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Gato Burmilla

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Gato Burmilla: Tu nueva mascota

El gato burmilla es un ejemplar fascinante con unos destellantes y penetrantes ojos verdes que cautivaran a cualquiera.

Esta raza nació de un accidente casual cuando se cruzaron un gato persa Chinchilla con un gato birmano, siendo el resultado un magnifico felino que reúne las mejores características de ambas razas. Los burmilla son gatitos tranquilos y divertidos, pueden ser mascotas perfectas para cualquier clase de hogar, bien sean grandes familias, abuelitos o incluso para los solteros, el gato burmilla es una excelente opción de compañía.

La mezcla de dos gatos, un persa Chinchilla con un gata birmano de color lila, se dio por casualidad sin un plan predeterminado, estos felinos heredaron lo mejor de ambas especies; dicho nacimiento se tuvo lugar comenzando la década de los 80 en Gran Bretaña y de la combinación del nombre de ambas razas es que surge la palabra “burmilla”, gato burmés más Chinchilla.

Los primeros cachorros felinos que nacieron eran tan llamativos que inmediatamente se ganaron el amor y el interés de los criadores, quienes emprendieron la iniciativa de desarrollar al máximo esta nueva raza, fueron haciendo cruces, estableciendo programas de cría, investigando las pruebas genéticas, hasta que consiguieron definir los estándares para esta nueva raza de gatos, los burmilla.

También en los años 80 se logró el reconocimiento de los gatos burmilla por la Asociación Británica de Felinos, y en los 90 consiguió el registro oficial en la Federación Internacional Felina.

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Cuando observamos a este precioso ejemplar encontramos que la anatomía del gato Burmilla es la de un felino de tamaño mediano, con un cuerpo definido y musculoso, pero a la vez de rasgos muy elegantes, con unas patas que si bien son delgadas son muy fuertes.

Con un dulce carácter amable, cariñoso, activo y juguetón listo siempre para compartir con toda la familia, se sabe también que los burmilla son gatos independientes pero muy apegados a su dueño.

Si conoces un gato burmilla seguramente quedarás encabtado(a) con su personalidad. Esta raza se divierte interactuando con las personas así como con otras mascotas, y son felices con el juego y el esparcimiento. Son gatos que toleran la soledad en el apartamento mientras estás en tus horas de trabajo, se la llevan bien con mascotas y no causan problemas con desconocidos, ya que no son nada agresivos, todo lo contrario, son demandantes de mimos y caricias.

Otro magnifico aspecto es la increíble inteligencia de los gatos burmilla y la facilidad que tienen para la comunicación a través de suaves maullidos que te indicarán cada vez que quieran o necesiten algo, pueden en ocasiones ser muy insistentes y no se callarán hasta obtener eso que desean.

El burmilla también se conoce por su sinónimo como «gato plateado» debido a su llamativo color de pelo que es plata en la base con la característica especial del tipping, esto es que el extremo del pelo tiene otro color que puede ser negro, lila, azul, chocolate, canela, crema o rojo. Algunas zonas del cuerpo, como la espalda, el rostro y la cola son algo más oscuras.

El burmilla se ubica en la categoría III de la clasificación de la Federación Internacional de Felinos, junto con las otras razas de pelo corto y con el gato somalí, y en líneas generales se reconoce como un gato de pelo corto.

Si se le proporcionan al gato burmilla los cuidados esenciales y necesarios, ésta linda mascota puede acompañarte por más de 15 años. ¡Vamos a conocer más del bonito gato burmilla!

Historia y Origen del Gato Burmilla

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Investigando sobre el origen de la popular raza de gatos burmilla se cuenta una interesante historia que nos lleva a ubicar en el Reino Unido, específicamente hacia el año de 1981, donde por casualidad dos especies se mezclaron, se cruzó un gato macho persa Chinchilla con una hambre de la raza burmés de color lila, resultando una llamativa camada de gatitos que captó la atención de los criadores.

Eran cuatro gatitos que exhibían un aspecto curioso y muy vistoso ya que las puntas de los pelos eran coloreadas en negro inusual, con un color de fondo plateado que hacía resaltar todo el pelaje corto y sedoso de los gatitos por sus destellos.

