San Bernardo: Tu nueva mascota
El perro San Bernardo es un perro gigante cuya raza se origina de los Alpes Suizos.
Es uno de los perros más conocidos a nivel mundial por su trayectoria en el cine, es por ello que también es uno de los perros preferidos por la gente, ya que su encantador tamaño da un aspecto de buenmozo que ha enamorado al público en general.
Este perro famoso y boyero tiene su descendencia del perro Terranova, del perro Dogo del Tibet y del perro Gran Danés.
Desde su rostro hasta su musculoso cuerpo, el San Bernardo es un perro que denota alegría, lealtad, valentía y tranquilidad.
El San Bernardo es una mezcla de historia real, un poco de fantasía y otro poco de anhelos generado para magnificar el desarrollo de la raza en sus admiradores.
Es una raza fascinante, noble, cariñoso y extremadamente fiel con su familia y sus dueños.
Es una mascota perfecta para el hogar pero requiere de un espacio correcto para su desarrollo, crecimiento y desenvolvimiento.
Su enorme tamaño requiere de suficiente espacio para que cuando el perro desee estirar su gran cuerpo y sus grandes patas, no destruya nada ni se sienta limitado.
Por ello es recomendable, una casa con un jardín enorme o un gran espacio para que el San Bernardo pueda pasear sin ningún inconveniente.
El San Bernardo se origina en el “Gran Monte de ST. Bernhard”, fundado en el siglo XI y se encuentra entre Italia y Suiza.
Es un collado donde se fundó un hospicio para peregrinos y viajeros, y allí mismo se comenzaron a criar a los perros robustos y grandes para tratar de proteger y vigilar el lugar de hospedaje.
Estos perros inicialmente eran guardianes del hospicio, luego protectores de los monjes y luego como rescatistas.
Ya que, al poco tiempo, los monjes se dieron cuenta de las increíbles habilidades que tenían sus perros para encontrar a personas sepultadas por avalanchas y a personas perdidas, a partir de allí comenzaron a entrenarlo para tan noble labor.
La Historia de este perro se encuentra documentada desde el Siglo XV hasta el Siglo XVI, cuando salieron las primeras historias sobre unos perros que realizaban hazañas al lograr salvar las vidas de algunas personas perdidas.
Sin embargo, fueron aproximadamente alrededor de unos 1.800 soldados de Napoleón Bonaparte, quienes extendieron en toda Europa la fama de los perros rescatistas de raza San Bernardo.
Para el año 1887 fue reconocido al perro San Bernardo como Perro Nacional de Suizo.
Con una altura y tamaño entre 70 y 90 cm los machos, mientras que las hembras miden entre 65 y 80 cm, cuyo peso varía para ambos entre los 60 y 90 kg.
Actualmente existen dos variedades de la raza y son, el San Bernardo de cabello largo y el San Bernardo de cabello corto, sin embargo, sus características físicas y psicológicas temperamentales son las mismas.
Su cabeza es fuerte y ancha, la cual se presenta bastante expresiva, grande e imponente ante quien lo mire.
Su hocico es uniforme, ancho y de color negro.
El perro tiene unos ojos un poco hundidos, medianos y expresa una mirada amable con un color que puede variar entre el color marrón oscuro hasta el color avellana.
Las orejas de este gigantón son medianas, anchas, triangulares, altas, colgantes y con sus extremos redondeados.
El Cuerpo del San Bernardo es robusto, musculoso y muy bien proporcionado, con un perfil bien definido rectangularmente.
Su cola es fuerte y un poco más ancha en la base.
Con respecto a su pelaje va a depender de la variedad de perro que sea, ya que; si tiene el pelo corto, entonces tiene una capa externa lisa, densa y pegada al cuerpo con una lanilla interna densa, mientras que si tiene el pelo largo, entonces posee una capa externa lisa y de longitud media con una lanilla interna más abundante, ondulada en la cadera y corto pelaje en la cara y las orejas.
Su color es el blanco para las dos variedades, sin embargo, pueden tener manchas color marrón o pardo en algunas partes del cuerpo como las patas, los lomos, el pecho, entre otras.
Dentro del temperamento del San Bernardo nos encontramos con un carácter tranquilo, social, amable y gentil, ya que son bastante bondadosos a pesar de su tamaño.
Sin embargo, algo que no lo caracteriza es ser juguetón como otras razas de perros.
Pero eso no quiere decir que no le guste la compañía constante, sobre todo la de los niños y sobreprotegerlos con todo lo que pueden.
El San Bernardo es un perro muy obediente, leal y paciente, requieren de un espacio bastante amplio debido a su enorme tamaño, pero esto no quiere decir que van a estar solos por tiempos prolongados ya que esto los convierte en perros agresivos y problemáticos en conducta al sentirse abandonados. Son perros amantes de la compañía.
Estos perros nacieron para guardar la vida de muchas personas e incluso de algunos animales si fueron entrenados para eso.
Es por eso que se recomienda una debida educación y sociabilización desde muy cachorros, para que puedan ser excelentes compañeros de vida en una sociedad.
