Terrier de Norfolk: Tu nueva mascota
El Terrier de Norfolk es sin duda una raza que cautiva el corazón de sus dueños y amistades, tanto por sus orejas caídas como por sus travesuras y amabilidad, es extrovertido y juguetón pudiendo ser una buena compañía para todos.
La base de esta raza se encuentra en lo que eran los pantanos de Norfolk, zona que fue intervenida por una serie de ingenieros y construyeron una red de drenajes, además por las cualidades tan ricas en la tierra del área se prestó para arar cultivos especialmente de cereales, por lo que tanto los drenajes como el trigo atraían la atención de ratas y bichos que acechaban la siembra, siendo necesario buscar animales que las protegieran.
Entre estos había unos perros Terrier con manto rojizo que hacían un excelente trabajo, cazando y espantando a la gran cantidad de roedores que llegaban además de demostrar un comportamiento amable y afectuoso con los humanos.
Con el tiempo algunos de estos ejemplares que parecían ser más pequeños que los otros Terrier fueron vendidos a una serie de aficionados que hicieron cruces y consiguieron un perrito de color rojizo y orejas caídas llamado Rags que cruzaron con otra llamada Ninety, su camada fue muy popular y usada para más experimentos, generando entonces dos líneas muy parecidas pero con la diferencia que unos tenían las orejas erguidas y otros las orejas caídas.
Al parecer las orejas caídas no eran muy populares en las exposiciones caninas y los dueños se las cortaban hasta que la legislación británica prohibió la práctica por el tremendo daño que les hacían a los animales, generándose y reconociéndose entonces dos razas diferentes siendo el Terrier de Norfolk el de las orejas caídas.
Se trata de un perro Terrier bastante pequeño, pero con un cuerpo muy característico de la misma línea, es compacto, musculoso, vigoroso y de aspecto deportivo, tanto las hembras como los machos presentan una pequeña variación en su estatura por la que ambos se pueden estandarizar en una medida que va desde los 25 cm a 27 cm, y pueden alcanzar un peso entre los 5 a 8 kilos.
Una de las cualidades más hermosas de este animal y que definitivamente lo diferencia de los demás son sus suaves orejitas caídas hacia sus mejillas, que también le enmarcan el rostro y resaltan su mirada inteligente y astuta, además los colores de su manto son mayormente en tonos rojizos y dorados siendo pocos los que llegan a presentar una mancha negra o tonos grisáceos haciéndolos más llamativos aún.
Es un animal con un temperamento muy sencillo, amigable, juguetón y muy adaptado a la vida humana, pero que necesita de una correcta y completa etapa de socialización, pues de lo contrario suelen volverse muy tímidos y asustadizos, muy raramente se tornan agresivos.
Si están bien socializados son los mejores compañeros, amigables con los extraños y buenos compañeros de juegos de otros perros, además son fáciles de entrenar y aprenden rápido pudiendo realizarse prácticas reforzadas con elementos positivos y amorosos que le ayuden a fortalecer los lazos con sus dueños y con su familia humana.
Quizás uno de los aspectos más difíciles de controlar en los animales de esta raza es que son muy ladradores, y aunque su tono de voz no es muy alto si llegan a incomodar especialmente a los vecinos por la insistencia con la que lo hacen.
Asimismo tienen la costumbre heredada de cavar, obviamente debido a que los perros con los que se formó la raza trabajaban cazando ratas y buscándolas en madrigueras, siendo posible la necesidad de dejarle en el jardín un espacio especial de manera que controle sus ansias y a la vez no destroce todo el lugar, por supuesto se acostumbrará a usar el área designada luego de una etapa continua de aprendizaje, mientras sea cachorro deberá tenerle mucha paciencia hasta que aprenda.
Es una raza que necesita del buen trato de los suyos, es muy impresionable y tiene buena memoria, por lo que su educación debe ir basada en el respeto y cariño, nunca es recomendable tratar mal a un Terrier de Norfolk, obviamente no lo es con ninguna otra raza, pero con ellos se pueden tener consecuencias negativas en su temperamento.
Son perritos bastante sanos, registrándose pocas afecciones heredadas y necesitando un mantenimiento muy sencillo, aunque por su tamaño y contextura es importante vigilar su peso, pues muy alto le otorga obesidad que puede afectar incluso hasta sus movimientos y muy bajo puede pasarlo de pequeño a toy.