Los padres originales de esta primera camada eran mascotas de la nobleza ya que pertenecían a la baronesa Miranda von Kirchberg, y sus nombres, de acuerdo con la historia, eran Sanquist, un macho persa Chinchilla de pelo largo y de color plata, y Faberge, una hembra birmana de color lila. En relación a este cruce, se cuenta la anécdota de que Faberge, la gata birmana, fue enviada a cruzarse con un macho de su misma raza, pero en el nacimiento de sus gatitos, la camada que se obtuvo distaba mucho de ser los característicos gatos birmanos, así fue como se conoció de su “romance” con Sanquist, el macho Chinchilla.

Los cuatro primeros gatitos burmilla de la camada inicial se llamaban Galatea, Gemma, Gabriela y Gisella; todos resultaban muy atractivos por su pelaje inusual. Por tal motivo, la baronesa Von Kirchberg decidió no castrarlos, y emprendió la busca de criadores para que partiendo de esta camada se desarrollase una nueva raza.

De inmediato los criadores maravillados por estos gatitos, iniciaron un programa de crianza de esta nueva raza, buscando al gato que reúna las mejores características de ambas razas, con el pelo corto del gato burmés, la complexión y el físico fuerte y musculoso de ambas razas, y por supuesto, los destellos plateados coloridos de esta primera camada de gatitos.

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Los primeros gatitos se cruzaron con gatos birmanos, con lo que se logró que las siguientes camadas conservaran el pelo corto de los gatos birmanos. Años más tarde, la baronesa Von Kirchberg fundó la Asociación de gatos Burmilla en Inglaterra, para promocionar esta hermosa y llamativa nueva raza.

Del mismo modo, se sabe que una de las criadoras llamada Therese Clarke, se interesó por los gatitos tanto que decidió adoptar de la primera camada a Gemma, y posteriormente estableció el Club de Felinos Burmilla (Burmilla Cat Club) en el año de 1984. Esta misma criadora, Clarke, traslado a los gatitos hacia Dinamarca en el mismo año.

Ya para el año de 1990, los estándares de la raza del Burmilla se habían definido y entonces comenzó a ser aceptado en competiciones y exhibiciones de felinos. Su reconocimiento por la Federación Internacional de Felinos (FIFe) se logra finalmente en el año de 1994.

En el programa de cría con el propósito de que la raza se mantuviese en el tiempo se realizaron diversas pruebas genéticas, seleccionando los mejores de cada camada hasta obtener al gato burmilla perfecto de hoy en día. Se menciona en algunas fuentes que en el proceso de selección se identificaron algunas enfermedades genéticas que fueron superadas.

En la actualidad los gatos burmilla son felinos llamativos y atractivos por su color de pelaje plateado con destellos coloridos. Sin embargo, aun en Inglaterra, su país de origen, el gato burmilla no es muy popular, existiendo pocos felinos de esta raza, la cual aun se define una raza experimental, en espera de la aceptación por importantes asociaciones norteamericanas para hacer la raza oficial en este país.

Características Principales

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El gato burmilla adquirió las características físicas de sus progenitores el persa Chinchilla y el gato birmano, ya que podemos ver que es un gato robusto, de tamaño mediano, con un peso que oscila entre 4kg y 7 kg, siendo las hembras las de menor peso como en la mayoría de las razas. Esta raza de gatos tiene un cuerpo musculoso, fuerte, marcado, aunque es grueso su porte al igual que su andar es muy elegantes.

En el gato burmilla vamos a identificar una silueta estilizada que es dibujada por las líneas de su cuerpo. En el dorso o espalda se observa una línea recta, pero en su pecho se denota una forma redondeada de tórax algo ancho. En cuanto a sus patas, estas son largas y adelgazadas, las cuales son sumamente fuertes, teniendo curiosamente las patas traseras algo más largas que las patas delanteras. En relación a la cola, esta es ancha en la base y a medida que se alarga se va afinando, está cubierta de pelo y termina en una punta redondeada, a este nivel el pelaje es algo más oscuro.

Se puede comprobar en las fotos que la atractiva apariencia del gato burmilla es la de un felino muy elegante, con porte extranjero y de buen tamaño mediano.

Con respecto a su cabeza, tiene forma de cuña, con la particularidad de que hacia el extremo superior es ligeramente redondeada y con una separación media entre las orejas las cuales tienen la forma de un triangulo ensanchadas en la base y terminan en unas puntas que son de ángulo romo, es decir, más o menos redondas y se disponen un poco inclinadas hacia delante, por lo general en las gatas burmilla hembras vistas de frente se puede ver como la línea de la oreja se continúa con la de la cara, no sucede así en el caso de los burmilla machos porque los gatos burmilla machos maduros pueden adquirir una mejilla redondeada que hace que se pierda esta línea recta.