Historia y Origen
El origen verdadero se encuentra sujeto a diferentes especulaciones y con el tiempo se han conocido distintas versiones sobre cómo y cuándo se creó esta raza; sin embargo, existen versiones que tienen una mayor base que otras, pero la realidad es que posiblemente nunca se conozca con certeza total, los orígenes de esta raza.
Sin embargo, una de las versionas más acertadas en cuanto a su origen se remonta en el “Gran Monte de ST. Bernhard”, montaña que fue fundada en el Siglo XI y se encuentra localizada entre Suiza e Italia. El Gran Monte de St. Bernhard es un collado donde un hospicio para viajeros y peregrinos fue fundado por Bernardo de Mentón, con la intención de resguardar a las personas que cruzaban los pasos difíciles entre Italia y Suiza.
Fue a partir de allí cuando se iniciaron las crianzas de los perros robustos, fuertes y grandes que pudieran ser utilizados para tratar de vigilar, cuidar y proteger el lugar del hospedaje y a los habitantes del lugar.
Muchos soldados y mercaderes usaron este hospicio para escapar y resguardarse del inmenso frio y de la imparable nieve. Un dato curioso sobre ese lugar es que, se encuentra situado a un poco más de 2400 metros sobre el nivel del mar. Actualmente el hospicio del San Bernardo no es utilizado como un sitio de hospedaje y refugio sino que ha sido utilizado como una atracción turística para todos aquellos viajeros que se encuentran visitando la zona.
Los perros San Bernardo comenzaron siendo guardianes del hospicio; de hecho, según muchos historiadores, Bernardo de Mentón fue el primero en introducir a esta raza de perros en el hospicio y el primer documento que registra los datos de la llegada de esta raza a aquel lugar es del año 1660.
Posteriormente pasaron a ser protectores de los monjes y por último como rescatistas; además con el tiempo, estos monjes se fueron dando cuenta de las habilidades impresionantes que tenían esta raza de perros para encontrar y rescatar a personas sepultadas por avalanchas o a personas desaparecidas por algun motivo, pero además de ello, también tenían el don de presentir las avalanchas que estaban a punto de presentarse en los lugares cercanos.
El perro más famoso de todos los que se encontraban en aquel lugar, era uno llamado Barry, cuyo ejemplar vivió unos 14 años y salvó a un aproximado de 40 personas, despejando toda duda que se pudiese tener sobre la habilidad que tenia este perro para desenterrar a todo aquel que estuviera bajo la nieve. Sin embargo, en una oportunidad casi perdió la vida tratando de ayudar a un hombre enterrado en la nieve, pero pudo sobrevivir a pesar del mal momento.
Parte de la historia en la que se encuentra esta raza de perros molosos está documentada desde el siglo XV hasta el siglo XVI, desde el momento en el cual aparecieron las primeras historias de estos grandes perros que hacían muchas hazañas, logrando salvar las vidas de una gran cantidad de personas que se encontraban perdidas, se convirtieron en una raza muy popular. Así fue entonces, cuando unos 1.800 soldados aproximadamente de Napoleón Bonaparte extendieron en todo el continente Europeo la fama de los perros de raza expertos en rescate llamados San Bernardo.
Y realmente, se destaca a uno de estos famosos perros en la exposición del Museo Nacional de Berna con un perro taxidermizado debido a su increíble hazaña salvando tantas vidas, es por ello que consideraron que la mejor forma de rendirle honor a su cuerpo era de esa manera. Y en el año 1887 el perro San Bernardo fue reconocido como Perro Nacional de Suiza.
Otra versión referida al origen de este gigantesco animal se encuentra en los perros romanos antiguos mejor conocidos como molosos.
Estos perros fueron trasladados a la ciudad de Helvetia en Suiza por los ejércitos de Roma, durante los primeros dos siglos de nuestra era. Se tiene por conocimiento que la raza se origina con la procedencia de los griegos, siendo llevados desde el Asia Menor, la cual era considerada su patria por parte de Alejandro Magna.
Dentro de esta versión se mantiene la creencia de que en esa época existían dos tipos de molosos, uno de ellos los de Iliria y el otro los de Babilonia y cuyas razas se encuentran en la gran mayoría de los orígenes de las razas suizas actuales, entre las cuales se incluyen la del San Bernardo, el Bouvier Bernois y el Gran Bouvier Suizo. Estos perros fueron perros de guerra, utilizados sobre todo en el área de la vigilancia. Sin embargo, también cumplían con su tarea de ser unos perros pastores, de búsqueda y rescate e incluso perros de tiro.
Cerca del año 1000 d.C. estos perros antiguos estaban bien ubicados en los Alpes suizos y con el tiempo se les comenzó a conocer como “Perros de los Valles” o “Perros de Granja”. Estos perros tenían una gran variedad de tallas y formas, sin embargo muchos tenían las mismas características que tienen los actuales perros de San Bernardo.
