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Pekinés

pekingese

Introducción de la Raza

El pequinés es quizás uno de los perros más emblemáticos de toda China, son pequeños perritos con apariencia tierna pero fuerte carácter, durante mucho tiempo fueron considerados como las joyas de la alta nobleza china, la familia imperial los veneraba tanto que aplicaron leyes especiales para protegerlos y castigaban severamente a cualquiera que los dañase, además eran considerados símbolos religiosos en el budismo.

Aunque su distribución estuvo estrictamente regulada durante varios siglos, en la actualidad son una raza popular, extendida en todo el mundo, su aspecto tierno atrae innumerables fanáticos que desean criarlos, sin embargo, no son perros sencillos, conviene conocerlos bien antes de convivir con ellos. Por eso hemos redactado este resumen de modo que te familiarices con estos simpáticos perritos.

Debemos conocer varios aspectos del perro pequinés antes de decidir criar uno, dichos aspectos son:

• DIMENSIONES Y PESO: Hay algo muy interesante con respecto al tamaño de esta raza, sus machos son más pequeños que las hembras, usualmente el macho solo pesa 5kg mientras la hembra puede pesar hasta 5,5k, su longitud es de 15 a 23 cm

• ASPECTO FÍSICO: Son perros pequeños, con cabeza ancha y baja, hocico corto y sobre todo ojos pequeños pero profundos, los cuales acentúan su aspecto tierno, sus patas son cortas pero robustas.

• ESPACIO NECESARIO PARA VIVIR: Es un perro ideal para la vida en los apartamentos, desde siempre ha sido criado para adecuarse a la vida en interiores, así que no será problema criarlo en un espacio reducido, aun así se saque a pasear con cierta frecuencia para evitar el sedentarismo.

• EJERCICIO NECESARIO: Como raza de interiores que es, no necesita tanta actividad física, tampoco se destaca por su gran amor a los paseos, pero los dueños deben asegurarse de que realicen actividad física leve diariamente, lo ideal serian caminatas cortas para mantenerlo balanceado.

• ESPERANZA DE VIDA: Pueden vivir entre 12 a 15 años, sin embargo padecen de varias enfermedades comunes, por lo tanto será necesario mantenerlo en un estricto control veterinario para asegurarle una vida sana.

• ALIMENTACIÓN: Debe ser balanceada de acuerdo a las necesidades de un perro de su tamaño. El sobrepeso es un problema muy grave para estos perros, este puede causarle problemas respiratorios y cardíacos, por lo tanto será vital que su alimentación sea medida y evitar los excesos.

• PELAJE: Su pelaje es muy bonito, el mismo cubre todo su cuerpo con un manto grueso, los pelos son largos y sedosos excepto en la cara donde tienden a ser más cortos, su coloración puede variar entre negro, rojizo, marrón, blanco y otras tonalidades menos comunes, también es posible la existencia de manchas de diferente distribución.

• CLIMA ADECUADO: Los pequineses cuentan con un grueso pelaje que los protege muy bien del frío, de modo que el invierno no les resulta muy preocupante (aunque no se recomienda que duerman afuera en ese período).

Su pelaje en compañía de sus hocicos cuadrados, hace que los climas cálidos les afecten de sobre manera, así que es mejor tenerlo en un ambiente con aire acondicionado si el ambiente de nuestro país es muy caluroso.

Personalidad del Pekinés

Es un perro muy afable, se encariña mucho con un miembro Los chinos creían que los pequineses provenían del cruce entre un rey león y una pequeña mono, la herencia de su padre explicaría su personalidad valiente, con un gran orgullo que se siente a flor de piel, mientras que posee también el amor y la inteligencia de su madre.

Los pequineses son perros algo difíciles de clasificar, son perfectos para la vida en familia, se apegan mucho con su amo, disfrutan de estar acostados en su regazo, sin embargo no se llevan tan bien con los extraños, con los cuales podría mostrarse desconfiado, o incluso furioso en el peor de los casos.

Es un perro acostumbrado a los mimos, también a los lujos, pero aun así algunos lo comparan más con un gato que con un perro, es autosuficiente, tiene gran autoestima y muestra mucha dominancia a pesar de su pequeño tamaño, no suele compartir sus juguetes de buena gana.

