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Gato Himalayo

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🐾 Gato Himalayo: Tu nueva mascota

Un gato que reúne lo mejor de dos razas, los llamativos colores del siamés y la apariencia de muñeco de peluche del gato persa, esa raza existe y es el gato himalayo, un excelente compañero de vida, sentimental y respetuoso, un felino muy atractivo con un pelaje largo y sedoso que provoca peinar y acariciar constantemente. El hermoso gato himalayo es conocido por sus distintivos y brillantes ojos azules, además de por su bonito pelaje sedoso con un diseño colopoint, lo que le confiere un aspecto llamativo y atractivo que capta todas las miradas.

A modo de descripción se puede decir que el gato himalayo es un gato persa con los colores del gato siamés, que conserva los rasgos característicos de la raza persa, su misma morfología y estructura corporal, la cabeza maciza, la nariz corta y chata, el pelaje largo y sedoso, mientras que del siamés solo adopta los tonos oscuros en las patas, la cara y la cola y los ojos azules.

Su origen aunque es natural, se produjo por medio de la intervención humana, resultado del cruce entre estas dos razas, siamés y persa. Los criadores buscaban un gato de ojos azules como los tienen los gatos persa, pero con las características de patrones de color del gato siamés. De esta manera, surgió esta atractiva raza felina que hoy en día es reconocida por su elegancia y belleza.

En sus características encontramos que el gato himalayo es por lo general un gato mediano, aunque es robusto y de huesos pesados su cuerpo es corto pero ancho, las piernas son anchas y el cuello es corto y grueso, por su abundante masa de pelaje espeso, sedoso y largo, adquiere un aspecto de tamaño aun mayor, por lo general su pelaje es brillante y lustroso, lo que indica un buen estado de salud. Su cara vista de perfil es plana, la cola y las orejas son pequeñas, y su cabeza es redondeada, en ella se observan dos grandes ojos azules.

El gato himalayo es un felino amoroso, que por momentos puede ser un compañero quieto y tranquilo, mientras que en otros instantes será un jugador energético. Por lo general, esta raza hace buena amistad con todos.

Algunos explican que un gato himalayo no es más que un gato persa con un color de pelo y ojos concreto similar al del gato siamés, en otras palabras, toman al gato himalayo como una variedad especial incluida en la raza de gatos persa. Esto sucede en asociaciones como por ejemplo la europea.

Por otro lado, otras asociaciones felinas de Estados Unidos han considerado al gato himalayo como una raza más, diferenciada de la raza persa. Sin embargo existen muchas opiniones con respecto a este tema.

En Europa y en la CFA americana se considera al gato himalayo como una variedad de la raza persa. En la asociación ICA de Estados Unidos se ha dicho que el gato himalayo es en cambio una variedad de siamés. Finalmente en la asociación ACFA americana se establece el criterio de que hay dos razas diferentes, el gato persa y el gato himalayo.

Esta raza de gato himalayo se reconoce en  Estados Unidos a partir del año 1957; en ese entonces surge una controversia por saber cómo llamarlo, ya que parte del conflicto de la definición de esta raza era el determinar si en este nuevo gato  dominaban los genes del persa o los del gato siamés. Aunque a simple vista se podía notar que este gato era mucho más parecido al persa, solo con los colores del siamés. Por último se decide por el nombre de himalayo por los colores de su pelaje que recuerdan a los del conejo del mismo nombre.

🐾 Historia y Origen del Gato Himalayo

El propósito que tenían los criadores era crear un gato tan adorable como el persa, con el patrón de puntas coloreadas del gato siamés.

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Se dice que el origen del gato himalayo puede localizarse en Suecia, en 1924, cuando una genetista inició cruces entre los gatos siameses y los gatos de pelo largo. Sin embargo, el trabajo definitivo con esta raza se realizó en los años treinta en la Universidad Hardvard en los Estados Unidos, cuando Cyde Keeler y Virginia Cobb estaban realizando un trabajo sobre el mecanismo de transmisión de los colores.