Hoy en día son muy buscados como mascotas en las ciudades, pueden vivir en pequeños apartamentos con total comodidad siempre que se les asigne uno o dos paseos diarios y se les permita jugar en el interior, lo que no lo hace muy apropiado como perro de compañía especialmente para personas de edad avanzada, pero si excelentes para parejas o solteros activos y familias con niños.
Historia y Origen
Los orígenes de este perro se remontan a la Anglia Oriental, ubicada al sureste de Inglaterra es una zona bastante baja y plana, teniendo algunos lugares que se ubican al nivel del mar, pero a su vez está rodeada por los pantanos de Norfolk y Cambridgeshire, o “The Fens” como se les suele denominar, estos fueron parcialmente drenados en el siglo XVI dando como resultado un espacio cubierto por una red de drenajes que se sitúan en una tierra muy fértil e importante región agrícola que en su mayoría produce cereales.
Es pues en este lugar donde los Terrier de Norfolk se hacen más populares por sus excelentes habilidades cazando y alejando a las ratas que se amontonaban en los drenajes y que acechaban a los cultivos, sin embargo aún no se habían catalogado como una raza en particular siendo conocidos como Terrier.
En el siglo XIX por su parte, se sabe que un señor conocido como Charles Lawrence vendió a un grupo de estudiantes de la Universidad de Cambridge varios ejemplares terrier, pequeños y que poseían tonos rojizos en su pelaje o negro y tostado, además de ser de los más conocidos cazando ratas en los colegios, los que eran denominados como “Trumpington Terriers”, al momento no se sabía cuáles podrían ser sus antecesores pero se creía que podrían haber surgido del cruce entre el Terrier Irlandés y el Terrier de Yorkshire.
A partir de allí su historia destaca en la participación de varios aficionados y criadores, pues en esa venta en la calle “Trumpington” destaca uno de los compradores, el señor Jodrell Hopkins, quien adquirió una hembra pequeña de pelaje atigrado y la emparejó con otro terrier pequeño que tenía un manto de color rojizo largo y sedoso, del cual surge un cachorro conocido como “Rags”.
Rags fue entregado al señor Jack Cooke y era un perrito muy activo de color rojo, con abundante capa de apera textura y orejas caídas, era muy buen trabajador y a su vez excelente semental, el que fue cruzado en varias ocasiones con “Ninety” una perrita propiedad de Lewis Low, que era blanca tenía el pelaje liso y las orejas gruesas.
Todos los cachorros hijos de Rags y Ninety eran rojos y algunos de ellos fueron comprados por Frank Jones quien observó que estos perritos eran muy apreciados por la fraternidad deportiva de su zona y decidió comenzar su propia línea de cría vendiéndolos ampliamente y llegando a exportar algunos a América, los que se conocían como los “Jones Terrier”.
Por su parte el Sr R.J. Read también compró a uno de los cachorros provenientes de Rags y Ninety en 1909 y comenzó a experimentar en formar la línea de terrier que el buscaba, uniendo luego algunos de sus resultados con los “Jones Terrier”, asimismo continuó con los experimentos usando un Bedlington Terrier y luego una Staffordshire Bull Terrier marrón que le pertenecía a la condesa de Kimberley tratando de corregir el manto que se había heredado del Bedlington.
Más tarde usó a un Terrier Irlandés pequeño y después usó de nuevo a otro cachorro de la casa del Sr. Jack Cooke el original dueño de Rags, produciendo en 1929 un «Horsted Mick», y casi al mismo tiempo nace una perra llamada Brownie roja con espalda negra.
Todo esto da a ver que aparentemente no había ninguna planificación que demostrara que se trataba de lograr una raza en particular sino que cada criador decidió por su cuenta buscar un ejemplar que le gustara basándose en los hijos de Rags y Ninety, que habían dado buenos tipos.
Sin embargo finalmente se lograron perros muy parecidos con dos características diferenciadas, uno con orejas erectas y otros con orejas caídas a los cuales los dueños preferían cortárselas causándole daños severos al animal, además del manto rojizo o dorado, programando en 1932 a través del Kennel Club en el Richmond Championship Show una exposición de lo mejor de la especie donde ingresaron catorce cachorros todos provenientes de las familias mencionadas.