No son perros agresivos, pero pueden ladrar bastante. Puede que no se lleve tan bien con los niños, recordemos que este es un perro criado para emperadores, así que puede que le falte paciencia para cualquier que no lo trate con respeto, incluyendo los infantes, sin embargo puede acostumbrarse a ellos si es familiarizado desde cachorro, en cuyo caso podrá tolerar a los más chicos.

Con otros pequineses pueden formar gran compañerismo, pero con otros perros puede ponerse temperamental, incluso si son más grandes que él, hay que tener cuidado de darle una socialización adecuada a fin de evitar ese problema.

En general, sus problemas de conducta pueden ser solucionados fácilmente siguiendo un entrenamiento adecuado, para que conozca su lugar en la familia y el trato que debe tener con las personas.

Historia y Origen

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El pekinés es un perro vinculado estrechamente con la historia China. Un país con una historia tan rica y antigua produjo este perro que acompañó durante tanto tiempo a la familia imperial, viviendo en los palacios reales y siendo venerado con respeto.

Sin duda, los ancestros del pequinés fueron criados en toda China como perros comunes del pueblo, sin embargo unos ejemplares especiales fueron seleccionados para la crianza que produjo al actual pekinés.

El perro que acompañaría al emperador poseía características notoriamente diferentes de sus contrapartes plebeyas. Tenían un aspecto general muy delicado y su tamaño era considerablemente menor, además su carácter reflejaría la dignidad que debía poseer este perro casi sagrado. Luego de que la raza fue creada a nadie se le permitió producir un perro igual.

El pequeño tamaño de estos perros les permitía incluso ser introducidos en las mangas de las damas de la corte, los medios usados para la reducción incluían en algunos casos métodos mecánicos que resultarían inverosímiles hoy en día, pero estos métodos serian abolidos gracias a la emperatriz Tsu Hsi (conocida por su amor hacia los animales y por su gran cuidado hacia los pequineses), ella hizo que solo estuviese permitida la crianza selectiva como método de reducción.

Se dice que los pequineses eran parte central de la corte imperial, solo los más poderosos tenían el derecho de poseer uno, tal privilegio era ostentado por lo general por personas con sangre real. Por lo tanto no se trataba de un perro común, sino uno al cual había que tratar con el mismo respeto con el cual se trataba al emperador.

Así como los plebeyos no tenían permitido observar al soberano, igualmente no podrían dirigirle la vista a un pekinés, incumplir esta regla, o mostrar otro tipo de irrespeto era algo que aseguraba castigos severos, incluso la muerte era una opción.
Tampoco se escatimaban en gastos para su alimentación, la dieta del perro imperial podía incluir exquisiteces como aleta de tiburón, pechugas de codorniz y té fermentado de capullos primaverales.

Aun cuando los emperadores y su familia eran quienes ostentaban el derecho de poseer a estos perros era relativamente común obsequiarlos a otras casas reales en Asia, es así como muchas razas orientales recibirían la influencia de los ejemplares recibidos por los monarcas, algunos ejemplos de ello son el Chin Japonés, el pug, el Spaniel tibetano y el perro Happa.

El pequeño pekinés aparecería en gran cantidad de obras de arte a lo largo del imperio Chino desde épocas anteriores al cristianismo, las representaciones incluían pinturas y estatuas de bronce.

Una representación muy particular es el uso de los pekinés como perros que personifican al león del budismo, de tal manera estos perros se convertirían en un símbolo sagrado.

Muchos de los cuadros que muestran al legendario perro león son parte de las exhibiciones de los museos históricos actuales, sin embargo otros ejemplares forman parte de colecciones privadas.

El Pekinés en Occidente

¿Cómo es que estos perros orgullosos llegaron hasta occidente?, naturalmente ningún emperador chino entregaría a sus preciadas mascotas, tampoco sería fácil tomarlos como trofeo de guerra, pero durante una guerra en la década de 1860 los británicos lograron invadir China y llegar hasta la ciudad prohibida, allí consiguieron a 5 perros pequineses que pertenecieron a una tía del emperador que eligió suicidarse en lugar de huir. Estos 5 perros serían los primeros en llegar a Gran Bretaña.

Estos perros llegarían a Gran Bretaña como regalos para la reina Victoria y otros nobles importantes, la reina recibió una perrita particularmente pequeña y la crió hasta que el animal murió en 1872.

El destino de los otros pequineses de la ciudad prohibida fue variado, muchos huyeron junto a sus amos, otros fueron eliminados ya que era preferible matarlos que entregárselos a los “demonios extranjeros”, algunos serian sacados del palacio y vendidos por los eunucos a nobles chinos importantes, con este suceso finalizaría la exclusividad de la que gozaron por siglos.