De sus primeros cruces sólo obtuvieron gatitos de pelo corto sin marcas siamesas, pero portadores tanto del gen persa como del siamés. Del apareo entre estos ejemplares sólo nació una gata de pelo largo, a la que se llamó Debutante, y a su vez esta gata Debutante se cruzó con su padre. De este apareamiento nació el primer ejemplar de pelo largo con puntas coloreadas, en la universidad los llamaban “persa-siamés”. Sin embargo, en esa época ninguna asociación felina reconoció la raza y el trabajo de Keeler y Cobb quedo estancado en ese punto ya que el programa de cría fue suspendido durante la II Guerra Mundial y vendría a retomarse algunos años después.

No fue sino hasta los años 50 cuando la idea de los gatos “persa-siamés” fue retomada por un criador inglés llamado Brian Stering-Webb, quien con su programa de cría logra producir camadas de esta nueva raza y además tiene éxito en el reconocimiento de sus gatitos himalayos. En 1955 en Inglaterra se aceptan oficialmente estos gatos por primera vez, aunque para entonces aun no se llaman himalayos sino “longhaired colorpoint” ó patrón siamés de pelo largo.
En cuando a los Estados Unidos, los gatos himalayo se reconocen unos años más tarde por primera vez, alrededor de 1957. El primer campeón de esta raza en Norteamérica fue LaChiquita de Goforth, que ganó su título ante la American Cat Fanciers Association. Hacia los años sesenta, todo registro en los Estados Unidos había aceptado al himalayo para su reconocimiento en las exhibiciones.

En los años posteriores y hasta la década de los 80 fue una gran discusión por determinar cómo se llamaría esta nueva raza de gatos. Se pretendía identificar si predominaban los genes del siamés cuando se veían gatos con rasgos más finos, o los genes del persa, cuando los gatos eran más compactos y achatados. En general, se terminó por aceptar que los genes dominantes son los del gato persa, por lo que casi todas las asociaciones felinas internacionales han considerado al gato himalayo como una variante de la raza de gatos persa.

Finalmente se le da el nombre a la raza de “himalayo”, denominación que nada tiene que ver con su lugar de origen. Este nombre se adoptó para esta nueva raza debido al parecido de su pelaje con el de otros animales de la zona del Tibet, como el conejo himalayo o el ratón himalayo.

Hoy en día la raza de gatos himalayo es reconocida por numerosas asociaciones felinas a nivel internacional. Los criadores han continuado sus programas, obteniendo gatos atractivos, tan tiernos como los persas de abundante pelaje sedoso, y tan cautivadores con los tonos manchados del gato siamés, reuniendo las mejores características de ambas razas.

🐾 Características Principales

El gato himalayo pertenece a la categoría I de la clasificación de la Federación internacional de felinos (FIFe), junto con otras razas de gato de pelaje largo. Este gato es fácilmente de identificar, un gato de pelaje largo, como el persa, con las puntas oscuras, como el siamés; éstas son sus características más representativas.

El himalayo es un gato de tamaño mediano inclinándose hacia grande, con un peso mayor en machos que en hembras, alrededor de 5 o 6 Kg. Su pelaje es abundante, largo, sedoso, suave y espeso, y se puede presentar en varios tonos de colores, entre ellos el azul, lila, rojo, chocolate, tortie, conservando siempre el estilo point, es decir, en machas oscuras en la cara, la cola y las patas, también se encuentran en tonos de marrón.

Su morfología recuerda mucho a las formas del gato persa. La cabeza del gato himalayo es redonda y maciza, y con en relación a su cara, está es muy característica por su forma ancha y chata, en ella se distinguen dos grandes ojos redondeados y azules intensos, muy brillantes y muy expresivos; sus pómulos prominentes, con un par de orejas pequeñas, separadas y con forma redondeada, las cuales están cubiertas de pelo como el resto del cuerpo; su hocico es corto y chato con un mentón marcado y fuerte; la nariz también se reconoce fácilmente porque es pequeña y chata. Los gatos himalayos gozan de un cuerpo fuerte, robusto y compacto, aunque las extremidades son cortas también son anchas y gruesas, terminan en unas patas pequeñas que son redondeadas. La cola es corta pero muy peluda y redondeada hacia el extremo.