Características de la raza
El San Bernardo, un perro del que te vas a enamorar, pues su apariencia te hace querer abrazarlo como si fuese un oso de peluche muy grande, y es que éste ejemplar es una de las razas de perros más grande, llegando a ser llamado perros gigantes, con su rostro expresa tanta ternura para ser así de colosal, a decir verdad un extraordinario can, tanto en físico como en personalidad.
Los perros San Bernardo suelen ser bastante quietos y carácter protector, tienen una esperanza de vida que va desde los ocho a doce años de edad. Se le describe como un perro bastante sociable y amigable, por lo general muy tranquilo pero gracias a su instinto protector y al mantenerse siempre vigilante, es capaz de actuar en favor de aquel que necesite de su ayuda.
Entre las características más significativas del San Bernardo está como se dijo anteriormente su gran estatura, la cual promedia entre los 70 y 90 centímetros los perros machos y 65 a 80 centímetros las hembras, también suelen ser bastante robustos llegando a pesar entre 60 y 90 kg, pero todo va a depender del tipo de alimentación y hábitos de entrenamiento.
Existen dos tipos diferentes en cuanto al pelaje del San Bernardo, ya que los hay de pelo corto y de pelo un poco más largo, sin embargo no habrán mayor discrepancia entre ambos más que el tipo de pelaje, por lo que suelen compartir las mismas cualidades tanto físicas como psicológicas.
El perro San Bernardo tiene un cabeza bastante grande con impetuosa firmeza, es ancha y se logra notar como tiene los arcos supra-orbítales muy bien formados, donde la hendidura nasal anterior se ve bien acentuada, con un hocico amplio de caña nasal lisa y pequeño surco en el centro que termina con una nariz de color negro, la gama de color en su pelaje va desde un marrón oscuro a un color avellana, las orejas son de base ancha de forma triangular con punta redondeada y caídas.
El San Bernardo posee mandíbulas anchas y dientes bastantes fuertes, su mordida es completa y en forma de tijera, por otro lado suelen salivar muchísimo.
Los ojos del San Bernardo son de un color marrón oscuro e incluso color avellana, son medianos entrecerrados y están levemente hundidos lo que le hace tener una expresión dulce, el borde de sus párpados está totalmente pigmentado, de un cierre naturalmente completo y la piel en la frente sobre sus ojos forma pliegos que se tienden hasta el surco central, aunque cuando el perro está en alerta suele no notarse del todo.
Los miembros anteriores del San Bernardo son rectos, equidistantes y si se miran desde delante son más bien anchos, mientras que las extremidades posteriores están medianamente angulados, si se observan desde atrás igualmente paralelos más no próximos y son bastantes carnosos.
El San Bernardo es de contextura corpulenta, fornida y simétrica, de perfil rectangular dado que es un poco más largo que la altura de la cruz, con una espalda amplia y firme, su pecho es medianamente profundo y sus flancos están algo retraídos, la cola es ancha en la base y al estar en descanso le cuelga hasta llegar al corvejón.
Así como se dijo que entre la raza del San Bernardo, los hay de pelo corto y pelo largo, de igual forma va a variar el tipo de pelaje, ya que los de pelo corto tienen una capa externa y lanilla interna de forma compacta y lisa que está al ras del cuerpo, mientras que el San Bernardo de pelo largo posee una capa externa y lanilla un poco más cuantiosa, también lisa aunque puede llegar hacer algo ondulada en la cadera y la grupa, donde los pelos de su cara y orejas son cortos.
El color del pelaje del San Bernardo es específicamente blanco en los pies, la caña nasal, al final de la cola, en el antepecho, la nuca y la banda frontal, con manchas de un color marrón algo rojizo, donde varían sus tamaños en las que pueden ser pequeñas o tan grandes que abarcan todo el lomo y los flancos formando de esta manera un gran manto, también se pueden llegar a ver algunas manchas de un marrón un poco más amarillento y algunos manchones de color negro.
Por lo general el color de las manchas en la zona de la cabeza, suelen ser de un tono más oscuro que las manchas o incluso el manto en el resto del cuerpo del San Bernardo.
De esta forma, si el San Bernardo no cumple con ciertas características, ya sea en el color, manchas, tamaño de la cabeza, rasgos distintivos, altura u otras facciones características, el perro podría no ser aprobado por asociaciones o clubes oficiales de la raza.
Comportamiento con otros perros
El San Bernardo a pesar de tener una apariencia bastante dócil, no así cuando tiene que compartir con otros perros ya que por lo general tienden poseer un carácter firme y de instinto protector, que lo hace mostrarse dominante en su propio territorio y más si se encuentra en un ambiente cercano a sus dueños.
Por lo será algo fenomenal para el San Bernardo si ya es adulto, estar en un entorno donde pueda estar preferiblemente rodeado de personas, en especial si son niños ya que para ellas las creaturas indefensas son su mayor inspiración para despertar ese instinto de perro protector, por el contrario si se propicia algún encuentro con otro perro fuera de su entorno que lo lleve a tratar con lo desconocido, pudiera no ser del todo bien para ninguna de las partes, ni para los perros, ni para sus dueños.