A partir de los perros que llegaron a Inglaterra se criarían muchas camadas que posteriormente serian la base de esta raza en occidente, para su mejoramiento se importaron otros pequineses luego de que el contacto entre Occidente y China se viese establecido.

El Pekinés en Estados Unidos y su popularidad actual

La historia de los pequineses en Estados Unidos está estrechamente relacionada con los ejemplares de Gran Bretaña, sin embargo algunos ejemplares llegaron al país luego de haber sido sacados de China como contrabando, un caso particular fue el un cachorro regalado a la hija de Theodore Roosevelt por parte de la emperatriz china de la época.

El American Kennel Club AKC reconoció a esta raza en 1906, a partir de allí creció su popularidad exponencialmente, esto hizo que se crease el club americano de los pequineses en 1909.

Actualmente el pequinés es un perro muy popular, existen cientos de ejemplares registrados cada año en las exhibiciones caninas y han obtenido títulos importantes incluyendo varios campeonatos. Habría que preguntarse si los antiguos chinos estarían de acuerdo con que sus perros sean queridos por tanta gente alrededor del mundo, pero es probable que la emperatriz Tzu Hsi estuviese muy orgullosa.

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Comportamiento con otros perros

El pekinés es un perro independiente y también puede mostrar una actitud un tanto arrogante, tal vez esto se debe a que durante años fue el consentido perro de la realeza en el imperio de China. Si bien este perrito apenas alcanza los 30 cm de alto, esto no le impide ser un excelente perro guardián, aunque no es ruidoso ni acostumbra a ladrar en exceso, el pekinés emite sonidos de alerta y gruñidos inmediatamente que nota la presencia de algún extraño invadiendo su territorio, incluso si se trata de otros perros más grandes que él, el pekinés los atacará si es necesario, si se siente amenazado, en peligro o invadido.

Este perrito es un amigo valiente, fiel, y cariñoso únicamente con su familia. Con los demás suele ser esquivo, distante e indiferente. Cuando se trata de perros u otras mascotas es muy territorial, no le gusta que invadan su sitio, ni tampoco que otras mascotas le quiten atención de sus dueños, esto podría traer problemas de convivencia y conducta, especialmente con otros canes que tengan esa misma actitud de líder y territorial que tiene el pequinés.

El perrito de esta raza tiene un carácter fuerte y dominante, le gusta ser el centro de atención y disfrutar de todos los mimos y cariños de su dueño, aunque no muy dados a los afectos, aunque es celoso y caprichoso en ocasiones, y no le gusta quedarse solo por largos períodos de tiempo a pesar de ser poco activo y que prefiere estar echado en el hogar en un sitio cómodo sin que lo molesten, antes que salir  a una caminata por el parque o a pasear.

De modo que su relación con otros perros y mascotas es muy particular. Si no se muestra agresivo con ellos, el pekinés tratará de imponerse como el líder y dominante, a pesar de que sea un perro dos o tres veces más grande que él, no será impedimentos para que el pequeño pekinés se manifieste como el líder del grupo y rechace a los otros, los ahuyente de su territorio e inclusive pueda tornarse agresivo hacia ellos, ya que este perrito es celoso y le gusta ser siempre el centro de atención.

En este sentido, no se recomienda compartir el hogar de un pekinés con otro can, y si esto sucede, es mejor asegurarse de que cada uno tenga su propio espacio, para evitar conflictos. Así mismo, es preferible que se trate de razas con un carácter pacífico, tolerante, sociable y amistoso, que tenga un temperamento que sea adecuado para la convivencia con un perro de mal genio como lo es este perrito, el pekinés.

Dieta y alimentación

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Con respecto a la alimentación del perrito pekinés, debemos decir que es un perro un tanto glotón, a pesar de su pequeña estatura puede comer porciones tan grandes como las que se le sirven a cualquier perro de gran tamaño, pueden comer en exceso, lo cual puede resultar en problemas como sobrepeso u obesidad, si el dueño no pone límites a los caprichos de alimentación de este perro.

Se recomienda para el pekinés una dieta que sea lo más equilibrada posible, compuesta por alto contenido de proteínas, especialmente durante la época en la que este perrito es cachorro para que su crecimiento y desarrollo sean adecuados y se convierta en un adulto fuerte y sano. Así mismo, son importantes los productos alimenticios ricos en los nutrientes necesarios que permitan que el pekinés goce de un pelaje brillante y sedoso, es por ello que tal vez tengas que probar varios nombres comerciales antes de dar con el alimento idóneo que conserve la salud y la belleza de tu pekinés.