Algunas de estas características que presenta el gato himalayo pueden variar. Por ejemplo, el color de ojos además de azul, también se pueden encontrar ejemplares con ojos verdes o color cobre.

A pesar de que el gato Himalayo tiene ADN de gato siamés, su físico es heredado casi exclusivamente del gato persa, a excepción de su color. Los himalayos son gatos robustos y musculosos, con huesos grandes, por su abundante pelaje lucen más grandes de lo que realmente son, lo que se comprueba al bañarlos, se observa como mojados lucen más pequeños.

Sin embargo, en los Estados Unidos, algunos criadores han tratado de aflorar más rasgos en el gato himalayo de la raza siamesa, obteniendo ejemplares más livianos, con las caras más finas y alargadas, y con las patas también más finas y largas. Estos gatos tienen un aspecto más ágil y también son más activos, mejores saltadores, si se comparan con el gato himalayo europeo.

En relación al pelaje, existen otras variedades de color además de las mencionadas, como los patrones con marcas atigradas. El color del pelaje es lo que de verdad define a la raza de gatos himalayo, su cuerpo en tono claro con las carácteríscas manchas siamesas en el rostro, orejas, patas y cola, permiten reconocerlo en cualquier ocasión.

De cualquier manera el gato himalayo es un precioso ejemplar, atractivo, cautivador y con un aspecto que seguro captará todas las miradas, siendo el centro de atención.

🐾 Carácter y personalidad del Gato Himalayo

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En el gato himalayo no solo físicamente predominan los genes del persa, sino también en cuanto a su carácter y personalidad los himalayos comparten muchos rasgos y actitudes de los gatos persa. Estos gatos son amorosos, afectuosos y muy tranquilos, más del estilo de sentarse a reposar que de brincar y saltar por todos lados en la casa como sí lo hacen otras razas felinas más activas; a los himalayos se les da más el caminar sin pausa pero sin prisa por la casa, y echarse a reposar en su rincón favorito del hogar.

El gato himalayo tiene una personalidad que es muy cariñosa y amable, le encanta pasar tiempo con su dueño y compartir con él sus afectos. Estos gatitos son sociables y apegados, les gusta seguir a su dueño alrededor de la casa y tenerlos cerca casi todo el tiempo. Es un gato bondadoso, relajado, con pocos instintos de defensa y prácticamente nada agresivos. En pocas palabras el gato himalayo, al igual que el gato persa, ¡es puro amor!

Por su carácter tranquilo y confiable, el himalayo es un buen compañero como mascota, tanto para los humanos, como para otros animales domésticos con los que rápidamente establece amistad, se la lleva bien, y no busca conflictos. Es un gato que disfruta la vida dentro del hogar, aunque también necesita sus ratos de esparcimiento al aire libre, en estos espacios disfruta cazando, para lo cual tiene muy buenas habilidades. El gato himalayo hereda del siamés su curiosidad y vitalidad, aunque es un gato mucho más callado, le gusta investigar, observar su entorno y explorar, es independiente.

Si deseas enseñarle trucos o entrenarlo, será una tarea muy sencilla puesto que es un gato carismático, obediente e inteligente con gran facilidad para aprender. Su humor tranquilo, cariñoso y sociable lo hace la mascota felina ideal para jugar con los niños, el himalayo es un gato muy paciente y que se adapta fácilmente a los cambios en el hogar y al carácter enérgico y juguetón de los pequeños de la casa.

