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Bulldog Inglés

Bulldog Inglés: Tu nueva mascota

El Bulldog Inglés es una de las razas de perros que más cautivan a las personas por su calidez y comportamiento dentro del hogar.

Esta raza de perro es considerada hoy en día como una de las más familiares y aptas para convivir con grandes y chicos. Originario del Reino Unido, el Bulldog Ingles combina la inteligencia con la distinción, lo que lo ha llevado a ser un símbolo de gran importancia en todo el mundo y especialmente dentro de Inglaterra.

Durante muchos años, fue utilizado como una raza luchadora o de pelea. Sin embargo, con el pasar del tiempo sus características han dado un giro de 180 grados en cuanto a su temperamento y comportamiento, convirtiéndose en una mascota totalmente familiar y en un fiel compañero.

Su adaptación a nuestro estilo de vida es tan increíble que pueden llegar a ser guardianes importantes de nuestro espacio. Su tolerancia, inteligencia y paciencia con los niños lo hace la mascota ideal.

Si tienes pensado adoptar una mascota, sin duda, el Bulldog Inglés es una de tus mejores opciones.

El Bulldog Inglés es un perro de estatura mediana, con una altura promedio de 30 a 40 centímetros y con un peso aproximado de 25 kilogramos para los machos y de 22 kilogramos para las hembras. Sin embargo, estas estimaciones son basadas en su lugar de origen, el Reino Unido.

Para el caso de los Estados Unidos, por ejemplo, por lo general tienen un peso de 22 y 18 kilogramos, los machos y hembras respectivamente.

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Este perro guardián tiene una apariencia robusta y muy compacta. Lo que más sorprende de su aspecto son sus fuertes musculos, los cuales se deben cuidar con ejercicio constante, pero sin ser excesivos.

Cuanto vive el Bulldog Inglés?

El Bulldog Inglés es una raza originaria del Reino Unido, no obstante, se ha expandido hacia otros países de Europa y América como Estados Unidos, en donde podemos encontrarlos como parte del núcleo familiar y una fiel compañía de todos sus integrantes.

Alrededor del mundo, podemos ver diferentes mezclas que han llevado a la transformación de esta raza, encontrándonos con algunas modificaciones en cuanto a su aspecto, comportamiento, carácter, etc., bajo un proceso de adaptación respecto a clima, espacio y estilo de vida se refiere.

Por su contextura, esta raza de perros nace en la mayoría de los casos por cesárea. Esto se debe al considerable tamaño de su cabeza en relación al resto de su cuerpo. Esto ocasiona una debilidad al momento del parto por lo que muchos optan por una cirugía para preservar la salud de la perra madre.

Cada cachorro tiene un promedio de vida de aproximadamente 8 años, no obstante, es fundamental que gocen de buena salud, combinando una alimentación balanceada con ejercicio físico periódicamente para que su estilo de vida se mantenga en óptimas condiciones y pueda superar el tiempo promedio para perros de esta raza.

Veterinarios y algunos expertos indican que la vida del Bulldog Inglés puede verse afectada si no se desenvuelve dentro de espacios acordes a su comportamiento y contextura física. Lo más recomendable es mantenerlos dentro de la casa o departamento y sacarlos a pasear periódicamente para el habitual ejercicio físico.

Uno de los principales problemas que aquejan a esta raza de perro es la enorme dificultad que tienen para respirar.
Esto trae como consecuencia que presenten graves problemas de salud cuando son expuestos a niveles de calor muy elevados o a un frío por debajo del promedio.

Por su nariz hundida, el Bulldog Inglés no tolera climas fuertes en cuanto a calor y frío se refiere. Por lo que una temperatura promedio es la ideal para poder estar tranquilos y sin problemas de salud a lo largo de su vida.

Cuando la temperatura es muy alta, por ejemplo, tienen a realizar un esfuerzo mayor al habitual para respirar, obstaculizando la disipación del calor. Sin duda son realmente sensibles a sufrir de insolación.

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Lo más recomendable es mantenerlos en un ambiente fresco y suministrarles mucha agua. Los hogares con aire acondicionado son ideales para que esta raza de perro pueda llevar una vida tranquila y sin problemas. Así mismo, es fundamental evitar a toda costa la realización de ejercicios o participación en actividades físicas durante días cálidos y con mucha humedad.

Historia y Origen del Bulldog Inglés

El Bulldog Inglés que conocemos se aleja en gran medida de las características físicas de sus antepasados, y con un estilo de vida diferente.
Hoy en día esta raza de perro es una de las que más amor y cariño infunden en las personas. Si bien es cálida y de mirada tierna, tiene un origen oscuro y plagado de mucho peligro, acción y sangre.

La manera en cómo fueron adiestrados desde su orígenes se vinculó directamente con actos de violencia; algo que sin duda, fue un factor determinante en su carácter. Su historia de vida además de ser fascinante es una muestra del papel que jugaron los perros en la antigüedad.
A lo largos de los años las diferentes razas caninas que existen en el mundo han pasado por transformaciones físicas notables. Algunas conservan su morfología, otras su temperamento, pero indudablemente no son lo que eran hace muchos años.