Luego de esta exposición se presentaron otras en las que se buscaban a los campeones tanto con orejas cortadas o con orejas erectas, volviéndose importantes en el mundo canino y no es hasta que la legislación británica prohíbe este tipo de cortes en los animales que entonces a finales de la década de 1940 se decide establecer dos líneas definidas.
Muchos de los aficionados de la época se unieron y protegieron a los perros conocidos como los de las orejas caídas incluso durante la Segunda Guerra Mundial, pudiendo empezar los campeonatos un poco después y designar a cada una de las líneas con su propio nombre siendo unos los «Norwich Terrier» y otros los «Norfolk Terrier».
Sin embargo los perros de entonces no eran tan refinados como los que vemos hoy en día y sus orejas no caían con la delicadeza que tienen ahora, por lo que los criadores más entusiastas continuaron trabajando, haciendo cruces y buscando ejemplares que pudieran producir a los Norfolk Terrier típicos que conocemos, pudiendo ya fijar la raza y participar como una sola especie en cualquier competencia.
Características Principales
El Terrier de Norfolk es uno de los perros más pequeños dentro de la línea de los Terrier, se encuentra ubicado en el grupo número 3 del estándar del FCI, en la sección 2 denominada “terrier de talla pequeña”, se trata de un can compacto, de estructura ósea corta pero bastante resistente, es muy enérgico y activo lo cual también se refleja en su constitución.
Generalmente tienen un aspecto un poco rústico y hasta descuidado que no se debe a falta de mantenimiento sino a su propia naturaleza, son perros hermosos, pequeños y adaptables, llegando a tener incluso cicatrices aceptadas.
Tamaño.
El Terrier de Norfolk tiende a ser muy uniforme en cuanto a la estatura de los ejemplares de su especie, viéndose bastante parejos tanto las hembras como los machos, por lo que su tamaño tiende a generalizarse alcanzando una altura que va entre los 25 cm a 27 cm aproximadamente.
Peso.
Por su parte, el peso de los Terrier de Norfolk es bastante bajo, generalizado también en ambos sexos sin importar el de cada uno, pues tanto machos como hembras alcanzan entre los 5 kilos hasta los 8 kilos, dependiendo obviamente de su nivel de actividad y alimentación.
Es importante que se les dé el correcto mantenimiento pues por su tamaño si llegan a tener mucho peso se puede convertir en un problema tanto para su salud como para su movimiento y una contextura muy delgada puede convertirlo en un toy.
Cabeza.
Estos perritos tienen un cráneo muy poco redondeado en su parte superior, dando la impresión de ser más recto que curvo y se amplía hacia el área de las orejas, lo que lo hace ver proporcionado con respecto a sus mejillas, esto hace que toda su cabeza se vea con el tamaño correcto, pequeña y bien diseñada.
Región facial.
Su cara es mediana, con un hocico bien definido en forma de cuña, el cual remata con bigotes que generalmente cambian la perspectiva visto de frente, sus labios son pequeños y bien pintados en color negro, con dientes relativamente grandes, presentando mordida de tijera.
Cuerpo.
Su cuerpo es fuerte, compacto, con su espalda corta pero bien nivelada y recta, reforzado con costillas suficientemente redondeadas, su cuello es medianamente largo, sus patas anteriores son cortas rectas y fuertes y sus patas posteriores son iguales aunque más musculadas rematando con pies redondos y gruesos.
Trufa.
Su trufa tiene un tamaño muy proporcionado al de sus ojos, por lo que se puede considerar un tanto pequeña en comparación a sus facciones, se ubica justo en el extremo del hocico y muy cerca de la boca, es de color negro muy pigmentado.
Ojos.
Los Terrier de Norfolk poseen ojos con forma de óvalo bastante redondeados, tienen un aspecto de profundidad debido a que se ubican muy atrás del hocico y están bordeados de pelo, tienen un tono muy oscuro variando entre café a color negro.
Su expresión es muy inteligente, pícara y alerta, aunque sabe muy bien como dar una mirada de ternura e inocencia.
Orejas.
