalmente, las cuales eran cortadas para evitar lesiones durante las peleas.
El pelaje del Alano era corto, grueso y adherido al cuerpo, presentando varias tonalidades, como manchas atigradas, en negro, en tonos rojizos y grises, en su pecho podía tener manchas blancas, y era muy característico ver en algunos ejemplares la máscara negra en el rostro.
Dentro de la raza, existían algunos subtipos. La variedad Alano Gentile era semejante a un galgo de cráneo grande y corto. El Alano Veutreres era muy parecido a los galgos, tenían cabeza, labios, y orejas grandes y eran más dispuestos para actividades de caza. Los Alanos Butcheries eran los populares “buscadores” conocidos de esta manera por ser los ayudantes de los carniceros.
Función
El Alano era un perro de trabajo, bien sea para actividades de caza que realizaban en conjunto con otros perros de la raza y el hombre, también empleado en el pastoreo y como perro guardián de las granjas.
Durante mucho tiempo sirvieron de diversión y entretenimiento al ser sometidos a luchas animales, conocidos como los “perros toro”.
Esta raza llegó a América junto con los españoles, formando parte de las líneas de combate de los ejércitos, ayudaron en la conquista de muchas tierras americanas. En las luchas con los indígenas lo Alanos conducían a los españoles por sendas de terreno seguras, intimidaban a los nativos con su imponente presencia y también atacaban.
Dato curioso
Muchos perros americanos derivan de este perro de presa, por ejemplo, el perro de toro en México, el dogo de Cuba en el Caribe, el dogo Argentino y el Fila brasileiro son algunos ejemplos de variedades que surgieron a partir de los Alanos que colonizaron América.