El Bulldog Inglés no escapa de esta realidad. A pesar de contar aún con determinados atributos físicos de sus antepasados, los ejemplares actuales tienen un aspecto y comportamiento modificado que además, es bien recibido en hogares y concursos caninos.

Su origen según diversos historiadores, se dio en Gran Bretaña. El principal papel que jugó desde su creación fue el de participar en torneos de pelea en los cuales se apostaba sin consideración por alguno de sus ejemplares.

Algunas teorías establecen también que el Bulldog Inglés fue creado para la presa de toros, un “deporte” salvaje que gozaba de gran importancia en Inglaterra. El animal era utilizado como una herramienta dentro de este pasatiempo que incluso llego a ser considerado un deporte nacional entre los siglos XIII y XVIII.

Durante esa época, existían diversos torneos en los que la presa de toro junto a enfrentamientos de boxeo solían ser la atracción principal. Este pasatiempo, como era llamado, se trataba de un espectáculo cruel y doloroso en el que se dejaba al toro atado al suelo mientras era sujetado por sus orejas por un grupo de perros, en donde el más conocido era el Bulldog Inglés.

Si bien fue un hecho lamentable, los espectadores disfrutaban de esta actividad pues apostaban y ganaban dinero sin importar el sufrimiento o no de los animales.

Es apenas para 1778, muchos años después de iniciado este espectáculo cuando se dan las protestas formales hacia el deporte. Para ese momento el Duque de Devonshire lo abole totalmente gracias a la presión de la ciudadanía.

Sin embargo, lamentablemente el uso del Bulldog Inglés como un objeto de pelea no desapareció. Si bien ya no se utilizaban como presa de toros, la cultura inglesa demandaba continuar con esta tradición y por ello, hicieron uso de muchos otros animales.

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Cuando al fin se logró extinguir por completo este tipo de actividades, por los altos costos de importación de algunos animales, se creyó que el Bulldog Inglés desaparecería por completo. No obstante, existían personas que realmente se preocuparon por su conservación y sobretodo su transformación en una raza respetable.

Su objetivo principal fue lograr un giro de 180 grados en la raza. Conseguir un animal familiar, dedicado, y dócil. Básicamente el propósito de su conservación fue, en resumen, desarrollar una raza con un comportamiento totalmente diferente.

El proceso de transformación del Bulldog Inglés fue largo y complicado. Para finales del siglo XVII e inicios del XIX los ejemplares desarrollados eran en cierto modo diferente a sus antecesores, pero no contaban con la misma calidad en su raza. Básicamente su salud se deterioraba con mayor facilidad y su aspecto físico tenia algunas alteraciones negativas.

Así, la lucha por encontrar al Bulldog Inglés ideal no paro. El club del Bulldog en Inglaterra fue la punta de lanza para iniciar un sistema de cambio y optimización de sus características.

Para el año 1859 se celebra el primer certamen de belleza canino en el que el Bulldog Inglés forma parte. Por su parte Jacob Lamphier redacta de manera extraoficial el estándar definitivo de la raza, específicamente para el año de 1864, a pesar de ser publicado unos 15 años después.
Lamentablemente a pesar del esfuerzo de sus criadores, esta raza no tenía una valoración positiva, lo que dificulto aún más sus evaluaciones en todo el proceso.

En este sentido, algunos historiadores señalan que realmente fue Philo Kuon quien adopta el estándar real del Bulldog Inglés, durante el año 1865 en Londres.

El Bulldog en la actualidad

Hoy en día el proceso de transformación del Bulldog Inglés ha mejorado. Diversos criaderos se han extendido por otros países, en los que se destacan los Estados Unidos de Norteamérica. En este lugar su popularidad ha ido en crecimiento gracias a que su calidad ha alcanzado los niveles esperados.

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Su proceso de transformación histórico la ha hecho pasar de un rol protagónico en deportes sangrientos a un papel familiar y participativo en concursos de belleza y exposiciones caninas.

Características Principales

El Bulldog Inglés es una raza cariñosa, fuerte y de contextura ancha que a pesar de su imagen se ha convertido en un gran compañero para todos los integrantes de la familia.

La estructura corporal de este perro es realmente impresionante. Su relación histórica con los mastines le otorga un cuerpo similar a ellos, aunque con diferente estatura como resultado de los cruces por los que ha pasado.

Esta raza es una de las más atléticas que existen actualmente. La fuerza de sus musculos  le otorga una imagen de agresividad que en realidad no tiene, la cual es solo una herencia de su función de pelea años atrás.

A primera vista el Bulldog Inglés es un animal poderoso, intimidante con un cuello grande y fuerte; característica que infunde respeto en quienes conviven día a día con él. Es precisamente esa fuerza la que ha permitido que su desarrollo físico mantenga un elevado nivel de fortaleza para disfrutar siempre de un cuerpo con partes simétricas.

Su cuerpo es relativamente corto, ancho y con una buena estructura, en donde cada una de sus extremidades posee musculos fuertes, robustos y macizos. Por lo general los ejemplares machos son más desarrollados que las hembras, y su aspecto puede llegar a infundir más temor.

El peso del Bulldog Inglés macho es de aproximadamente 25 kilogramos con una altura a la cruz de 40 centímetros. Por su parte las hembras suelen pesar unos 23 kilogramos en la mayoría de los casos y su altura media son los 37 centímetro. Básicamente la diferencia física entre ambos sexos es mínima.