El compartir del San Bernardo con otros canes, será mucho más fácil si la socialización se realiza cuando están cachorros, ya que el periodo del conocimiento se va a realizar mediante el juego y a medida que vayan creciendo se hará mucho más llevadero el compartir y por lo general buscará ser el líder.
Y aunque se diga que el San Bernardo suele ser un perro bastante amigables, todo va a depender del entrenamiento que se le dé desde cacharro, pues si éste estuvo acostumbrado a ser el único en casa y por su instinto de protección se crean celos, no será conveniente que se enfrente con otro perro tan pronto o de manera precipitada.
Aunque el San Bernardo es grande, fuerte y musculoso no tiende a ser agresivo ni busca pleito, no se las lleva para nada bien con los perros de razas pequeñas, aunque pudieran haber sus excepciones, ya que si el perro es de naturaleza juguetón no le hará daño, de no ser ese el caso, todo puede mejorar con una adecuada socialización.
Algunos expertos aconseja que para llevar a cabo la presentación de los caninos, es propicio llevarlos hacer una caminata o ponerlos a correr y en el momento cuando ya estén cansados los presentan, más no de frente sino dejando que se olfateen y de esta manera puedan conocerse.
De esta forma será mucho más fácil si se quiere incorporar una nueva mascota a la familia, sabiendo que si el San Bernardo ya es adulto no se le hará para nada agradable la idea de que venga un perro extraño a quererle quitar su lugar de protector familiar.
En todo caso es recomendable tomar las precauciones posibles, dado que cada caso de socialización es único y particular por lo que no estarás ciento por ciento seguro de cómo puede reacciones tu perro ante la presencia de otro perro, lo cual para él también será una situación desconocida, más si no se propiciaron estos encuentros cuando el perro estaba cachorro.
Si de apareamiento se trata, al momento de querer cruzar a la hembra y macho de San Bernardo, se deberá buscar un espacio tranquilo y procurar que la perra no se estrese, por lo que también va depender si se encuentra o no en el momento preciso, el cual se verá determinado en la forma que se conecten los canes donde habrán un ambiente de juego anterior a la cúpula, que por el contrario si la hembra no se siente a gusto tenderá al rechazo y en ocasiones puede ser agresiva con su compañero.
Y ya que como los humanos crecemos y nos desarrollamos de forma individual con personalidades diferentes, así son los perros crecen y se forman con un carácter y personalidad particular, por esa razón el dueño de un San Bernardo tendrá la tarea de ver cuál es el comportamiento de su perro en presencia de otros perros y de esa forma tomar las medidas pertinentes y las correcciones o amonestaciones en caso de ser necesarias.
Los perros San Bernardo no suelen ser de manadas a menos que sean cachorros, por el contrario siempre buscarán ser el líder y guardián del lugar en que se encuentre.
El San Bernardo siempre buscará ser el centro de atención en la familia, por lo que el trato con otros canes en la misma casa será algo difícil, lo cual requerirá mayor atención en el proceso de adaptación con el nuevo perro cuidando que no ocurra ningún tipo de improviso desagradable entre los canes y que luego se tengan que lamentar, por lo que se recomienda que éste periodo de inserción vaya dirigido por un experto en la materia.
Entonces ya conociendo cómo se comporta el San Bernardo con otros perro, todo va a depender del amo si quiere integrar a otro perro en la familia, de tomar las previsiones que todo eso acarrea o si prefiere que el San Bernardo siga siendo el guía protector de la familia, si es la segunda opción de segura le estará muy agradecido.
Comportamiento con los Humanos
Hablar del comportamiento del San Bernardo es recordar todas aquellas imágenes de la película Beethoven en donde se puede ver a un perro que costa de todo busca proteger a su familia y más si se trata de los niños, de allí que esta raza se haya ganado el título de “perro niñera”.
Gracias a su instinto de perro guardián, el San Bernardo es un excelente cuidador por lo que se la lleva de maravilla con los más pequeños de la casa y todo aquel que sienta que necesite de su cuidado y protección, siendo así también con los ancianos.
De igual forma es recomendable mantenerse bien atentos de los pequeños cuando se encuentren con la compañía del San Bernardo, ya que por ser una raza tan grande y de que nunca se sabrá con total especificación como actuará un perro en diferentes ocasiones, más si no se tiene la confianza necesaria, porque por muy perro niñera que llegase a ser nombrado un San Bernardo, siempre van a existir situaciones instintivas que pudiera o no presentar el perro.
Y aunque el San Bernardo se la lleva muy bien con los niños, esto no quiere decir que se va a involucrar en todo los juegos debido a que es de carácter introvertido, disfrutará de todo el afecto y amor que le pueda brindar la familia, siempre y cuando se encentre en un ambiente tranquilo y reposado.
El San Bernardo es el perro de compañía perfecto, ya que se la llevará muy bien con la familia, en especial con los niños y por otra parte se puede tener la seguridad de que protegerá su hogar.
Si acaso estás pensando en tener un San Bernardo como mascota debes tener en cuenta que al ser un perro tan grande y con tanta fuerza requerirá por parte de sus amos gran firmeza y constante entrenamiento desde que esta cachorro, para evitar de esta forma comportamientos no deseados en el futuro.