Entre las opciones de alimento para este perrito destaca el pienso seco, el cual es altamente recomendable para todas las mascotas, sin embargo, por su textura es probable que el pekinés rechace este tipo de alimento y prefiera más uno húmedo o semi-húmedo. El pekinés es algo caprichoso y exigente con su dieta, si come siempre lo mismo podría aburrirse, de modo que es recomendable variar un poco los menús con comida enlatada rica en textura y sabores, que inciten en apetito de este can.

Sin embargo, hay que recordar que los alimentos húmedos y semi-húmedos tienen alto contenido de azúcares y grasas, y que su consumo en exceso contribuiría al sobrepeso, que de por sí los pekinés tienen tendencia a parecer. De tal modo, es aconsejable que limites la administración de estos alimentos, y variar los platos con alimentos secos. Los alimentos secos no solo ofrecen la ventaja de tener menor contenido de grasa y azúcares, sino que también estimulan la masticación que es un proceso esencial para la buena digestión y que además conserva y mantiene la salud bucal.

Se le pueden proporcionar bocadillos al pekinés, pero tampoco hay que abusar de ello. Así pues las galletas son golosinas ricas en azúcares y calorías, que favorecen la tendencia innata del pekinés a ganar peso, de modo que no se debe hacer de su administración una práctica rutinaria, más bien deben ser como una recompensa ocasional.

Las comidas durante el día se repartirán en dos platos principales, uno temprano en la mañana y otro al caer la tarde, en algunos días pueden incorporarse algunos premios o bocadillos entre ambas comidas, pero no hay que hacer de esto una rutina de todos los días. Estos alimentos pueden enriquecerse con suplementos vitamínicos y de otros nutrientes que ayudaran a mejorar la salud del can y le darán una apariencia más hermosa. Ante dudas u otras recomendaciones para la alimentación de este perrito de la raza pekinés, consulta al veterinario para un adecuado asesoramiento en el tema.

Salud y cuidados generales

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Cuidar de un pekinés es una tarea realmente sencilla, por fortuna este perrito no necesita demasiadas atenciones específicas y resulta suficiente con prestarle atención a su alimentación, cuidar de su aseo e higiene, y vigilar su salud regularmente.

Comenzando con la higiene del pekinés, cuidar del aseo de este can amerita de un conjunto de prácticas de limpieza regulares, que no solo son importantes para la salud del can, sino que también lo son para la higiene del resto de la familia, pues con frecuencia a estos perros de tan pequeño tamaño, las personas suelen cargarlos con frecuencia y tomarlos entre sus manos.

En relación a los cuidados y la higiene dental, es prudente mencionar que esta raza por su hocico chato y aplanado tiene tendencia a acumular con mayor facilidad placa bacteriana y sarro, y en consecuencia desarrollar mal aliento. Por tal motivo, se recomienda cepillar los dientes del pekinés entre dos y tres veces por semana, iniciando tempranamente cuando es cachorro para que el can se acostumbre y no se resista a este procedimiento cuando sea un adulto. Así mismo, en tiendas de alimentación para perros puedes adquirir huesos que son apropiados para mantener limpios, fuertes y sanos los dientes de tu perrito.

Cuando decides bañar a tu pekinés, recuerda hacerlo con cuidado y moderación, se puede practicar un baño con champú y acondicionador para perros una vez al mes o cada dos meses, empezando alrededor de los cinco o seis meses de vida.

Se hace en esta edad porque es el momento en el que el pekinés comienza a mudar el perro de cachorro y a salir el perro de adulto. Después del baño, el pekinés debe secarse muy bien, y para que su pelaje luzca lo mejor posible, es recomendable secarlo con el secador de cabello a una temperatura media para evitar quemaduras.

El cepillado es clave para una buena salud capilar, debes cepillar el pelaje de este perrito en todas las zonas del cuerpo, especialmente en el pecho y las axilas que es donde más se forman nudos, se recomienda para ellos un cepillo de cerdas metálicas.

El aseo de los ojos y las orejas es fundamental para prevenir infecciones, se puede utilizar una gasa o algodones limpios, impregnados en solución fisiológica para limpiar suavemente las orejas y los ojos una vez por semana.