Las patas de este animal son robustas y cortas, contando con una separación que fortalece una postura firme y bien desarrollada. Sin embargo, las patas traseras son mínimamente más largas que las delanteras, sin llegar a interferir con su movimiento.

Cuenta con una espalda cilíndrica y arqueada, con caderas sobresalientes sobre el nivel de esta parte de su organismo. Parte de la fuerza de esta raza se basa en el potencial de su espalda, con musculos bien desarrollados para ejercer diferentes funciones en cualquier momento.

La cola encaja perfectamente con la estructura de su cuerpo, en algunos casos es mediana o corta, con una base gruesa que termina en una punta fina. Así mismo, el Bulldog sea cual sea su estado de alerta la debe llevar baja, sin exceder el nivel de su línea superior.

Otro de los puntos claves para definir su cuerpo es la simetría. Un ejemplar de esta raza estará bien definido cuando cada parte de su organismo tiene un tamaño proporcional a las otras, de lo contrario por sus dimensiones simularían ciertas deformaciones morfológicas aun cuando estas no existan.

La cabeza de todos los ejemplares es grande y siempre en proporción a su cuerpo. Posee algunas arrugas en sus mejillas y en la frente. Los pliegues son muy característicos en la raza, sobre todo en el cuello y nariz.

Uno de los rasgos que más destaca en el Bulldog es la particularidad de su cara. La misma es corta con un hocico ancho y fuerte cuya morfología indica que este aspecto ayuda al perro a morder y no soltar la presa fácilmente.

Esta es una herencia genética que proviene de sus funciones anteriores para la pelea, a pesar de que hoy día no realiza este tipo de actividades.

Por sus parte, los ojos son medianos, redondos y con una adecuada separación entre sí. Sus orejas altas y delgadas le dan una imagen agradable que se contrasta con su color rosa interno.

Esta raza indudablemente tiene una belleza que está estrechamente ligada a su pelaje, el cual es liso, corto y pegado a su cuerpo. Uno de los colores que más destaca en ellos son los sólidos, es decir, todo de una misma tonalidad. No obstante también se admiten otros patrones como el atigrado, o la combinación de blanco con otra variedad.

El color de esta raza siempre será llamativo, siendo esta una de las principales razones por las que muchas personas deciden comprar o adoptar uno.

La esperanza de vida de un Bulldog Ingles es de aproximadamente 8 o 10 años. Al igual que cualquier otra raza es necesario conocer cada una de sus características físicas para determinar los cuidados que necesita para durar su tiempo de vida promedio.

Algunos ejemplares tienen dificultades debido a que su contextura física requiere de cuidados especiales y mucha atención.

Por sus imponentes características el Bulldog Inglés es un perro que nunca pasara desapercibido. Gracias a todas sus cualidades físicas ha ganado un alto nivel de popularidad en todo el mundo llegando incluso a ser considerada una raza especial. Su peculiar aspecto y morfología sin duda lo distinguen frente a otras razas.

Comportamiento con otros perros

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Todo perro tiene características esenciales que distinguen su comportamiento frente a otros animales. En el caso del Bulldog Inglés esas características están marcadas en todos los ámbitos de su existencia.

El comportamiento de este animal puede ser muy particular, sobre todo cuando se trata de relacionar o reaccionar ante la presencia de otros perros. Por lo general no es una raza que acostumbre a iniciar peleas, sin embargo, es decisivo al momento de su defensa.

En momentos en los que se siente agredido por algún otro perro va a la embestida sin importar el tamaño de su oponente. Este comportamiento podría explicarse por medio de su historia genética, ya que en otras épocas fueron perros gladiadores capaces de enfrentarse a otros animales de gran tamaño.

Este carácter reaccionario del Bulldog Inglés ante la agresión de otros perros debe evitarse o controlarse. Cuando esos genes violentos afloran y se hacen comunes es casi imposible revertir la agresividad.

La mejor forma de asegurarse que el cachorro de esta raza tenga una buena conducta frente a otros perros, es con un entrenamiento sobre su socialización desde la etapa inicial de su vida, de esta forma podrá condicionársele a ser amable ante otros animales.

En definitiva estos ejemplares poseen un carácter que puede ser moldeado mediante la socialización, por lo tanto exigen de tiempo y dedicación. Sin una correcta disciplina y carácter podrían llegar a ser intolerantes.

Cuando el Bulldog Inglés pelea con otros perros su peso corporal y la estructura de su cráneo juegan en contra ya que lo fatigan, aun así es testarudo, vigoroso y tenaz, de manera que a pesar del cansancio puede seguir en el combate.

Es innegable el nivel de su conciencia y mente en general pues cuando ha tenido una pelea con otro perro, no la olvida, por lo que tiende a ser un perro rencoroso. Es incapaz de convivir de forma pacífica con otro animal cuando ha peleado con él, es más probable que tan pronto lo vea vaya de nuevo al ataque.

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Si durante su etapa de cachorro no se estimuló la socialización con otras mascotas se debe tener mucho cuidado en su adultez. La convivencia con otros perros que sean de carácter dominante puede desencadenar una situación no esperada.