Tener a un San Bernardo en tu hogar es una de las más gratificantes aventuras, pues puedes estar seguro que cuentas con un gran compañero, el trato del San Bernardo con las personas de su entorno será siempre respetuosa, cariñosa y amigable, eso sí, todo dependerá del trata que se le haya dado desde pequeño, porque como es el caso de muchos perros si llegaran a tener alguna situación traumática en algún momento de su desarrollo, se puede manifestar en rechazo y agresividad.
Ahora bien, si desde que están pequeños se les brinda ese afecto y disciplina necesaria, el San Bernardo será una mascota envidiable, ya que todos los que lo vean querrán tener a un ejemplar de estos en sus casas, más aun si tienen niños pequeños, pues podrán tener la completa seguridad y confianza en que los pequeños van a estar muy bien protegidos.
Al igual que con los niños, el San Bernardo tiene una cierta sensibilidad hacia los adultos mayores, por lo cual se encontrará siempre una mano amiga dispuesto hacer todo lo posible para que sus familiares estén bien y a salvo.
Tal como es utilizada la raza del San Bernardo durante los periodos de invierno, por lo que se han conocido cierto casos donde este canino es utilizado como perro de rescate durante grandes nevadas e incluso avalanchas, que gracias a su gran instintos fueron salvadas muchas vidas en el pasado que se encontraban ocultas debajo de la espesa nieve, como también se le llega a atribuir el porte de un barril colgado en el cuello con el cual se decía o se dice que contenía licor y que éste era para las víctimas de hipotermia que se encontraba en la nieve pudiesen de cierta manera calentarse.
Eso es por hablar un poco de cómo era el comportamiento del San Bernardo con los humanos en el pasado, por lo que era utilizado más como perro de rescate, que como actualmente lo tienen muchas familias que es como un integrante más de la familia o su mascota.
Si el San Bernardo es criado de forma correcto, donde se emplee la educación canina correcta, vas a quedar enamorado por el resto de tu vida de esta belleza de perro y no vas a querer tener otra raza que no sea ese perro llamo oso de peluche gigante.
Si por el contrario el perro San Bernardo no recibe ese afecto, ese cariño cuando esta cachorro y en la medida que va creciendo, difícilmente podrá manifestar ese cariño y ternura que expresa su rostro, con el que para muchos pareciese ser una forma de engancharse, dejándose llevar po el aspecto del perro.
Como se dijo anteriormente, todo va a depender del trato que reciba el San Bernardo por parte de sus padres, ya que debido a su naturaleza de querer ser el líder y dominante, pudiese llegar a expresar celos y agresividad incluso hacia sus propios dueños.
Dieta y Alimentación
La dieta del San Bernardo debe contener los nutrientes necesarios, además de la cantidad correcta de cada uno de ellos, dado que de la buena alimentación que se le proporcione al perro, va a depender su sano desarrollo, actividad física y todo el proceso digestivo se dará de una forma correcta por lo que se verán disminuidos los padecimientos gástricos y demás de los que suele sufrir esta raza.
Una alimentación balanceada que contenga entre sus componentes esenciales todos los nutrientes que necesita el San Bernardo para el adecuado mantenimiento, entre los que se deben incorporar las sustancias orgánicas como lo son las proteínas, las grasas, vitaminas y minerales esenciales, por lo que también se tiene que tomar en cuenta que éstos sean agradables para el perro.
El San Bernardo tiende a poseer un apetito voraz, aspecto a considerar si se quiere tener uno de ellos en casa sabiendo que si mantenimiento en cuanto alimentación requerirá un gran costo. De igual forma hay que tomar en cuenta las cantidades en cuanto al consumo diario de los alimentos, el cual va a depender de la etapa de desarrollo en que se encuentre.
Por lo general el San Bernardo cuando nace suele pesar entre 500 y 700 gramos, y su peso irá acrecentando en una forma verdaderamente rápida, ya que comparado con un bebé que nace pesando 3 kilos pueden llegar a pasar hasta 20 años para que llegue a tener unos 60 kilos, por su parte el San Bernardo se tardará por lo más común unos 6 meses para alcanzar los mismos 60 kilogramos, de allí entonces nos podremos imaginar cómo ha de ser necesaria una alimentación balanceada para las razas de gran tamaño.
Por el bien del animal, se deben tomar en cuenta las recomendaciones dadas por el médico veterinario, ya que el San Bernardo no se medirá por sí solo en la cantidad de alimenta que llega a ingerir, ya que su apetito pareciera nunca estar saciado.
Una de las mejores opciones en cuanto a la alimentación para el San Bernardo, serán los alimentos comerciales ya que ellos contienen los nutrientes necesarios para el sano desarrollo del perro y por su fuera poco, otra de las grandes ventajas que nos proporciona esta clase de producto es que se adapta a las necesidades del perro, ya que si se busca un alimento para cachorros ya sea de raza grande o raza pequeña de igual forma se van a encontrar, de igual forma el mercado te ofrece una gran variedad en marcas, por lo que tendrás la libertad de elegir el que mayor se adapte a las necesidades.