Hablando de la salud el pekinés, podemos decir que es un perro fuerte, saludable y que tiene una esperanza de vida de alrededor de 12 años, aunque algunos ejemplares han sido más longevos. Es aconsejable acudir al veterinario cuando menos dos veces por año, para chequear su estado de salud y mantener sus vacunas y desparasitaciones al día.

Algunas enfermedades comunes en esta raza son los trastornos oculares como la triquiasis, las cataratas, la atrofia de retina y la ceguera. A causa de las facciones chatas de su rostro, con frecuencia los pekinés sufren de problemas respiratorios, rinitis, dificultad para respirar, y molestos resoplidos. También pueden presentar luxación de la rótula, sobre todo si padecen sobrepeso.

Cómo entrenar, educar o adiestrar un Pekines

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Hablando de actividad física, el pekinés es una raza con un bajo grado de actividad, no requiere mucho tiempo invertido en juegos diarios, inclusive, con una o dos caminatas rápidas son más que suficientes para este can, y si hacen ejercicio o algún deporte, el pekinés preferirá que sea de baja intensidad. Estas características de comportamiento de esta raza, hacen que el adiestramiento del pekinés sea una tarea relativamente sencilla.

Es propicio comenzar cuando el perro es cachorro, para que así incorpore en sus rutinas los paseos y las caminatas diarias, y uno que otro juego que practique junto a su dueño. El pekinés necesita de un dueño con carácter firme pero atento y amoroso que le dedique el tiempo necesario a su educación, que corrija sus caprichos y mal genio durante el entrenamiento, y que también le enseñe los modales para convivir en familia.

Un pekinés disfrutará mucho de un paseo corto con su dueño, ir al parque o a una plaza le ofrece a este perrito la posibilidad de practicar la socialización, relacionarse con otras personas y mascotas, y practicar modales de convivencia.

Como ejercicio, puedes hacer que tu pekinés practique una vuelta rápida alrededor de la cuadra de tu edificio o de tu jardín, para que vaya desarrollando la habilidad que guardan en sus patas, las cuales a pesar de ser cortas pueden ser muy rápidas y ágiles si se lo proponen. Debes determinar a qué hora del día realiza sus necesidades, y que el paseo sea en estas horas para que el pekinés relacione las caminatas con el hacer sus necesidades fuera del hogar.

Otro aspecto a tomar en cuenta durante el entrenamiento es el enseñarle trucos básicos, como sentarse, acostarse, traer o perseguir algún objeto. Esto puede ser una tarea un poco complicada ya que los pekinés son un tanto testarudos y tercos además de ser perezosos, pero realmente son perros listos, muy inteligentes y que siempre están en alerta.

Tu puedes estimular sus aprendizaje y su interés por el entrenamiento con la técnica del reforzamiento positivo. Cada vez que obedezca alguna orden prémialo con alguna galleta o bocadillo, así rápidamente el pekinés asociará la obediencia con alguna recompensa, pero no te bases únicamente en el reforzamiento con comida, ya que propiciarías su obesidad, llénalo de cumplidos o utiliza el clicker. Si no realiza una orden adecuadamente, corrígelo sin gritarle o castigarlo hasta que la realice y entonces prémialo con un cumplido.

Para su entretenimiento y distracción puedes comprarle muchos juguetes interactivos que mantengan a tu pekinés ocupado y distraído mientras queda solo en casa durante tus horas de trabajo, así mitigarás un poco sus ansias y sensación de inquietud. El pekinés es un perro demandante de atención, a pesar de que no es muy dado a las caricias y los mimos, a este perrito le gusta estar siempre en la cercanía de sus seres queridos, si se dejan mucho tiempo solos en casa, pueden presentar problemas de comportamiento, como estrés, ansiedad, y volverse ruidosos y ladrar en exceso.

El objetivo del entrenamiento debe ser lograr un adecuado comportamiento en el perro pekinés, mantener controlado su temperamento y carácter dominante y hacer de él una mascota amigable.

Comportamiento con los Humanos

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El comportamiento y carácter del pekinés representan el aspecto más representativo de estos perritos tan peculiares. Es un perro con muchas cualidades, valiente, observador, alerta, vigilante, lo cual lo convierte en un excelente perro guardián, a pesar de su pequeño tamaño. Puede ser un tanto ruidoso y ladrar en ocasiones, pero por lo general es fácil educarlo para que sea un perro tranquilo en este sentido; si no está acostumbrado a ladrar, emitirá una serie de sonidos que llamarán la atención para alertar cuando haya un extraño cerca rondando su territorio.