Consejos para la sana convivencia entre mascotas

El Bulldog Inglés es una mascota ideal porque resulta dócil y amistoso. Su coexistencia con otros animales también puede ser muy agradable, pero para que esto sea posible hay que tomar en cuenta una serie de consejos.

Esta raza de perro no es muy obediente, en ocasiones pueden ser tercos y ocasionar algunos problemas al proceso de adiestramiento para la sana convivencia entre mascotas.  Para hacer frente a este escenario es necesario estimular un comportamiento de compañía. De esta manera se le podrá acostumbrar a la presencia de otras mascotas en casa, ya sean perros o no. Si se acostumbra será un compañero muy juguetón.

Al igual que todo animal siempre querrá estar al control de la manada, por lo que en la relación con otras mascotas podría ser protagonista de confrontaciones quizás violentas, lo cual es normal entre animales y no es una predisposición propia de la raza. En estos casos es fundamental prestar siempre atención y tomar las medidas correctivas ideales.

En caso de no haber brindado un oportuno proceso de socialización en la primera etapa de su vida, se hará necesario someterlo a un programa de entrenamiento para que aprenda a convivir sin ningún tipo de problemas.

A pesar de su terca desobediencia, la cual hace parte de su material genético e historia, también suele aprender muy rápido y una vez que adquiere una conducta no la olvida. Esto quiere decir que si se le enseña a mantener la paz y un buen ambiente con otras mascotas podrá tener una convivencia tranquila durante el resto de su vida sin ocasionar momentos incomodos.

El programa de entrenamiento se puede dejar en manos de un profesional o hacer en casa mediante un sistema de recompensas. La idea es reforzar la buena conducta con elogios y premios que sean recibidos por el Bulldog inglés con mucha satisfacción. Al ser un perro comelón muchos profesionales establecen que puede usarse su estómago para reforzar su entrenamiento.

Propiciar un ambiente en paz, tranquilo y evitar en todo caso la muestra de mayor afecto hacia una mascota antes que otra, es sin duda uno de los mayores consejos. Como sus dueños debemos evitar conflictos innecesarios y promover un entorno agradable y libre de celos.

Esta raza de perro a pesar de su apariencia agresiva y su fama de gruñón, es afable y pacífico. Siempre se ha caracterizado por ser muy dócil, juguetón y estar de buen humor. Por ello si se aprovechan estas cualidades no existirá ningún problema al darle un compañero de hogar.

Dieta y alimentación del Bulldog Inglés

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Cada perro de acuerdo a su tamaño, raza, entre otros aspectos, exige determinados cuidados en su alimentación. El Bulldog Inglés cuenta con ciertas características físicas que hacen aún más importante la necesidad de una dieta y nutrición balanceada.

La forma de su hocico que a simple vista es aplastado, le dificulta alimentarse bien cuando se le proporciona el alimento en los tradicionales recipientes para mascotas. Es fundamental tener mucho cuidado a la hora de elegir donde debe comer.

Para facilitar su alimentación lo ideal es optar por un plato para perros plano con una base de goma antideslizante, de esa manera será mucho más fácil poder consumir sus alimentos.

Durante los primeros 40 días de vida el Bulldog Inglés debe mantener una alimentación balanceada y de calidad. Expertos en el tema aseguran que la ingesta de comida durante este período debe estar entre las 3 o 4 veces al día. De esta manera se podrá nutrir de forma efectiva en esta etapa fundamental de su vida.

Cuando el ejemplar de esta raza supera la fase de cachorro su dieta cambia por completo. En este momento es necesario brindarle alimentos tan solo unas 2 veces por día con la finalidad de evitar la obesidad, un problema que genéticamente se presenta en gran número de ellos.

Al llegar a su etapa adulta el Bulldog Inglés se ve expuesto al problema de obesidad en mayor medida. Es fundamental alimentársele con mucho más cuidado, asegurando siempre una nutrición balanceada según sus necesidades. Los ejemplares adultos tienden a ser menos activos por lo que requieren menos nutrientes. Alimentarlos una vez al día siguiendo una dieta eficaz los ayudara a mantenerse sanos en todo momento.

La dieta del Bulldog Inglés debe ser rica en grasas, carbohidratos y proteínas. Las grasas buenas contribuyen a un pelo liso y brillante, las proteínas suministran los aminoácidos que necesita y los carbohidratos le permiten obtener la energía necesaria para realizar sus actividades diarias.

Es necesario poner a su disposición un recipiente con agua fresca de manera que pueda estar siempre hidratado, pues también es parte de su alimentación diaria.

Dietas recomendadas

La dieta de cualquier perro ha de satisfacer sus necesidades físicas para conservar un estilo de vida saludable. Cuando el organismo no recibe los alimentos acordes a su raza, tamaño o genética puede verse afectado y sufrir las consecuencias.

Para la alimentación del Bulldog Ingles es ideal incluir un pienso que contenga ingredientes fáciles de digerir. Algunos alimentos ricos en L-carnitina son esenciales para controlar el peso corporal de la raza, contrarrestando o previniendo el problema de obesidad.

Para su dieta también se debe incluir el consumo de vitamina C, E y los polifenoles de frutos rojos. Una alimentación rica en antioxidantes naturales ayuda a regular los efectos del estrés oxidativo y de los radicales libres. Su alimentación igualmente requiere de ácidos grasos omega 3 y 6, ya que ayudan a proteger la salud de su piel.