Lo que también se aconseja es que si de cachorro se le da un tipo de alimento comercial de una marca específica, sea ese mismo el que se le dé cuando ya esté adulto, con la variación de que esté especificado en el empaque que sea para adultos de raza grande.
La etapa prudencial y adecuada para el consumo del alimento procesado, específicamente para cachorros de San Bernardo es hasta los dos años aproximadamente, que aunque corporalmente a los dos años ya el San Bernardo se ve bastante grande, aún está en la etapa primaria de su desarrollo.
Cuando el San Bernardo llega a su tamaño y peso máximo, viene a llamados la etapa de mantenimiento, donde según el tamaño y peso del perro se le da el alimento, todo eso para evitar el exceso y que llegue a sufrir de obesidad, problema que se encuentra presente si el perro no cuenta con una rutina de ejercicio.
Al llegar a la vejes el San Bernardo tiende a pasar mayor tiempo echado y no le gusta jugar ni ejercitarse por lo que habrán cambios en sus necesidades alimenticias.
Los veterinarios recomienda el consumo de alimentos procesados para mascotas, ya que ellos facilitan el adecuado transito digestivo.
Es común que los dueños suelan dar las sobras de comida a sus mascotas, sin embargo hay que saber que esto no es bueno para el San Bernardo y que si se llega hacer, hay que procurar que no sea de manera recurrente ya que no le hará nada bien al perro y lo pueden llevar a sufrir enfermedades estomacales.
El San Bernardo casi nunca se negará a consumir los alimentos de los humanos, por lo que toda la responsabilidad cae sobre su dueño para brindarle una sana alimentación.
Otra cosa en la que hay que tener cuidado, es con dejar restos de comida en la basura y que ésta quede al alcance del perro, pues su gran olfato lo llevará a donde sea que se encuentre y no durará en devorar todo ese desperdicio, que ya sabemos no es bueno para su salud.
Salud y cuidados necesarios
La buena salud del San Bernardo va a depender en gran manera de los cuidados que se le brinden, por lo que aparte de cuidar su alimentación y el entorno en donde habita, es muy importante la higiene personal del animal, sabiendo que el mantenimiento de un perro de esta raza requiere una gran responsabilidad. Y si quieres tener a tu perro feliz y contento, no puedes saltarte ninguna de las recomendaciones siguientes y sobre todo llenarlo de mucho afecto, cosa que lo haga sentirse parte de la familia.
Lo primero que hay que tener en cuenta y es de suma importancia, es la visita al veterinario, así como llevar un control en las vacunas y tratamientos para los parásitos, ya que de aquí parte la adecuada prevención de las enfermedades virales e infecciosas que suelen ser tan peligrosas y mortales.
Debido a la cantidad de pelo que suelen tener los San Bernardo, una de las cosas que no se tiene que descuidar la limpieza diaria de los ojos y oídos, por lo que se recomienda tomar un trozo de gasa limpio y húmedo de esta forma frotar de forma sutil el los lagrimales, eliminando así las lagañas y evitar que se acumulen de manera que vaya afectar la salud de sus ojos, de igual forma pasar la gasa suavemente en la parte interior de las orejas, para quitar así todo rastro de suciedad.
De igual manera hay que llevar una higiene dental adecuada, la cual se debe llevar de forma periódica, adaptando al San Bernardo desde cachorro a la limpieza dental, ya que con ella se previene la acumulación de sarro, placa dental y otros males dentales, como también las enfermedades a nivel de las encías.
El baño regular también es muy importante, pues no es para nada agradable tener un perro que destile mal olor por toda la casa y que ni siquiera se puede acariciar por la peste.
Con el San Bernardo esta tarea de baño podría llegar a convertirse en toda una aventura, ya que por su gran tamaño y más aún si no es muy amante del agua se hará bastante complicado y debes estar preparado para terminar empapado junto con él, el lavado del perro se puede llevar a cabo en el jardín estando al aire libre si es que se encuentra en verano, ya que siendo el caso del invierno tendrá que ser dentro de casa, en una gran bañera y con agua atemperada.
Luego del baño es importante el secado, que aunque puede llegar a ser un poco molesto es del todo necesario, ya que no querrás ver a tu San Bernardo resfriado.
Al San Bernardo de pelo largo se le deberá hacer un cepillado completo cada ocho o diez semanas, para evitar que se le formen grandes nudos en su pelaje que luego sean difíciles de quitar y se tenga que recurrir a las tijeras.
En cuanto a salud se refiere, el San Bernardo suele ser un perro muy sano a pesar de su gran tamaño, sin embargo hay enfermedades de las que suele padecer esta raza, entre ellas está la dilatación gástrica o también llamada hinchazón, la displasia de cadera así como de codos, el también llamado entropión, enfermedades cardíacas, el ectropión, diversos tumores y el síndrome Wobbler.