Por momentos se pueden observar destellos de actividad en el gato himalayo, mientras en un momento se encuentra durmiendo bajo el sol tranquilamente, al minuto se le puede observar saltando y corriendo por el lugar revolcándose por el jardín, pero en general realiza actividad física moderada. En sus períodos de descanso se puede ver como el Himalayo se extenderá al lado de su dueño, dormirá en su cama y se sentará en su regazo cuando está de humor.

En algunas ocasiones el gato himalayo puede ser reservado con sus afectos y mostrarse expresivo solo con aquellas personas con las que siente mayor afinidad, entonces se dejará abrazar por estas como símbolo de que confía en ellas. En su ambiente le desagradan los ruidos y las aglomeraciones, puesto que son tranquilos, relajados, muy difíciles de alterar.

En líneas generales, el gato himalayo es dulce, dócil y tranquilo, una estupenda elección de mascota para cualquier hogar, nunca lo regañaras por mal comportamiento, jugará pacientemente con tus niños y se adaptará con facilidad a los cambios en la rutina. Es un gato que colabora con su cuidado y aseo. Es un gato prudente, cuidadoso y amoroso, será fiel y leal y te acompañará por muchos años.

🐾 Dieta y alimentación del Gato Himalayo

La alimentación de la raza de gatos himalayo no tiene grandes exigencias, y además las recomendaciones para su nutrición son similares a las del gato siamés. Como todos los gatos de pelaje largo y brillante, la alimentación adecuada es la base para que luzca ese pelaje sedoso y liso brillante que cautiva y enamora, e igualmente la buena nutrición permite su correcto desarrollo muscular robusto y fuerte, y mejora su estado de salud y sus defensas.

En este punto es importante hacer algunas consideraciones con respecto a la alimentación del gato himalayo. A pesar de que este gato es doméstico no es lo ideal alimentarlo con las sobras de las comidas del hogar, ya que esto no es capaz de aportar el nivel de vitaminas, minerales y demás nutrientes que los himalayos necesitan para su adecuado crecimiento saludable. Por el hecho de ser animales carnívoros, los gatos son animales a los que debemos acostumbrar a comer pescado, hígado y embutidos, estos alimentos deben ser previamente cocidos o asados, ya que no se recomienda proporcionarlos crudos, por la posible aparición de problemas digestivos y otras enfermedades que pueden afectar al gato himalayo.

En todas las mascotas, uno de los aspectos más importantes durante su cuidado es la alimentación. Para los felinos, y particularmente para el gato himalayo es fundamental que en su día a día cuenten con los nutrientes necesarios para poder crecer saludables y llevar a cabo sus actividades diarias. La comida es esencial para el gato himalayo, y varían los requerimientos nutricionales de acuerdo a su edad. Las opciones de alimentación serán el pienso seco, el pienso húmedo y la comida fresca debidamente preparada.

Cuando es un gatito se requiere comida de alto valor nutricional rica en proteínas y grasas que le permita adquirir el desarrollo muscular robusto y fornido de esta raza y que además le de energía para sus jugueteos diarios. Cuando son gatos adultos se recomiendan alimentos para felinos con alto valor proteico y de aminoácidos, grasas moderadas en especial a base de ácidos grasos poliinsaturados, y carbohidratos en cantidades reducidas, puesto que al no ser de las razas más activas una dieta alta en carbohidratos podría favorecer problemas metabólicos como la obesidad.

Es de suma importancia considerar estos consejos, ya que en gato himalayo con una dieta inadecuada fácilmente puede sufrir carencias nutricionales y eso puede conllevar muchos problemas de salud a largo plazo.

Una alternativa de alimentación moderna es la formulación de dietas naturales a base de carne cruda para sus gatos, lo cual no es lo más aceptable, puesto que se recomienda que los alimentos sean previamente cocinados. La comida húmeda es ideal para los gatos adultos y ancianos a los que les cuesta masticar, pero en el caso de los ejemplares sanos el pienso húmedo solo debe utilizarse como complemento, en estas edades las variedades del pienso seco son mejores opciones. Inclusive, hoy en día existen algunas marcas de productos alimenticios para gatos que formulan pienso para el gato himalayo en concreto.
En caso de que un gato adquiera más peso del conveniente se requiere pasar a un pienso ligh porque la obesidad puede convertirse en un problema muy grave con el paso del tiempo.