Es fundamental asegurarle una proporción de contenido en fibra fermentable y no fermentable con la finalidad de mantener un equilibrio en la flora intestinal. Esto se traducirá en una mejor digestión, reduciendo las flatulencias y disminuyendo el mal olor de las heces.

El almidón también contribuye a una correcta digestión, por lo que el perro necesita consumir periódicamente arroz dentro de su dieta diaria.

Cada uno de los alimentos de su dieta indudablemente debe contener estos elementos, de manera tal que su ingesta sea balanceada y sea capaz de satisfacer lo que su cuerpo necesita.

Para la correcta alimentación de un Bulldog Inglés hay que tener en cuenta algunos factores importantes. En primer lugar es necesario entender que los perros no son 100% carnívoros, por lo que hay que balancear su dieta con una combinación de verduras y cereales.

No debemos caer en la peligrosa práctica de darle de comer las sobras. Alimentos como los huesos, cartílagos, entre otros, tienen un aporte nutricional muy bajo y un nivel alto de grasa, los cuales pueden provocar severos problemas en su salud.

El Bulldog Ingles necesita especialmente un orden en la alimentación. En definitiva ésta debe ir de más a menos a medida que va aumentando su crecimiento en cada etapa. Los problemas digestivos están a la orden del día sobre todo cuando se le suministran probadas entre comidas.

Al momento de complementar el alimento comercial más apropiado para él, lo más factible es hacerlo con vegetales como el pepino, tomate y  el brócoli crudo o cocido. Al detectar algún problema intestinal o estomacal se le debe dar a ingerir zanahoria rayada para atacarlo y a la vez seguir manteniendo una buena alimentación.

Ante cualquier duda con su dieta diaria una opción recomendable es consultar con su veterinario y a través de este determinar la cantidad de nutrientes necesarios para el Bulldog Inglés, en cualquiera de las etapas de su vida.

Cuidados necesarios

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El Bulldog Inglés es una mascota que requiere de ciertos cuidados especiales relacionados a su higiene, salud e imagen. Sus características particulares necesitan de un trato especial que permita mantener su bienestar y un estilo de vida acorde a sus necesidades.

Esta raza es una de las más interesantes y únicas que existen. Sin embargo requiere de muchos cuidados que a su vez conllevan a la utilización de tiempo y dedicación para brindarles el trato que merecen. Antes de comprar o adoptar un cachorro es fundamental tener en cuenta todas las variables que rodean su vida y determinar si como dueños, estamos capacitados y contamos con lo necesario para atenderlo.

Las visitas periódicas al veterinario no pueden faltar ya que a través de chequeos constantes se podrán descartar complicaciones a nivel de salud. Además éste profesional podrá brindarnos algunos consejos extras para que el Bulldog Inglés se mantenga siempre estable.

Higiene

Este perro necesita limpieza de sus arrugas regularmente, lo cual se recomienda hacer entre una y dos veces por semana. Para ello se puede utilizar un algodón previamente remojado con jabón y proceder a lavarlo, para luego secarlo muy bien evitando así la propagación de bacterias.

Los baños a los ejemplares de esta raza se deben realizar al menos 1 o 2 veces por mes para prevenir todo tipo de hongos, pulgas y ácaros. El uso de un shampoo con componentes que no causen alteraciones en el pH de su piel es fundamental.

Durante el baño se debe poner especial atención en sus orejas y tomar las medidas preventivas necesarias para evitar que entren agua en ellas.

En su etapa de cachorros lo ideal es utilizar un shampoo para bebes. Para retirar el exceso de agua sin complicaciones se pueden utilizar toallas y una pistola de aire.

Actividades físicas

Esta mascota tiene una conformación braquicéfala que le dificulta la realización de actividades físicas intensas y prologadas. Aun así esa misma conformación lo hace propenso a enfermedades cardíacas, por lo que no se le debe privar de ejercicios físicos. Por el contrario estos deben ser moderados y regulares pues solo de esa forma se garantiza un buen estado de salud.

Entre sus 6 y 8 meses de edad, será importante implantar un programa de ejercicios, los cuales dependerán en mayor proporción de los niveles naturales de actividad física del cachorro.

Los ejercicios que requieran de saltos o de un trabajo riguroso de las articulaciones deben evitarse, ya que el Bulldog Inglés es una raza con mucho peso y un cuerpo pequeño, por lo tanto su formación física es de patas cortas, compacta y pesada, lo que hace que sus articulaciones padezcan de mayor impacto a diferencia de otras razas.

Asegurarse de que realice actividades físicas todos los días permitirá que mantenga una salud óptima. Pero en este punto se requiere de un cuidado especial, y es que cuando existan condiciones climáticas cálidas en extremo o, por el contrario muy húmedas, es esencial evitar que participe en ejercicios muy exigentes.

Siempre hay que facilitarle un recipiente de agua tipo aspersor para que pueda mantenerse refrescado. Así mismo todas las actividades físicas diarias que realice tendrán una duración que va de los veinte a treinta minutos, un tiempo recomendado por especialistas.