A nivel de las la cabeza es más ancha, pero si se siguen las líneas hacia la mandíbula se va haciendo estrecha, como si fuese una cuña roma. Sus pómulos son anchos más o menos prominentes, con un pequeño hocico agudo.

Si se observa al gato burmilla desde una vista de perfil, se observa que sus rasgos faciales muestran una sutil inclinación, como si fuese una línea recta que sigue una dirección oblicua en la que discretamente sobresalen dos pequeñas prominencias que son la punta de la nariz y el mentón.

En relación a los preciosos ojos del gato burmilla, tenemos un par de observadores que son grandes, están separados uniformemente por un ángulo de la nariz, oblicuo con una línea superior curva justo a nivel del ángulo y que se hace oblicuo aun más hacia la línea nasal inferior.

Estos gatos burmilla son muy expresivos con su mirada, la cual da la sensación de que fuesen un par de ojos muy luminosos, también por su llamativo color verde que se presenta en diversos tonos y variedades, algunos tonos de amarillo y el color ámbar pueden verse en los ojos de los gatos más jóvenes. Estos ojos con forma de almendra, están marcados como si fueses delineados con color negro.

Finalmente, hablando del pelaje del gato burmilla, se puede apreciar un pelaje que por lo común es corto aunque también puede ser largo. El pelo del burmilla cuando es corto es muy denso, con doble capa de pelo adherido, cuando el pelo es largo es más o menos extenso y está desprovisto de la segunda capa de pelo.

El tono de color es por lo general un fondo plateado que en las puntas del pelaje se ve un segundo color que puede ser azul, chocolate, negro, lila, rojo o crema. El cepillado de vez en cuando ayuda a mantener el pelaje suave y brillante. A la textura la sensación es suave y sedosa. El gato burmilla puede ser de pelo corto y tener algunos mechones largos a nivel de las patas traseras, la cola y las orejas. Presenta un sombreado a nivel de la cara, orejas, dorso, y cola.

Carácter y personalidad del Gato Burmilla

Además de hermoso y muy llamativo, el gato burmilla también es apreciado y solicitado por su fascinante personalidad, dulce, afectuosa y tranquila. Observamos en el gato burmilla una mascota plácida en exceso, muy sencilla de para convivir con humanos e igualmente con otros animales.

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En sus relaciones afectivas, los ejemplares de la raza burmilla son gatos cariñosos, afectuosos y dulces que son buenos compañeros tanto para los niños, como para adultos y para abuelos.

En los primeros días de convivencia, cuando recién se adopta al gato burmilla, nos puede parecer un felino independiente, sin embargo a medida que pasan los días, con el trato, el burmilla va aflorando su carácter amistoso, hace trucos solo con tal de ver feliz a su amo, es muy apegado a su gente y les encanta compartir con ellos y seguirlos a donde quiera que vayan. Su naturaleza camada, relajada, equilibrada y tranquila lo hacen un gran amigo para tener en ambientes cerrados.

De sus raíces birmanas ha heredado su actitud sociable con las visitas en el hogar, con los pequeños traviesos de la casa y con otras mascotas, aunque se trate de perros.

El gato burmilla es un felino amable, cercano a su familia, espera poder pasar junto a su dueño largos momentos de caricias y diversión. Se sentará cerca de su amo para demostrarles su cariño y afecto con caricias, esperando de vuelta mimos y cariños los cuales seguirá respondiendo si lo consientes. Los abrazos derriten el corazón del gato burmilla, es muy afectuoso y amoroso con todos y en especial con su persona favorita en la familia.

La agresividad no es una emoción que conozcan los gatos burmilla, todo lo contrario, son calmados, tranquilos, sumamente pacíficos. Se destaca en los burmilla su gran inteligencia y astucia, aprende rápidamente trucos y es capaz de comunicarse con su familia a través de suaves maullidos e inclusive hasta gestos. El gato burmilla es sentimental y emocional, algunos criadores mencionan que puede percibir los estados de ánimo de su familia.

