Los perros en general son animales bastante adiestrables y bastante adaptables, al punto que pueden comprender bien gran parte de las acciones regulares en los humanos, pero hay otras en las que ni siquiera la educación o el entrenamiento oportuno son válidas para que las ejecuten como debe ser, entre las que se encuentra la de tomar pastillas.
Por su parte, antes de medicar a su mascota debe asegurarse que haya sido correctamente diagnosticado por su veterinario el que le asignará el tipo de medicamento junto con la dosificación y repeticiones necesarias, no automedique nunca a su cachorro y menos con medicinas para humanos, pues no todas le causan un efecto positivo pudiendo incluso llegar a empeorar el cuadro.
Otro aspecto a considerar el momento de darle un remedio o una pastilla a su perro es la vigilancia antes y después en las posibles reacciones, ya que algunos de ellos tratan de vomitarla, por lo que procure, una vez que se le ha suministrado el medicamento, observar a su mascota recurrentemente al menos por el lapso de 45 minutos, en el caso de que tenga varios cachorros y todos deban tomar pastillas es conveniente que no se les suministre al mismo tiempo para poder saber cual es la evolución de cada uno.
Si llega a vomitarla luego de haber transcurrido ese tiempo es aconsejable que consulte con su médico antes de tratar de repetir la dosificación o para evitar que se esté ocasionando un proceso alérgico.
En todo caso, darle la pastilla a nuestros canes no es generalmente una tarea sencilla, pues lo que más les desagrada es su sabor y una vez que empiezan a sentirlo hacen todo lo posible por sacarla de su boca en vez de tragarla, lo que ocasiona que tenga que recurrir a una diversidad de estrategias, la que será más o menos efectiva dependiendo del temperamento del perro y de su manera de ofrecerla.
Trate de Camuflarla
Una de las opciones que puede poner en práctica es la de esconderla dentro de alguna golosina o de la comida, lo que puede ser de mucha ayuda si su perro es muy glotón o de si usted está seguro que ese alimento en particular lo tragará con suma rapidez.
Para ello introdúzcala dentro de la salchicha, del trozo de queso o del snack de su preferencia, si ve que es muy grande puede romperla en trozos y colocarlos de manera que se asegure no se vayan a salir del alimento, una vez que la haya ingerido felicítelo por ser un buen perro.
Pulverícela
Como todo este proceso depende del tipo de perro y de los hábitos que haya adquirido es también probable que su can no sea de los que engullen todo lo que se les ofrece y sean un poco más selectivos, lo que hace que se dificulte un poco al momento de que se tomen algo desagradable.
Es por ello que puede también optar por triturar bien la pastilla al punto de hacerla polvo y distribuirla en alguna de las comidas preferidas por su mascota, sin embargo, esta opción requiere del total conocimiento de la tolerancia que tiene su perro y del gusto por ese menú en particular, además de limitarse al horario establecido para ingerir los alimentos.
Suministro completo
La manera preferida por la mayoría de los dueños de los perros es la de meterle la pastilla directamente, aunque debe usted estar seguro del respeto que tiene su animal por usted ya que su mano entrará directamente a su paladar.
En esta forma de suministro usted debe tomar el hocico del animal preferiblemente con la mano menos hábil y mantener su boca abierta a través de la inserción de sus dedos entre sus molares, luego con la otra mano introduzca la pastilla lo más atrás que se pueda, procurando haber pasado gran parte de la lengua, inmediatamente cierre su boca y sujétela lo más gentilmente que pueda pero sin permitir que la abra hasta que se asegure que la haya tragado, cuando lo suelte revise entre sus dientes y si la ha ingerido correctamente felicítelo y ofrézcale alguna recompensa, siempre es importante que el perro sienta que lo ha hecho bien.
Hágala jugo
Esta es una combinación entre las dos opciones anteriores, en la que debe triturar la pastilla hasta hacerla polvo, mezclarla con un poco de agua, preferiblemente la cantidad de una jeringa pequeña y luego introducirla al igual que con la completa pero poco a poco de manera de asegurarse que su mascota vaya tragando la medicina.
Sabemos que muchos no deseamos pasar por este tipo de práctica, pero siempre es necesario tener el carácter para hacerlo y para que su can comprenda que no podrá evitarlo, incluso algunas razas pueden intuir que es para su bien.