Cuidado de su pelaje

El pelaje de los perros de esta raza exige una alimentación rica en ácidos grasos para mantener un aspecto radiante y sano. Este debe cepillarse por lo menos 1 vez por semana para conservar una buena apariencia. Los cepillos con cerdas suaves son los más recomendados.

Al realizar esta actividad hay que prestar mucho cuidado a las pulgas, ácaros o garrapatas, así como a cualquier otro elemento extraño en su piel. Ya sea una protuberancia o enrojecimiento lo más acorde será visitar a su veterinario para descartar una enfermedad común en ellos: la dermatitis atópica.

Durante el cepillado también es importante revisar sus patas y uñas. De hecho estas últimas deben recortarse periódicamente.

Salud

El Bull Dog Inglés es una de las razas más propensas a enfermedades. A nivel óseo sufre trastornos como displasia de cadera, así como cojera en sus patas traseras.

También pueden sufrir disfunciones respiratorias como consecuencia de su paladar blando, largo y a una obstrucción en las fosas nasales, detalles que son característicos de perros braquicéfalos, es decir, que tienen nariz corta y cara plana.

Uno de los graves problemas es la adquisición constante de huéspedes no deseados, ya sean garrapatas, lombrices intestinales, entre otros, que pueden desencadenar importantes problemas de salud. Por ello es recomendable recibir tratamientos regulares como vacunas que ayuden a prevenir la aparición de alguna de ellas.

Bastará con una visita a su veterinario para entender con claridad cuáles son los pasos a seguir para cuidar de forma adecuada al cachorro y poder así darle una vida sana y libre de problemas.

Cómo entrenar, educar o adiestrar un perro Bulldog Inglés

El  Bulldog Inglés se caracteriza por ser una raza juguetona, testaruda y dominante. No es de las más obedientes, sin embargo, entrenarlo es posible siempre y cuando se sigan algunos pasos efectivos.

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El entrenamiento es esencial a lo largo de todo su crecimiento, iniciando un proceso de aprendizaje desde temprana edad. De esa manera se podrá garantizar un comportamiento positivo y sano, evitando situaciones negativas que pueden afectar su entorno y relación con humanos, perros y otras mascotas.

Frente a él es necesario tomar siempre una posición de liderazgo y firmeza ya que cuando se demuestra alguna debilidad será el Bulldog Inglés quien tome el mando, tornando su entrenamiento más difícil. Además de liderazgo se necesita mucha paciencia y evitar a toda costa el uso de la fuerza, violencia y procedimientos altamente represivos.

Por el contrario su adiestramiento ha de basarse en un estímulo positivo con un sistema de premios o recompensas. Al ser una raza que disfruta excesivamente la comida, se le puede premiar con alimentos bajos en calorías a menos que se trate de un momento con mucha actividad física. Por lo general no responden bien a los gritos y la represión, haciendo que estos no sean elementos útiles en su entrenamiento.

Esta raza se caracteriza por no orinar o defecar en el mismo lugar donde duermen, sin embargo, pueden hacerlo en otros lugares de la casa. Para entrenarlo en cuanto a estos hábitos se le deberá llevar desde su etapa de cachorro a hacer sus necesidades físicas al mismo lugar cada tres o cuatro horas. Siempre que lo haga de forma correcta puede recibir un premio que le deje claro su buen trabajo.

Los paseos también son importantes para el adiestramiento del Bulldog Inglés ya que no solo será un beneficio para su salud sino que también aprenderá a sentirse cómodo con la presencia de otras personas y animales a su alrededor. Para que esto sea posible se necesitará un collar de estrangulo que permita tener control sobre él y su comportamiento durante el paseo.

Hay que tener siempre en cuenta que es un perro fuerte y dominante al cual no es recomendable mostrarle algún tipo de debilidad. El collar de estrangulo ayudará a controlar su actitud, corrigiendo algún comportamiento errado con un tirón.

Antes de colocarle el collar, independientemente de su forma, es esencial asegurarse que se encuentre tranquilo y estable para evitar alguna actitud negativa.

Como sus dueños es fundamental mostrarles quien es el líder y quien da las órdenes. Se debe salir antes que él y dejarle claro a través de esta acción su condición de mascota y el respeto que ha de tener durante el paseo.

A través de la correa se le puede transmitir algunos datos importantes y favorecer su entrenamiento. Si su comportamiento es bueno se le dará una respuesta positiva, y si por el contrario no lo es, mediante el tirón le quedará claro. Esta última servirá para darle a entender que no ha cumplido una orden.

Siempre hay que asegurar que el Bulldog Inglés está escuchando y prestando atención a las indicaciones de su dueño o la persona que lo pasea. Un toque ligero sobre la cadera es una forma efectiva de demostrarle que lo ha hecho mal o que debe seguir caminando sin llegar a una agresión física a su cuerpo.

Antes de cada entrenamiento se debe recordar que esta raza no acostumbra a correr o seguir el ritmo de una caminata rápida. Por ello este proceso debe adaptarse a sus características y necesidades para no extralimitarse y pueda adquirir un aprendizaje en base a su entorno.

La adopción del Bulldog Inglés

El Bulldog Inglés ha crecido en popularidad por lo que cada vez son más las personas que quieren adoptar uno. Muchas marcas lo han utilizado como una insignia publicitaria debido a su aceptación aumentando aún más las posibilidades de hacerse con uno.