Se ubican en la línea alta del cráneo, son suaves y moldeables, tienen forma de triángulo aunque el extremo es con punta redondeada, son de tamaño mediano y casi siempre se les ven dobladas justo desde la base con caída hacia el frente colgando hasta la altura de los ojos.
Cola.
La cola del Terrier de Norfolk es bastante proporcionada a su pequeño cuerpo, por lo que ella en sí es también pequeña, pero lo suficiente como para darle estabilidad y equilibrio, es gruesa en su salida y se va afinando ligeramente hasta la punta, es recta y en ocasiones la dobla sin ubicarla sobre la espalda, generalmente la usa para expresar sus emociones.
Pelaje.
Los perros de esta raza tienen un pelaje bastante duro, y su textura es áspera, denominada a veces como de alambre, no presenta rizos y tiene el pelo pegado al cuerpo, su longitud varía en función a la zona donde se ubica siendo corto en las orejas y en la cabeza a excepción de las cejas y el bigote que es un poco más largo.
Color.
Estos animales tienen en su mayoría colores sólidos y uniformes en todo el manto, variando entre tonos rojizos, o un poco más claros como el parecido al trigo, algunos otros tienen una combinación entre negro y gris o negro y fuego, pero muy pocos llevan marcas blancas, las que son permitidas al momento de participar en exposiciones caninas pero no son muy deseadas.
Movimiento.
El Terrier de Norfolk es un pequeño perrito que posee un movimiento muy natural y libre, además de tener muy buen empuje debido a la excelente fuerza propulsora que le aporta la angulación en sus miembros posteriores.
Cuando trota sus rodillas doblan muy bien sin muestras de esfuerzo y con destreza.
Comportamiento con otros perros
Principalmente el Terrier de Norfolk es un animal de conductas muy sencillas y adaptables, no es agresivo ni altanero, pudiendo ser entrenado con facilidad por su disciplina e inteligencia, lo que hace que ponerlo en contacto con otros animales sea relativamente sencillo sobre todo si se le propicia un correcto proceso de socialización.
Es importante recalcar que la manera como se educa y el estilo de vida que lleve su mascota marcará definitivamente el cómo se va a desenvolver con otras personas y con otros perros, un animal criado en soledad, amarrado y sin posibilidades de escapatoria o defensa se mostrará agresivo o asustadizo, por lo que lo mejor es dejar que mantenga contacto directo, aunque vigilado, con otros canes.
Socialización con otros perros
El Terrier de Norfolk es un amigo invaluable de otros perros y mascotas siempre que se haya socializado desde cachorro, de lo contrario tendrá un comportamiento muy tímido con otros perros y un tanto irritante con gatos, conejos u otros animales más pequeños a los que intentará darle caza, debido a sus antiguos trabajos en los drenajes.
Es por ello que desde muy pequeño es significativo ponerlo en contacto con otros perros sin importar su tamaño, lo que es necesario vigilar es el temperamento del otro animal, pues es aconsejable que esté entrenado y socializado también de modo que no le haga daño o lo intimide en alguna manera pues esto haría que se dieran algunos pasos atrás en su adiestramiento.
Al ser bien socializado el Terrier de Norfolk no manifestará miedo o temor ante la presencia de otro perro ni siquiera a los más grandes a menos que estos sean agresivos, a los que no intentará hacerles frente pues conoce muy bien sus habilidades, pero si sus congéneres le demuestran que no son una amenaza inmediatamente optará por invitarlos al juego, tratando incluso de ladrar insistentemente, brincar de un lado a otro, ir y volver y varios signos de excitación que demuestran que ha hecho un nuevo amigo.
El mismo caso sucede con otros animales más pequeños, sobre todo si tendrá que convivir con ellos o verlos con frecuencia, mientras más pronto se le eduque que son sus compañeros y no son su presa mejor se comportará en su presencia, incluso algunos han tenido tan buenos resultados que se les ha podido ver jugando juntos, sobre todo con gatos de buen carácter.
Todo esto se puede lograr de varias maneras, bien sea inscribiendo a su perro en los clubes de aficionados de su ciudad o región, inscribiéndolo en grupos de perros, dejándolo con cuidadores profesionales en el momento que deban estar solos, llevándolos a parques y permitiendo que olfatee y se relacione con otros ejemplares de su raza o de otras.