🐾 Salud del Gato Himalayo

El gato himalayo es un gato de aspecto fuerte y de carácter adorable pero puede ser propenso a desarrollar problemas de salud por diversas razones. Las enfermedades más comunes en esta raza pueden afectar a la cara, los riñones y los ojos, entre otras partes del cuerpo.

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Los himalayos pueden sufrir de desbordamiento del conducto lagrimal, la cual es una de las enfermedades más comunes y notables entre los gatos de esta raza. Se explica porque la cría selectiva ha alterado la anatomía de los conductos lagrimales en algunas especies lo que provoca la coloración amarillenta de la piel alrededor de los ojos con una apariencia costrosa alrededor de las cuencas de los ojos. Se trata con la limpieza diaria de los ojos.

La dermatitis del pliegue cutáneo es otra enfermedad que puede afectar al himalayo a consecuencia de la anterior. Si la cara se moja a consecuencia del desbordamiento del conducto lagrimal a la larga los pliegues de la cara pueden irritarse. La prevención de este problema es mantener la cara limpia y seca. Otra enfermedad de la piel que pueden sufrir es la tiña, una micosis superficial producida por hongos dermatofitos, que causa irritación, comezón y caída del pelaje en el área de la piel afectada, es contagiosa para los humanos.

El gato himalayo puede padecer de Atrofia Progresiva de la Retina con mayor frecuencia que otras razas. Esta es una enfermedad que también afecta gato persa, por lo que es una patología hereditaria que puede causar ceguera, se relaciona más con los gatos de pelaje blanco y ojos azules.

Debido a sus rasgos faciales de cara plana y chata el himalayo puede desarrollar problemas de respiración, como dificultad para respirar o respiración ruidosa, debido a la constricción de las fosas nasales. Su nariz requiere de una cuidadosa limpieza diaria para evitar la acumulación de secreciones y que así permanezca limpia y sana.

El aparato urinario es otro punto de enfermedades en la raza himalayo. La enfermedad renal poliquística (PKD 1) es un trastorno genético que se ha propagado a través de la familia de los gatos persa, y que por extensión puede afectar a los gatos himalayos, ya que se ha comprobado que el gen  puede aparecer en el himalayo que ha pasado por un programa de cría, y la enfermedad llega a afectar aproximadamente en un 50% de la descendencia de una madre que lleva el gen PKD1. Los quistes aparecen tempranamente en el riñón y provocan dilatación de los mismos, hidronefrosis, disfunción e insuficiencia renal en su evolución. Se recomienda realizar un ultrasonido desde los 12 meses de edad para encontrar y tratar posibles quistes que se puedan presentar en el gato himalayo.

Otra patología común en la raza de gatos himalayo que también afecta a los riñones es la litiasis renal, se trata de pequeñas piedras de calcio que pueden manifestarse en la vejiga del Himalaya causando malestar. Igualmente, es una enfermedad heredada de los gatos persas. Cuando los cálculos son pequeños pueden ser expulsados con la micción pero los más grandes requieren cirugía, especialmente si causan obstrucción de las vías urinarias. Es una patología que se asocia al sobrepeso.

Por otro lado, el aseo personal del gato himalayo es esencial para conservar su salud, durante su limpieza se debe prestar especial atención a sus patas para que no se ensucien de basura o de restos de arenero en los que se podrían acumular gérmenes.

Así mismo para el control de su peso y evitar problemas como la obesidad es necesario vigilar su alimentación cuidadosamente y estimularlo con frecuencia para el juego, de preferencia en ambientes al aire libre, para que con la actividad física regular queme las calorías de más.