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Sin embargo, antes de su adopción es imprescindible tener en cuenta que es una raza que se inclina a diversas complicaciones y enfermedades hereditarias, por lo que su salud y cuidado es un tema delicado.

Alrededor del mundo existe un gran número de organizaciones dedicadas a la cría, cuidado y desarrollo de la raza. Muchas de ellas brindan la posibilidad de adoptar algún ejemplar previo a un estudio de las condiciones de la posible familia pues algunos requisitos aplican para darles una vida feliz.

Por lo tanto la adopción de un Bulldog Inglés requiere conocer los cuidaos que deben seguirse y el entrenamiento más acorde para que no desarrollen conductas negativas e indeseables o determinados hábitos que puedan incrementar los riesgos de salud a los que están predispuestos.

En definitiva, es necesario regular su comportamiento con carácter firme, órdenes vigorosas y supervisión constante. De esta forma la adopción podría ser un éxito y el entrenamiento continuo garantizará una mejor calidad de vida para él.

Comportamiento con los Humanos

El Bulldog Inglés tiene un temperamento muy especial que influye en la forma en cómo se relaciona con los humanos, con los perros y otras mascotas. Todo ello depende de factores como su entrenamiento, convivencia e incluso la alimentación.

Su conformación física lo hace una de las razas con más inclinación hacia actitudes variadas ya que podría ser en extremo perezoso o quizás  muy juguetón, por lo que un entrenamiento adecuado es básico para su comportamiento.

En su etapa inicial como cachorros son más enérgicos siendo este el momento ideal para entrenarlos, adiestrarlos y socializarlos. Si se tiene especial cuidado en este momento de su vida se podrá disfrutar un perro de buen comportamiento con humanos y con excelente capacidad para ejercer actividades físicas básicas.

Su apariencia principalmente da la imagen de ser un animal gruñón e incluso agresivo y si bien lo fueron históricamente, con el paso del tiempo ha aprendido a ser a ser amigable, afable, pacífico y tranquilo. Hoy por hoy es una raza dócil, con una estructura física particular, llena de vitalidad, de buen temperamento y excelente humor.

Generalmente no son mascotas recomendadas para niños en un 100% ya que estos podrían exigirle una actividad física mayor a la recomendada, afectando negativamente su estado de salud. No obstante pueden realizar algunos juegos con ellos bajo la supervisión de un adulto por un tiempo determinado.

Esta recomendación no es sinónimo de una reacción negativa hacia los pequeños del hogar, por el contrario se trata solo de tener más cuidado a la hora de socializarlos con el can ya que por su corta edad no entienden las capacidades máximas y las actividades que realmente puede soportar la raza.

Su comportamiento con los humanos es además muy moderado en cuanto al ruido. Un Bulldog Inglés no es un perro que ladre mucho, por lo que es ideal para quienes no toleran los ladridos abundantes o viven en espacios donde se exige poco ruido.

Su carácter gregario facilita aún más la convivencia con personas. Es una raza muy familiar, le gusta convivir, le gusta ser parte de una manada y disfruta los momentos de recreación con humanos, ya sean estos juegos, deportes, entre otros.

Un cachorro de esta raza, sin importar su edad siempre debe estar acompañado. Para él la soledad es solo un estímulo para reaccionar de forma negativa con objetos del hogar por ejemplo, llegando a causar destrozos innecesarios. Esta actitud es algo natural y no tiene nada que ver con su verdadera forma de ser.

Su estabilidad psicológica también es realmente impresionante y de allí parte la forma en cómo se relaciona con su entorno humano de manera complaciente y con paciencia.

Su inteligencia es el principal factor que favorece el comportamiento de la raza ya que tienden a recordar sin problema todo lo que ha aprendido. Un entrenamiento eficaz lo  llevará a comportarse de forma correcta y respetar siempre a los miembros de la familia. Puede llegar a ser muy terco en ocasiones, pero aplicando los mejores correctivos y un buen proceso de enseñanza se tendrá a un perro de buen comportamiento.

Por otra parte, el Bulldog Inglés es una raza protectora. No es un perro guardián, tampoco se le considera agresivo, pero se inclina a proteger a sus amos, sin llegar a ser combativos a menos que se sientan amenazados.

Lo ideal es que sea entrenado desde su etapa de cachorro, para asegurarse que durante el crecimiento no sea un perro de difícil convivencia y que su comportamiento con los humanos sea completamente positivo.

Trabajos que puede desempeñar

Las características físicas, cognitivas y temperamentales de este perro no son las más ideales para considerarlo una raza laboriosa. La verdad es que no son efectivos para el trabajo. Se les puede considerar más una raza de compañía y de la que se puede disfrutar sin llegar a imponerles actividades demasiado extremas y fuertes.

Indudablemente son capaces de llegar a ser buenos protectores, ya que poseen una fuerza excepcional. En tiempos antiguos su función principal era la pelea, pero a medida que se les ha domesticado y provisto de mejores condiciones han perdido los genes violentos.

Su físico le impide llevar cargas o realizar actividades pesadas durante largo tiempo, esto ha de ser tomado en cuenta a la hora de exigirle una función que sobrepase sus límites.