El apareamiento del Terrier de Norfolk
Estos animales no se diferencian en gran medida de otros perros de otras razas de su tamaño y temperamento, siendo la principal fuente de provocación para que se genere el contacto el del celo de la perra, la que naturalmente expulsará continuamente feromonas que llegan al olfato de los canes masculinos afectándolos seriamente, los que tratarán de calmar sus instintos a través del apareamiento.
Sin embargo, este factor se convierte en un punto a considerar con respecto a la protección de su perra Terrier de Norfolk, la que cuando se encuentre en este proceso podrá ser víctima de encuentros no planificados trayendo como consecuencia camadas híbridas o daños en su organismo, por lo que podría implementar una serie de estrategias especialmente si desea preservar la raza.
Entre ellas la primera podría ser esperar a que su perra esté completamente desarrollada y esto no se da aún ni cuando se presente el primer o el segundo sangrado, pues estas perritas tienden a madurar completamente luego de su primer año de vida, una vez que comience a sangrar podrá ponerla en control con su veterinario el que calculará los próximos tiempos de ovulación y fechas aproximadas ideales para fecundarla.
Asimismo es conveniente también solicitar asesoría en las casas de cría con programas avalados o en el Club Kennel de la especie si puede tener contacto con ellos, donde encontrará otros ejemplares machos de los cuales se podría hacer una selección con la seguridad de la pureza de su linaje y el rastreo de condiciones de su salud además de los rasgos físicos buscados.
Una vez se tenga en mente el ejemplar para ser su compañero se puede buscar ayuda de su especialista o solicitar asesoría para planificar la unión y calcular el momento del parto además de monitorear el proceso y conocer la cantidad de cachorros que vendrán en la camada, incluso puede preparar a su perra Terrier de Norfolk unos días antes aumentando levemente su ración de comida, la cual se debe llevar nuevamente a sus dosificaciones normales una vez que quede embarazada.
Dieta y alimentación
El Terrier de Norfolk es un can principalmente carnívoro que no posee afecciones ni condiciones que lo distingan en este aspecto de los otros de su tipo, el que por ser un perro de pequeño tamaño pero de mucha agilidad y energía requiere de una alimentación basada en dosis pequeñas pero suministradas en varias ocasiones, las que dependerán de su peso, ejercitación diaria y salud, por lo que es ideal que esta dosificación sea calculada por su veterinario.
Sin embargo, su estilo de alimentación deberá ir variando al menos tres veces en su evolución, debido a que sus requerimientos cambiaran mientras pasa por la etapa de la infancia, la de la adultez y la vejez, exigiendo diferentes componentes en cada una, aunándose también en el caso de las hembras el proceso de gestación.
Otro factor importante en su alimentación es el control de las golosinas y el control de su peso, pues las primeras no deben ser del todo eliminadas ya que pueden constituirse en un buen elemento de refuerzo en su educación y establecimiento de su conducta, pero no deben ser una fuente peligrosa en su salud ya que la obesidad les afecta considerablemente por el corto tamaño de sus patas, a lo que se debe mantener un equilibrio y disciplina en su suministro.
Proteínas, Vegetales y Carbohidratos
El Terrier de Norfolk necesita de manera casi obligatoria la ingesta de proteína, ya que estas lo mantienen saciado y tienen la propiedad de que las que no son usadas por el organismo se eliminan naturalmente, razón por la cual no contribuyen con el sobrepeso, además de ser uno de los principales componentes en su pelaje.
Por su parte es importante también complementar su plato con vegetales y carbohidratos en menor proporción que las proteínas.
Modo de Preparación de la comida casera para el Terrier de Norfolk
Estos animales tienden a aceptar casi cualquier platillo, pues son de buen apetito y mucho gusto por la comida, sin embargo no se les podrá obligar a ingerir algo que no les guste y casi siempre lo dejarán en el plato pudiendo reconocerse fácilmente.
Por su parte es importante tener en cuenta que los perros de este tipo no poseen la misma capacidad de digerir que los humanos y muchos de nuestros estilos de cocina, incluso muchos de nuestros ingredientes son dañinos para ellos, por lo que se deben evitar algunos componentes muy comunes.