La hinchazón o dilatación gástrica es un terrible problema que suele afectar a los San Bernardo, la cual viene dada por la retención de una gran cantidad de gases que provocan la distensión del estómago, la mejor forma de prevenirla será cuidando que el perro no se exceda en la ingesta de alimentos y procurar el ejercicio luego de consumir los alimentos.
La displacía de cadera así en los codos del San Bernardo, es un defecto congénito que tiende a estar presente en las razas de gran tamaño, los signos visibles de dicho mal son la cojera o que el perro ande en forma tambaleante, a su vez la displasia podrá ocasionar artritis en las articulaciones del miembro en que se apoya todo el peso, por lo que es muy importante cuidar de igual forma la alimentación para evitar el sobrepeso y un adecuado ejercicio impedirá que la situación empeore.
El entropión es un problema que suele afectar a los perros de cabeza grande, incluyendo entonces al San Bernardo y trata sobre una irritación en la córnea y a su vez el parpado se vuelve hacia e interior del ojo, llegando a empeorar por infecciones o úlceras en la córnea. Contrario a éste está el ectropión que es cuando el parpado inferior se aparta del globo ocular, dado por la piel suelta en la cara del San Bernardo.
Otra de las afecciones comunes del San Bernardo son las enfermedades cardiacas, la cual se podrán tratar con medicamentos, entre los síntomas están la debilidad, los desmayos, la tos y falta de aliento.
Cómo entrenar, educar o adiestrar un perro San Bernardo
El entrenamiento del San Bernardo tiene que iniciarse cuando apenas están cachorros o al momento que llegan a formar parte de la familia, se debe tomar en cuenta que los resultados no aparecerán de inmediato pero que con mucha constancia, paciencia y disciplina se pueden llegar a obtener los mejores resultados.
Para iniciar el entrenamiento del San Bernardo, es importante comenzar por la socialización, tomando este punto como el primer paso ya que de aquí parte el desarrollo y la relación posterior del perro con los demás miembros de la familia, dejando que vaya descubriendo su entorno, por lo que será adecuado incluirlo en los juegos familiares y si así lo requiere con los animales.
Otro punto importante es el establecimiento de normas, lo que requiere gran firmeza por parte del dueño y que a su vez emplee un tono de voz que no sea tan fuerte pero que sí logre inspirar el respeto hacia su amo, recordando que el San Bernardo es un perro bastante dócil y que si le trata con sutileza sin perder la firmeza en las palabras, va a responder de forma positiva.
Para conseguir los resultados deseados será preciso llevar el entrenamiento de manera constante, con mucha disciplina y paciencia, ya que el San Bernardo es un perro muy inteligente y si se le forma de la mejor manera, es una de las mejores mascotas que se pueda llegar a tener.
Y para hacer mucha más sencilla la convivencia con el San Bernardo te describiremos algunos consejos para la adecuada convivencia.
Una de las cosas que hará el San Bernardo cuando esta cachorro será brincar encima de las personas, queriendo jugar y lamer la cara y esto es agradable cuando están pequeños, pero cuando crecen no es para nada cómodo tener más de 90 kilos abalanzándose sobre ti, y ni imaginarse lo que pasaría si se llega a lanzar sobre un niño, por esa razón es que hay que decirles lo que deben y no deben hacer.
También algo que suele ser bastante molesto, es que se mantengan labrando todo el tiempo y por todo, está bien que labren ante una situación peligrosa o por algún desconocido, pero es bueno poner límites cuando quiera venir a labrarle a los mismo miembros de la familia y más si lo hace de forma desafiante, por lo que el amo tiene que darse a respetar y con autoridad demostrar quién es el líder.
Para enseñarles ordenes generales y específicas al San Bernardo se requerirá la utilización de algún incentivo en forma de bocado, podrán ser croquetas para perros y al momento que cumpla la orden se le afirma felicitándolo y premiando la acción positiva con la croqueta.
Al momento de pasear al San Bernardo, hay que procurar que vaya al lado y no delante de ti, o ya se podrán imaginar a este perro de gran tamaño y fuerza tirando de la correa llevando arrastras a su dueño, lo que puede llegar a ocasionar algún accidente desagradable.
Para los juegos con el San Bernardo, también hay que poner límites, pues en ocasiones pueden llegar hacer bastante bruscos, se esta manera se aconseja enseñarle desde la forma en que juega con una simple pelota, siendo uno de los clásicos en cuando a tirar a pelota y dejar que el perro la traiga de regreso.
Además de estar siguiendo órdenes simples, el perro se estará ejercitando lo cual es de suma importancia para el San Bernardo, ya que por su gran tamaño y como tienden a ser un poco perezosos es importante mantenerlos ejercitados.
Asimismo se les debe enseñar cual es el lugar para ir al baño y cual ha de ser el sitio donde va a dormir, el sitio de descanso para el San Bernardo tendrá que ser un espacio amplio, donde pueda estar cómodo y sentirse tranquilo.
Siguiendo estos sencillos consejos desde que están cachorros, harán feliz al San Bernardo como a su dueño, pues se podrá librar de esos dolores de cabeza y problema que ocasionan los perros mal educados.