Con un alto nivel de energía el gato burmilla se distingue de otras razas porque en lugar de dormir durante largas siestas, como todos los demás gatos domésticos, es un gato siempre alerta, despierto, muy activo y hasta algo travieso, con ganas de querer jugar la mayor parte del tiempo, invitara a su dueño a que juegue con él.

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Los gatos de raza burmilla son felinos trepadores y saltadores, que necesitan de ambientes al aire libre de vez en cuando para liberar toda esa energía escalando árboles. Dentro del hogar puedes conseguir estantes para gato para ayudarlo a entretenerse.

Necesitan de juegos a diario así sea solo durante un momento, y luego de jugar, se echan al lado de su humano para recibir las caricias y los mimos que tanto disfrutan. Los burmilla aman que les acaricien el estómago.

Además de todas estas virtudes, el gato burmilla del mismo modo tiene un enorme capacidad para adaptarse a su entorno sea cual sea el tipo de hogar, bueno y dispuesto para convivir con humanos de cualquier edad, y con diversas especies de mascotas, son sociables, además disfrutan y se alegran con la compañía de otros. Pueden vivir cómodos en casas pequeñas o grandes, siempre haciendo la salvedad de sacarlos al parque a que se diviertan de vez en cuando, ya que es en los ambientes exteriores en los que se sienten libres para escalar y tomar el sol, de otra forma podrían perder su espíritu juguetón.

El gato burmilla es un minino leal, cercano, fiel y apegado a su dueño, acompañará a toda la familia por todos los años de su vida. Es una mascota sencillamente ¡genial!

Dieta y alimentación del Gato Burmilla

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Los gatos son animales carnívoros, esto quiere decir que su alimentación se basa principalmente en alimentarlos con productos cárnicos, elaborados industriales o comidas naturales, los cuales van a proporcionarles al gato burmilla los requerimientos proteicos y nutricionales que requieren para su óptimo crecimiento sano, fuerte y saludable.

Las opciones para su alimentación pueden ser productos elaborados industriales como el pienso seco, de preferencia que sea sin cereales agregados y de la mejor calidad, además es mejor seleccionarlo bajo en calorías y carbohidratos. El pienso se le ofrecerá alrededor de dos o tres tazas al día, dependiendo de la etapa de desarrollo en la que se encuentre y de los hábitos y estilo de vida del gato burmilla.

Los piensos húmedos pueden ser complementarios en la nutrición de la raza de gatos burmilla, estos productos en ocasiones pueden contener gran cantidad de grasas e hidratos de carbono por lo que no son los más apropiados para el felino, es recomendado que solo sea un menú ocasional en la dieta y que sean productos de buena calidad.

En relación a los bocadillos, en las tiendas de mascota pueden obtener alimentos para gatos de tipo bocadillos, como dulces y galletas. Los gatos burmilla son muy inteligentes que aprenden trucos, puede premiárseles con estos bocadillos durante su entrenamiento.

La comida naturas a base de carnes y pescados, es una gran opción para la buena nutrición de los gatos burmilla, de estos alimentos conseguirán todos los nutrientes que requieren para un crecimiento y desarrollo fuerte y saludable. Se le deben proporcionar trozos de carne o pescado cocidos y nunca crudos, mezclados con vegetales cocidos, algunas opciones pueden ser nabos, zanahorias, papas, etc.

Hay que ser creativos y variados con el menú de los gatos burmilla, de otra manera, el gato podría convertirse en un comedor un tanto quisquilloso que no acepte muchos alimentos. Las frutas, las nueces, los lácteos muchas veces no son bien recibidos por los gatos burmilla.

Las porciones necesarias cambian en función de los requerimientos y necesidades nutricionales del gato burmilla en cada caso particular.

Como son felinos que tienen tendencia y predisposición a desarrollar obesidad y sobrepeso, resulta apropiado ofrecer el alimento ya sea pienso seco, pienso húmedo, o productos cárnicos naturales en varias porciones durante todo el día las cuales deben ser pequeñas o medianas, alternando entre comidas premios con algunos bocadillos sobre todo en los períodos de juego y diversión.

Otra manera es darle la mitad de la porción de alimentos en hora de la mañana y la otra mitad de los alimentos durante la noche, con bocadillos entre las comidas pero sin excederse, debido a los problemas metabólicos que puede desarrollar el gato burmilla.

Ten cuidado con estas golosinas, recuerda que solo deben ser un alimento ocasional, así que no predominen en su alimentación. Si la comida es natural preparada por sus dueños, que sea preferiblemente cocida y baja en sal, para evitar patologías.