Por tal motivo es imprescindible realizar sus platos hervidos en agua sin sal, asados, al horno o al vapor pero sin agregarle ningún tipo de condimento, ninguna salsa, nada de ajo y sal, evitar los picantes, los aceites así como las cebollas, pimientos o enlatados, igualmente es poco conveniente preparar sus platillos fritos o guisados.
Básicamente la preparación de la comida para el Terrier de Norfolk va enfocada en platos muy sanos, en los que se eviten aquellos componentes que puedan afectar su gusto y especialmente su olfato, así como los que ocasionen gases o dificultades digestivas, igualmente estas restricciones aplican por completo al licor y elementos que lo contengan.
Croquetas para el Terrier de Norfolk
Estas croquetas tienen una gran cantidad de ventajas, entre la que la principal se basa en la facilidad y rapidez, pues eliminan el proceso casero de preparación e incluso pueden ser suministradas con mejor precisión, además de mostrarse en el mercado en una gran variedad de opciones, las que puede escoger con la ayuda de un especialista o del veterinario de su preferencia.
Para ello se puede considerar el tamaño de la boca y dentadura del Terrier de Norfolk que lo ubicará en los paquetes que indican que su producto está hecho para perros toy o pequeños, siendo recomendable también adquirirlos en tipo de galletitas secas para evitar que queden restos húmedos pegados a sus dientes contribuyendo a la acumulación de sarro.
Así mismo es importante también que se detenga a leer bien los componentes de la fórmula, pues muchos piensos se componen de distintas maneras y algunos no son los más apropiados, siendo necesario verificar que incluyan los mencionados previamente, es decir, que la proteína sea su base principal sin que sean subproductos de la misma, además que contengan también vegetales, carbohidratos y poco porcentaje de cereales.
En cuanto a su sabor y aceptación básicamente se tratará de su pronto suministro y del gusto de su can, el que en ocasiones desprecia alguna que otra marca pero esto no lo convierte en una raza difícil de alimentar, por el contrario, son muy adaptables y aceptan bien los procesos de transición haciéndolos relativamente cortos.
Esta etapa de transición se realiza principalmente en los tres cambios alimenticios de su mascota y cuando por cualquier motivo deba variar entre alimentación casera a croquetas, viceversa o incluso entre marcas de piensos, basándose en la mezcla y eliminación paulatina del alimento actual hasta que solo se consuma el nuevo.
Salud y cuidados generales
El Terrier de Norfolk es un can mucho más dócil que los otros terrier pudiendo permitir que sea entrenado con mayor facilidad y por lo tanto adaptarse mejor a las rutinas de limpieza especialmente si las reciben desde muy cachorros y con la suficiente frecuencia que necesita, además esta es una etapa que se presta a fortalecer los lazos entre su amo y su mascota especialmente si la acompaña con halagos y felicitaciones.
Asimismo es importante también saber seleccionar los artículos adecuados de manera de no lastimar a su perro y a la vez favorecer la rapidez del proceso, los cuales pueden ser recomendados por su veterinario o adquiridos en tiendas especiales, entre ellos puede considerar buscar un cepillo de cerdas naturales medianas o largas así como un champú especial para su tipo de pelo, sin olores ni acondicionadores, evite usar productos para humanos pues son totalmente dañinos para su mascota.
El cepillado
Uno de los cuidados que va a requerir su terrier de Norfolk es el cepillado, que debe efectuarse cada dos o tres días, incluso si tiene la posibilidad de hacerlo a diario sería mucho mejor puesto que le ayuda a eliminar la suciedad y a retirar el pelo muerto evitando que lo deje regado por los muebles o por toda la casa.
Esta actividad es importante hacerla desde que su terrier de Norfolk es muy cachorro, enseñándolo sobre todo a mantenerse quieto cuando lo haga, por lo que se recomienda se efectúe de buena manera y vigilando no dejar espacios sin cepillar pero con la mayor brevedad posible de forma que no se convierta en un momento pesado para su mascota.
Idealmente debe efectuarse comenzando por el cuello y la zona alta de la cabeza hacia la cola, puede tumbar a su can al suelo para su comodidad pero como no es un perro de gran tamaño es también posible dejarlo de pie y sostenerlo por el lomo.
