Las orejas son unos de los órganos más delicados de los gatos, puesto que estos animales poseen un agudo sentido de la audición y además porque con frecuencia, son asiento de enfermedades e infecciones que están muy relacionadas con el cuido y la higiene del animal.
A pesar de que el gato es un animal bastante limpio, acostumbrado a acicalarse, es más independiente y muy explorador en comparación con otras mascotas, como por ejemplo los perros, por ello, este instinto de cazador y aventurero, lo pueden llevar a explorar terrenos sucios y lugares húmedos, que propicien la acumulación de polvo y partículas en las orejas del animal, lo cual aumentará el riesgo de padecer alguna infección, más aun en caso de que no tenga el dueño no preste atención al aseo en estos órganos. Recuerda que el hecho de que el gato sea un animal con más libertad e independencia en comparación con el perro, no significa que debas cuidarlo menos.
En este sentido, el mantener estrictos hábitos de higiene es fundamental para conservar el estado de salud de tu gato, en particular en lo que se refiere a las orejas. Los cuidados básicos que se necesita para ello son el aseo regular y desde que es pequeño, para que el limpiar las orejas sea visto como un hábito y pueda ser mejor adaptado en lugar de representar un momento estresante, así también ofrécele a tu can una alimentación adecuada que mantenga al tope sus defensas para evitar enfermedades.
Comienza la rutina de aseo de las orejas con algunas estrategias que te ayuden a tranquilizar a tu gato para que sea una experiencia fácil y placentera. Puedes hablarle en un tono de voz amable y cariñosa, hazle caricias y mimos para que se relaje y pueda adoptar la posición óptima para el aseo.
Cuando comiences a revisar sus orejas, procura detectar cualquier signo que sea sugestivo de la presencia de enfermedad, por ejemplo, al observar sus orejas, busca parásitos, cera abundante, secreciones malolientes, costras, heridas, enrojecimiento local, o dolor cuando intentas manipular su oreja. Si detectas alguno de estos signos, es aconsejable acudir al médico veterinario, pues probablemente estemos frente a una otitis, es decir, una infección en el oído. Lo ideal es que el conducto auditivo de la oreja del gato esté libre de secreciones y parásitos, con un color rosa claro, lo cual es indicativo de buena salud.
Puedes comenzar la limpieza de las orejas de tu gato, desde la parte externa, ármate de una toalla húmeda y algún colirio de limpieza recomendado por el médico, y comienza a limpiar la parte externa de la oreja, con suavidad. Posteriormente limpia de nuevo con una toalla húmeda limpia para retirar los residuos. La parte interna de la oreja, requiere de un extremo cuidado, pues las estructuras internas del oído son sumamente sensibles, utiliza gasas estériles de preferencia.
Enrolla la casa alrededor del dedo y comienza a limpiar suavemente el conducto auditivo del gato, removiendo la cera, los residuos y la sociedad. Puedes buscar también algunos productos como limpiadores auriculares especiales que se aplicar y disuelven la cera. Se recomienda realizar esta rutina de limpieza una vez cada 2 semanas por lo menos. El mismo procedimiento será realizado cada vez que tengas que bañar a tu gato, solo que en este caso el fin de la limpieza será para eliminar la humedad de las orejas que es un gran factor que causa infecciones.
No olvides que, si notas alguna anormalidad durante la limpieza de las orejas de tu perro, lo indicado es acudir prontamente al médico para una revisión y diagnóstico oportuno.