En cuanto a la alimentación, también es importante fijar horarios de alimentación para evitar que se desespere o incluso llegue a pedir de la mesa cuando los demás miembros de la familia están comiendo.
Un bono extra sería enseñarle hacer trucos al San Bernardo, ya sea el sentarse, echarse, girar, entre otros, apartando un tiempo del días donde con sesiones cortas, procurando no sobreentrenar al perro para evitar que se estrese.
Y si por alguna razón el San Bernardo llega a incidir en problemas de conducta que no pueden ser controladas por el mismo dueño, será preciso acudir con un experto en la conducta canina.
Tomar en cuenta cada uno de los consejos, harán que tu mascota sea muy feliz y psicológicamente sana.
Entorno ideal
El lugar propicio en el que se puede desarrollar el San Bernardo es en un ambiente familiar, en el que se le brinde todo el amor, la atención y cuidados necesarios, lugar en el que se le llene de mimos y toda clase de afecto que lo lleven hacer un perro feliz, a gusto con su entorno.
Junto a todo este cariño y atención, el San Bernardo requerirá un espacio amplio ya que debido a su gran tamaño y masa muscular le será indispensable un lugar en el que pueda correr, jugar y ejercitarse.
Siendo las más recomendadas casas que posean un patio grande o jardín en donde el San Bernardo salga a pasear o bien sea hacer sus necesidades, eso sí hay que estar muy al pendiente que no corran el riesgo de salir a la calle sin compañía de su dueño, ya que puede ser peligro para él como para otras personas.
Razón por la que no hay que descuidarse a la hora de abrir la puerta o el portón, en caso de que se tenga en el garaje, estar siempre atentos a que no se escape, ya que debido a su gran fuerza si sale corriendo se va hacer un poco complicado atraparlo.
Ahora bien, si lo que tienes es un apartamento y quieres tener a un San Bernardo, hay que tener conciencia de todas sus requerimientos, tener igualmente un lugar en donde lo puedas sacar a pasear, ejercitarse, entre otras cosas, igualmente hay que tener en cuenta que El San Bernardo suele salivar en grandes cantidades, por lo que al tenerlo en un espacio reducido se corre el riesgo de que vivan mojando cada cosa que se interponga en su camino.
Por otro lado y algo que es de suma importancia, es mantener muy bien aseado el lugar donde se va convivir con el San Bernardo, cuidando de limpiar las heces que por suelen ser bastante grandes y el orine, ya que el olor si se deja solo por un día, suele ser muy desagradable y no hay nada más placentero que llegar a una casa limpia y fresca.
Esto también ayudará al San Bernardo a estar aún más a gusto en el espacio donde habite, de allí también se desprenden los cuidados que se deben de tener para con este ejemplar, pero de ello se hablará un poco más adelante, incluyendo todas las especificaciones a tener en cuenta en cuanto a la alimentación, el aseo y los cuidados generales a tomar en consideración para hacer lo más placentero posible el entorno en donde ha de desenvolverse el San Bernardo.
Otro punto importante y que va desde el desarrollo de esta raza es el clima de su habitad, ya que será mucho mejor para el San Bernardo las bajas temperatura, debido a su masa corporal y contextura suele soportar el clima frío, de allí que en tiempos pasados fuese utilizado como perro de rescate en las nevadas.
Por el contrario, si se tiene al San Bernardo en un ambiente con el clima un poco más tropical, sería bueno contar con aire acondicionado dentro de la casa para que pueda tener mayor comodidad.
Si bien el San Bernardo tiende a tener un alto nivel de adaptabilidad en cuanto a temperatura y espacio, suele soportar muy poco el calor y si es el caso que su temperatura corporal tienda a aumentar se le verá con poca energía aún más de lo habitual, porque por lo general suelen ser un tanto perezosos, estará muy sediento, salivando mucho más de lo usual por lo que no hay que dejar que se deshidrate.
Por lo demás el San Bernardo se podrá adaptar a casi cualquier lugar en el que se le tenga, mientras sea en un tiempo prudencial, preferiblemente desde que está cachorro para que se haga mucho más fácil en su desarrollo y por el contrario no vaya hacer algo traumático para él.
Sabiendo entonces que sea cual sea el lugar donde se va a criar a un San Bernardo, es importante tomar en cuenta todos los aspectos que va a incurrir en su sano crecimiento, creando sobre todo un ambiente armonioso para la adecuada socialización del can.
También hay que tener en cuenta que el mantenimiento del San Bernardo debido a su gran tamaño, será algo costoso por lo que lleva a una muy grande responsabilidad tenerlo, cualquiera sea el lugar donde se desee tener.
Por otro lado, algo que se debe considerar y que es de suma importancia, será el trato que se le brinde al San Bernardo ya que por medio de éste se ve determinada gran parte de su personalidad y crecimiento dentro del ambiente en que se desenvuelve. De allí parte algo que tiene mucho valor dentro del ambiente en que se desarrolle el can, determinado desde pequeño por las normas que se les quieran inculcar, conocido entonces como el entrenamiento o adiestramiento del cual se hablará de forma más detallada en la próxima parte.