Consultar al veterinario y al nutricionista felino es un gran consejo, sobre todo a la hora de recién adquirir de mascota al gato burmilla, para saber qué cantidad exacta de raciones se ofrecen al día, cuál es la proporción de los alimentos, en qué momento administrarlos, como variar la dieta, y muy especialmente las marcas de productos que adquirir para alimentar al gato burmilla en lo que se refiere a pienso seco y pienso húmedo, ya que no todos los productos comerciales ofrecen la misma calidad, ni el mismo contenido de nutrientes.

Finalmente no hay que olvidar el agua, el buen estado de hidratación es necesario para que los procesos digestivos se den con regularidad y para que todo el organismo felino trabaje dentro en óptimas condiciones. Un buen tazón de agua limpia y fresca, cambiada con regularidad se le debe ofrecer diariamente.

Salud del Gato Burmilla

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Como sabemos la raza de gatos burmilla se desarrollo por medio de un cruce accidental entre el gato Chinchilla y el gato birmano, que dio origen a una camada de gatitos tan llamativos que en seguida captó la atención de los cuidadores y despertó el interés por desarrollar esta raza de gatos nueva llamada burmilla.

Podemos decir entonces que aunque inicialmente su origen fue un “accidente natural”la manipulación genética ejercida por el hombre en los sucesivos cruces llevados a cabo para el establecimiento de esta raza hacen que entonces los gatos burmilla sean unos felinos creados con la intervención humana.

Del mismo modo se conoce que las razas creadas por la intervención del hombre tienden a sufrir mayores problemas de salud que las razas de gatos que surgieron de manera espontánea y natural.

Se sabe que durante los cruces iniciales que se llevaron a cabo para el desarrollo de la raza de gatos burmilla surgieron algunos problemas genéticos en las primeras generaciones, tales como problemas congénitos, cardiopatías y patologías oculares.

Sin embargo,  gracias al proceso de selección de los mejores ejemplares que realizaron los criadores de estos felinos, los gatos burmilla hoy en día son una raza fuerte y saludable.

Las patologías congénitas han quedado atrás y se presentan con muy poca frecuencia, y en general estos gatos se enferman poco, no tienen enfermedades ligadas a la raza ni conocidas distintas a las de los demás felinos.

Para asegurarse de que su gato burmilla sea un ejemplar sano, al momento de su adopción debe prestar mucha atención a las certificaciones de salud que provee el criador de gatos burmilla de donde va a adquirir a su gatito mascota.

Esta precaución debe tomarse por el riesgo potencial de enfermedades genéticas que podrían presentarse y afectar la salud del gato burmilla.

Así mismo, al momento de decidirse por adoptar un gatito de esta raza es apropiado realizar una adecuada investigación para seleccionar solo criadores autorizados.

El criador de felinos burmilla que esté acreditado será una persona responsable, sincera en cuanto a problemas de salud se refiere y aconsejara y advertirá sobre posibles patologías que pudieran encontrarse en esta raza, la incidencia con la que pueden presentarse y las líneas de descendientes más propensos.

Los gatos de la raza burmilla son mininos domésticos muy sanos, que tienen una esperanza de vida de 9 hasta 13 años, aunque algunas fuentes mencionan que hasta los 15 años pueden durar.

Algunas condiciones patológicas que pudieran presentarse a lo largo de su vida son las alergias por la forma de sus rasgos faciales que puede dificultar el manejo de secreciones, la rinitis alérgica puede ser común en estos animales.

Otra enfermedad que se ha encontrado en algunos ejemplares de esta raza es la Enfermedad Renal Poliquística, que se expresa tempranamente en la vida del gato, y lleva a la formación de quistes múltiples en los riñones que a la larga lleva a que desarrollen insuficiencia renal. Esta es una patología genética.

Para evitar esta última enfermedad renal, los criadores acostumbran a estudiar a los progenitores mediante un ultrasonido abdominal con enfoque renal antes de la reproducción para demostrar que los gatos no padecen esta patología y son aptos para el programa de cría. Dichos hallazgos se dejan por escrito en un acta como garantía de la salud de los gatos burmilla criados.