El Bulldog Inglés es un perro que puede tener un buen comportamiento con los humanos y ser una gran compañía, y cuya labor podría limitarse a la de compañero y protector.

Sin duda, las potencialidades de estos ejemplares son grandes y variadas. En un entorno familiar son realmente felices y llena la vida de sus dueños de buenos momentos. Siempre y cuando les brinden condiciones de vida estables y un entrenamiento oportuno serán parte de la familia y retribuirán los cuidados con mucho amor, afecto y enseñanza.

Su Entorno

El mejor ambiente para el Bulldog Inglés deberá contar con los elementos necesarios para un estilo de vida saludable. Por sus características algunas situaciones o entornos podrían poner en peligro su vida y desarrollo.

Por su genética y también comportamiento los cachorros de esta raza requieren determinados cuidados para estar activos y desenvolverse de manera correcta en su hogar. Tenerlo en casa implica grandes responsabilidades y la integración de muchos elementos que puedan satisfacer sus necesidades físicas.

Cada uno de los ejemplares de la raza tienen una procedencia particular que ha marcado su predisposición genética llevándolos a exigir ciertos cuidados en relación al entorno en el que se les cría, su condición física exige mucha atención al contexto climático y de espacio.

Si bien el Bulldog Inglés puede adaptarse a todo tipo de hábitat, siempre debe contar con un entorno familiar rodeado por personas que se preocupen por lo que hace. Básicamente es un perro que disfruta la buena compañía sin importar donde se encuentre.

Esta característica refleja que, cuando se cría en entornos solitarios las posibilidades de una enfermedad o cualquier otro riesgo en su salud estarán latentes. Por esta razón no es recomendable mantenerlos dentro de centros especializados para perros, salvo que cuente con suficiente espacio, compañía y pueda jugar en todo momento.

Una de las principales razones por la que los entornos familiares son los más recomendados para esta raza es su comportamiento marcado de confrontar a otros animales para hacerse líder de una manada, por lo tanto en un ambiente repleto de personas podrá aprender a socializar y entender los beneficios de integrarse a la sana convivencia con personas y otras mascotas.

Por eso es mejor tenerlos en casa desde pequeños, en ambientes de armonía, donde se les pueda entrenar apropiadamente y así desarrollen un carácter afable y apacible.

Para ellos es  primordial estar dentro de la casa y no permanecer en un patio o jardín. No obstante, en lugares pequeños es cuando más requiere compañía para evitar situaciones indeseadas. Los entornos que no son ideales para el Bulldog Inglés solo provocan inquietud y cambios en su carácter y temperamento.

De igual forma es una raza que a pesar de sus necesidades sabe adaptarse sin problema a todo tip de ambientes. Bien podría vivir en un apartamento o en una casa de campo, siempre y cuando esté rodeado de compañía.

Le gusta pasear, por ello los terrenos grandes podrían ser una excelente ideal para el Bulldog Inglés ya que les permite realizar algunos juego, distraerse y disfrutar de un buen clima.

Durante sus jornadas de descanso les gusta estar en entornos cómodos y tranquilos, por lo que una de las principales acciones de sus dueños es proporcionar todos los elementos necesarios para que pueda estar en paz y recuperar sus energías.

Los lugares pequeños son los más recomendados porque les permite reducir el esfuerzo en actividades físicas para trasladarse de un sitio a otro, evitando así hacerles padecer problemas respiratorios.

Entornos no recomendados

Los entornos no recomendados para Bulldog Inglés son aquellos en los que deben imprimir mayor esfuerzo físico para realizar las actividades esenciales o efectuar sus paseos diarios.

Deben ser lugares que no amenacen su estabilidad y salud de acuerdo a su organismo y formación. También es esencial evitar entornos rodeados con materiales que podrían afectar su piel y producir sarpullido.

Es fundamental librar el ambiente de tinturas, desodorantes, materiales como la goma y la lana; también ciertos tipos de alfombras podrían afectarle. En caso de verse complicado por alguno de estos elementos lo más recomendable es acudir al veterinario y recibir de él las medidas preventivas para hacer un entorno más seguro.

Tampoco se recomienda un hábitat sucio o uno donde la naturaleza no sea muy activa, de manera que así no se exponga a muchos riesgos su salud.

El clima es otro factor de mucha importancia para su resguardo haciendo factible un equilibrio del mismo. Se ha de tener especial cuidado con este tema ya que en el caso del sobrecalentamiento podría originar riesgos muy peligrosos para esta raza, siendo los problemas cardiacos uno de los más relevantes.

Sin duda los lugares con exceso de calor representan un riesgo. Esto se debe especialmente a que el Bulldog Inglés no puede jadear con tanta constancia y al ritmo de otras razas por sus características físicas, por lo tanto es mejor que estén en el interior del hogar donde pueden contar con mejor ventilación.

El frío en exceso o las bajas temperaturas tampoco son buenos ya que su cuerpo lo absorbe con facilidad generando consecuencias en el corto plazo. El clima ideal para su entorno es entonces el templado.

Para su comodidad es recomendable colocarle algunas mantas junto a su lugar de reposo para que pueda disponer de esa opción en el caso de necesitar calentarse.