Al igual que otras razas de pelo largo el himalayo también puede sufrir la formación de bolas de pelo en el tracto digestivo, que pueden causarle desde atragantamiento u obstrucciones en el intestino. Para combatir los tricobezoares se le administra una solución de aceite de parafina o malta para gatos para que los expulse.

Por último, el chequeo con el veterinario periódicamente es sumamente importante, se recomiendan una o dos visitas por año; así mantendrá las vacunas al día, libre de parasitosis y vigilará en general su estado de salud.

🐾 Cuidados generales

Si se quiere hacer del gato himalayo la mascota perfecta, felíz, fuerte y saludable solo hay que ponerle amor a su cuidado y tener en cuenta algunas consideraciones.

Como todos los felinos de pelaje largo, el gato himalayo requiere un cuidado particular para lucir un pelaje brillante y sedoso se debe cepillar a diario, su capa densa de pelos puede esconder enredos que deben deshacerse con suavidad. Un cepillado a diario también ayuda a eliminar el pelo muerto y caído, y reduce el riesgo de la formación de tricobezoares. Llevarlo a un peluquero felino para un corte regular mantendrá su pelaje brillante, sedoso y más sano.

La brillantez de su pelaje así como su contextura y estado de salud en general depende de una nutrición adecuada. El gato himalayo necesita tener una adecuada alimentación de acuerdo con su edad y sus requerimientos físicos, así mismo, se debe estimular con frecuencia para el juego y el ejercicio puesto que no es una raza con tanta actividad como otras por lo que pudiera desarrollar sobrepeso y obesidad. El himalayo requiere de un plan de actividad física que le permita ejercitar sus músculos y su grueso y robusto cuerpo para estar en óptimas condiciones. Para esto su dueño puede motivarlo mediante juguetes interactivos, corretearlo con pelotas, hacer que ataque a ratones con catnip, además los himalayos tienen buenas habilidades para la caza, por lo que se recomienda dejarlos jugar en el jardín o al aire libre por algunos períodos de tiempo con regularidad.

Su cara del mismo modo debe tener un cuidado especial puesto que al ser chata presenta predisposición a algunas patologías. La limpieza regular de los ángulos lagrimales de los ojos, así como de la nariz y de las orejas, con suma delicadeza empleando unas toallas de algodón o alguna otra tela suave y limpia, será suficiente para prevenir complicaciones y enfermedades por la acumulación de secreciones y polvo.

Específicamente, se puede conseguir solución fisiológica para limpiar sus ojos a diario, y posteriormente se secan con una gasa estéril, e igualmente se hace la misma práctica con su nariz. Para una limpieza más profunda de sus ojos se puede emplear una vez a la semana una infusión tibia de manzanilla colada, y secar con gasa estéril. Las orejas pueden limpiarse una o dos veces al mes.

El aseo es de extrema importancia ya que su largo pelaje puede acumular suciedad, restos de comida, y demás que se debe remover y asear con un buen baño. Se recomienda bañar el gato himalayo cuando realmente este sucio, esta práctica se le debe inculcar desde pequeño para que al ser adulto acepte el baño. Luego su pelaje se secará con un secador de cabello sin a una temperatura media, es decir, que no sea muy caliente.

Llevarlo al veterinario anualmente es una práctica obligatoria, permitirá mantenerlo al día con sus vacunas y desparasitantes, así como detectará tempranamente cualquier patología o enfermedad.

Debes mantenerle un espacio limpio y cómodo para su descanso, preferiblemente cercano al suelo, puede ser una cama para gatos adquirida en una tienda de mascotas o una caja forrada en tela con un cojín, y recuerda asear con regularidad esta cama. Así mismo debes proporcionarle una caja con arena para gatos que sirva para que realice sus necesidades fisiológicas la cual debes cambiar con frecuencia.

Con estos sencillos cuidados el gato himalayo puede acompañarte alrededor de unos 12 a 18 años, que es su esperanza de vida siendo la mascota preferida de tu hogar.