Si se realiza el cepillado con la suficiente frecuencia es muy poco probable que aparezcan nudos en su pelaje, los que tienden a formarse por la longitud y textura de su manto, por lo que es aconsejable realizar una pequeña revisión visual antes de pasar el cepillo para evitar halarlos y hasta romperle la piel, tratando primero de disolverlos con los dedos.
Diariamente se debe tener cuidado con los ojos del Terrier de Norfolk los que tienden a molestarse con el pelo que tiene cerca, procurando limpiarlos con un algodón mojado en agua o recortar solo un poco el área que los rodea.
Depilación manual
Este es un tipo de cuidado muy poco frecuente en la mayoría de las razas pero que puede aplicarse al Terrier de Norfolk sin problemas si se realiza con cuidado y consiste en retirar con la mano, gentilmente el pelo muerto que aún no se ha botado naturalmente, procurando ayudar a su mascota a realizar la muda de manto más rápidamente.
Básicamente se intenta halar suavemente pelo por pelo aquellos que ya han perdido su fortaleza y que se sostienen muy débilmente, tirando de ellos a favor del sentido en el que nacen, pero teniendo cuidado de no retirar los que aun se mantienen con fuerza.
Esta actividad puede hacerse una o dos veces al año, coincidiendo estrictamente con la época de muda y solamente si no se le ha cortado el pelo, no se preocupe si al terminar vea a su terrier de Norfolk un poco calvo pues el repone el pelaje rápidamente, sin embargo cuando ya han envejecido son más sensibles y es preferible dejar de lado la práctica aumentando la frecuencia del cepillado.
El Baño del Terrier de Norfolk
A estos cachorros no se les debe bañar con frecuencia, tratando de hacerlo solamente si lo necesita, bien sea por exceso de suciedad o por mal olor, lo que puede retardarse mientras sea frecuentemente cepillado.
Sin embargo puede planificar un cronograma que se estime un tiempo prudencial entre siete a diez semanas, variando dependiendo de las necesidades de higiene de su mascota y por supuesto de la cantidad de contacto que tenga con el exterior donde tiene más posibilidades de adquirir agentes que lo contaminan.
Esta restricción se debe a que estos perros tienen una capa interna de pelo que se encarga de mantener su piel aceitada y por lo tanto libre de resequedad, pero que el baño hace que se retire por completo dejándolo expuesto a infecciones en la piel hasta que se repone naturalmente en unos tres o cuatro días.
La Salud del Terrier de Norfolk
Generalmente son animales que suelen alcanzar un tiempo de vida que va entre los 8 a los 14 años.
Algunos ejemplares han manifestado tener problemas cardiacos especialmente en la válvula mitral, otros presentan luxación en la rótula y muy pocos tienen problemas en su mordedura, por lo que tiende a considerarse una raza muy sana por ser poco porcentaje el que manifiesta estas afecciones.
Como entrenar, educar o adiestrar un Terrier de Norfolk
El Terrier de Norfolk es un perrito con suma inteligencia lo que unido a su buen temperamento y gran disposición en agradar a sus dueños lo convierten en un perro con facilidad de entrenamiento, siendo posible hacerlo desde casa con la asesoría remota apropiada, por principiantes o si lo prefiere por cualquier instituto con los conocimientos y programas apropiados para canes de su tipo.
Estilo de entrenamiento ideal
Estos animales son sumamente impresionables por lo que más que preferir, necesitan del contacto amable de sus dueños y por lo tanto de una educación basada en la enseñanza de las lecciones de manera paciente y con el refuerzo positivo apropiado haciendo uso de diversos tipos de recompensas.
Dichas recompensas pueden darse de diversas formas, bien sea en golosinas para perros, pero muy comedidamente pues hay que evitar que su Terrier de Norfolk suba de peso, o con caricias, felicitaciones y expresiones amorosas de refuerzo.
Sin embargo, el que no respondan bien al mal trato no quiere decir que se le ha de permitir todo cuanto desee hacer por el simple hecho de no regañarlo, sino de enseñarle continua y pacientemente lo que está mal y lo que está bien, además siempre van a necesitar de una voz de mando que le indique que es el líder a respetar mas no a temer.