El pekinés es el tipo de perro de poca actividad física y prefiere mucho más estar echado en un rincón del hogar antes que ir al jardín o al patio, sus necesidades de ejercicio son bajas y se conforma con uno o dos paseos diarios y que sean cortos.

Como compañero en las familias, el pekinés es una mascota muy particular, realmente no es muy afectuoso ni se desvive por mimos y caricias, aunque ocasionalmente disfruta de los cariños de sus amos, el pekinés suele ser algo esquivo y reservado en este aspecto. Sin embargo, requiere de compañía la mayor parte del tiempo, y no le gusta quedarse solo por largos períodos.

Es valiente y algo atrevido, la timidez no es un rasgo que identifique a un perro pekinés. Es capaz de enfrentarse a cualquier amenaza sin importar el tamaño que esta tenga. Un pekinés es un perro con una actitud particularmente graciosa, muchas personas disfrutan de su indiferencia y  su gran estilo y porte. Es una raza bonita, llamativa, consentida, y parece que este perrito sabe que con su apariencia cautiva a las personas, pues su actitud en ocasiones es un tanto altanera y pretenciosa. Además, resulta bastante gracioso el ver a un pekinés de mal genio pero en determinados momento se le puede observar algo testarudo y negado a obedecer órdenes, sobre todo si no se le complacer.

El pekinés es también un perro celoso y caprichoso, le gusta ser el centro de atención en su hogar y fuera de él también, no le gusta compartir espacio, familia, ni mucho menos su comida. Por lo que no es muy adecuado para hogares en los que hayan muchas mascotas.

Desde el nacimiento de esta raza, en sus inicios el pekinés era un distinguido perro de compañía, era miembro de las más destacadas familiares reales del imperio chino y era tratado como toda una “majestad”. Con el pasar de los años, el pekinés se ha convertido en la mascota consentida de muchos hogares, desempeñando como trabajo el ser un perro de compañía y de mascota para familias pequeñas o personas solitarias que viven en la ciudad.

Entorno ideal

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Este perrito, de carácter tan particular, no tiene demasiadas exigencias en cuanto al entorno donde vive. El pekinés rápidamente busca su comodidad, y se adapta sin problemas a la vida en pequeños espacios, como los apartamentos de la ciudad. Solamente necesitara de un rincón donde se coloque un almohadón para que se eche sobre él a dormir y descansar todo el día, sin problemas molestias e interrupciones.

El pekinés es un perro de baja actividad, no le gustan los ejercicios extenuantes ni las actividades al aire libre, prefiere echarse dentro de la casa frente al televisor, que salir a jugar y correr en el jardín. Es un perro un tanto perezoso, sus necesidades de actividad son bajas.

Requiere de un entorno emocional donde este acompañado por sus seres queridos la mayor parte del tiempo, pues no maneja adecuadamente la soledad y puede desarrollar problemas de comportamiento. Se siente más a gusto en un hogar pequeño donde toda su familia este cerca a su alrededor, y donde él sea la única mascota y centro de todas las atenciones; no es muy cariñoso pero si es celoso con los mimos y caricias de su dueño, no le gusta compartir, por eso rechaza la compañía de otros perros y mascotas.

El pekinés es un perro adecuado para vivir con personas solteras y solitarias que tengan mucho tiempo para invertirlo en este can, también es buena idea para parejas que recién vayan comenzado una familia, y para familias con niños mayores que entiendan que el pekinés es un perro tranquilo, y no jueguen bruscamente con él. Para personas de la tercera edad es una gran compañía, se sentara junto al abuelo o la abuela a los pies de su sillón por largas horas, a tomar la siesta o mientras lee el periódico. Este perrito es un compañero fiel, guardián y protector.

Las temperaturas extremas no representan mayor problema para este can, ya que el pekinés no es un perro que encuentra atractivo el estar jugando fuera de casa. De tal modo que si se trata de los días fríos de invierno, el estará en casa disfrutando de la calefacción acostado a los pies del sofá, y si se saca a por una caminata, su abrigo de pelo leonino lo protegerá del frío clima. Cuando llegan los días calurosos del verano, dentro del hogar disfrutará de un ambiente acondicionado para descansar echado sobre el piso fresco, y las caminatas deben ser más cortas de lo habitual.