La obesidad es una alerta amenazante para los gatos burmilla. Pueden desarrollar este problema metabólico si su alimentación no sigue los estándares recomendados. Para ello es necesario consultar con los especialistas acerca de las raciones de comida, las porciones y el tipo de alimento que debe ofrecérseles. Igualmente es fundamental el ejercicio físico a través de los juegos en los ambientes exteriores para fortalecer su salud en general, prevenir obesidad y ayudarlo a quemar toda esa gran energía que guarda en sí.

Entre otros datos de interés con respecto a la salud del gato burmilla tenemos que su pubertad por lo común se presenta entre los 4 y 12 meses de edad, época en la que pueden ser un poco más enérgicos y traviesos de lo habitual. En las hembras la gestación tiene una duración de 63 a 65 días, dando a luz una camada de gatitos en promedio compuesta por 4 cachorritos.

Cuidados generales

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Tener como mascota a un gato burmilla resulta simplemente genial, ya que es un gato fuerte, sano, divertido, juguetón, con una personalidad encantadora, dulce y amigable y lo mejor de todo es que no requiere mayores cuidados distintos a los del resto de los felinos domésticos en general.

Comencemos por prestar atención a su higiene. El pelo es lo principal a tener en cuenta hablando de los gatos domésticos, el burmilla presenta la ventaja de tener un suave y sedoso manto de pelo corto que no se enreda, se cae muy poco y genera pocas alergias.

En el caso de los ejemplares de pelo largo, su manto también es fino y sedoso, con un largo mediano y mechones en las orejas, cola y patas, este podría ser más propenso a enredarse pero son la minoría de los ejemplares los que tienen el pelo largo dentro de los gatos burmilla.

Por tal motivo, su aseo es muy fácil y sencillo, basta con peinarlo y cepillarlo con cepillos de cerdas suaves pero firmes que puedes adquirir en cualquier tienda para gatos, el peinado ayudara a estimular la circulación de la piel del felino, removerá los pelos caídos y mantendrá su manto, suave, sedoso y libre de enredos. Una o dos veces por semana son suficientes para cepillar al gato burmilla.

La limpieza de su rostro es otra área clave en el cuidado de la higiene de los gatos burmilla. Este felino puede sufrir de rinitis por lo que se recomienda que al menos una vez a la semana se asee su nariz y sus ojos con una gasa estéril impregnada en solución fisiológica, para remover polvo, secreciones y suciedades. Puede consultarse al veterinario acerca de gotas nasales y colirios para aliviar y mejorar la congestión de los felinos.

El aseo de las orejitas es también muy importante para los gatos burmilla; se recomienda tomar una gasa estéril con solución y limpiar con suavidad las orejas, desde la base a la punta, para evitar acumulo de secreciones y polvo, cuando menos una vez por semana.

Pregunte al veterinario si se puede indicar algunas gotas para los oídos. No hay que descuidar las revisiones periódicas de los dientes, cepillarlos una vez al mes, así como revisar sus uñar y recortarlas con sumo cuidado ocasionalmente.

Desde que es cachorro se debe acostumbrar al gato burmilla a esta rutina de aseo para que no tenga problemas ni se porte travieso o intolerante ante estos momentos de limpieza cuando toque hacerlo de adulto.

Cuida de la alimentación del gato burmilla, con productos elaborados de la mejor calidad, libres de cereales y bajos en calorías, ó si se adopta una dieta natural, cocina bien los alimentos y consulta a un especialista para armar los menús que necesita tu gato burmilla. La alimentación suficiente fortalecerá su salud, previene enfermedades y además evitará la obesidad. La dieta debe ser rica en nutrientes y minerales y baja en grasas y calorías.

Llevar al gato burmilla al veterinario cuando menos una vez cada 6 meses va a permitir vigilar su crecimiento y desarrollo, además va a mantener al día su esquema de vacunas y sus desparasitaciones.

Si tu casa es pequeña y no tiene ambientes exteriores, recuerda llevar al gato burmilla de vez en cuando al parque, necesita correr, brincar, saltar que son actividades al aire libre que disfruta mucho y le ayudan a conservar además de su salud un buen estado de ánimo. En el hogar puedes conseguirle un gimnasio para gatos, para que se divierta mientras esta solo en casa.

La edad ideal para adoptar a un gato burmilla es los dos meses de edad, espera este tiempo para adquirir tu gatito y asegúrate que puedas brindarle todo lo que él necesita para que crezca feliz y sea un gato sano y fuerte que te sirva de mascota por muchos años.