Edad adecuada para comenzar a educarlo
Estos son unos cachorros muy juguetones y activos, los que desde pequeños intentarán conocer y explorar todo cuanto les rodea por lo que empezar una rutina de entrenamiento muy pronto es contraproducente si no se le deja que primero jueguen y sobre todo se socialicen, en tal sentido es conveniente esperar a que alcancen cierto grado de madurez que podría ser aproximadamente a los cinco o seis meses de edad.
Sin embargo no se le debe dejar todo ese tiempo sin una educación básica en la que desde muy pequeños comiencen a respetar ciertas reglas que usted y su familia hayan decidido previamente, como comer en el lugar donde se le ha asignado, no morder zapatos ni otro objeto que no sean sus juguetes, hacer sus necesidades sobre el papel o espacio que se designe, aprender su nombre, aprender el significado de la palabra “no” e incluso caminar a su lado.
Es importante también que todos en el hogar comprendan que el Terrier de Norfolk es muy inteligente y aprende fácilmente por lo que todos sin excepción deben hacerle comprender el respeto por todas las normas o de lo contrario entenderá que las puede violar a su antojo o que no todos los miembros de la familia son personas a quienes debe obedecer, esto por lo general aplica mucho al momento de la comida de los humanos.
La Socialización
Otros aspecto fundamental en la formación del temperamento del Terrier de Norfolk es el de la socialización, la que debe hacerse inmediatamente el cachorro llegue al hogar, considerando el contacto con los humanos y con otros animales.
Esta etapa es valiosa para que su cachorro fomente un carácter adecuado y extrovertido, de lo contrario el Terrier de Norfolk tiende a comportarse tímido y asustadizo, incluso los que no han pasado por este proceso gruñen en señal de miedo cuando ven a un extraño o a otro animal, por lo que socializarlo es si se quiere la etapa más importante en su entrenamiento.
En este sentido es recomendable que permita que su cachorro interactúe con los humanos, no basta con solo verlos amarrado a su correa, es necesario que lo toquen, lo acaricien, que entienda la diferencia entre niños y adultos, que comprenda que en su hogar llegan extraños y no le harán daño, en fin, mientras más se codee con el entorno humano mejor será su desenvolvimiento, por supuesto usted deberá vigilar que el trato que reciba sea el correcto para evitar que deje en su memoria malos recuerdos que luego lo vuelvan tímido o nervioso.
Adiestramiento continuo en casa
Este tipo de educación va más enfocada a que aprenda a respetar las normas de convivencia que usted tenga pautadas y no tanto a hacerlo cumplir con lecciones u órdenes, las que también pudieran reforzarse en algún momento, pero sin llegar a agotarlo en las mismas, recuerde que este animal es su mascota y no su juguete.
Al respecto es importante tener en cuenta que el Terrier de Norfolk si bien es muy inteligente y aprende fácilmente las lecciones que se le indican y puede llegar a comprender el respeto por las reglas del hogar también aplica para adquirir malos hábitos los que deben ser corregidos inmediatamente para evitar que pretenda tomarlos como parte de su conducta.
Por lo que en casa deberá estar muy vigilante de que por ejemplo use siempre sus espacios en el momento indicado, que coma, duerma y juegue donde se le permite, así como que haga sus necesidades en el espacio designado o que solicite la salida a tiempo.
Comportamiento con los Humanos
El Terrier de Norfolk es un can muy amigable, con bastante capacidad de socialización con los humanos y muy extrovertido, es un perro dulce y divertido, perfecto para familias con niños o que deseen un pequeño animal con esas cualidades.
Su adaptación a la familia humana adoptiva es casi inmediata, en su mente la separación de su madre y hermanos hace que automáticamente los miembros del nuevo hogar sean su camada, más sin embargo debe pasar por un proceso de socialización para adaptarse a los extraños.
La comunicación con él
Estos animales no tienen mucha capacidad para entender el idioma humano como tal, pero si comprenden a la perfección nuestras expresiones, lo que las asocian a nuestro tono de voz, eso hace que la comunicación con ellos se dé principalmente en función a nuestra vocalización, pero si se le pueden llegar a enseñar algunas palabras simples y sin sinónimos.
Por su parte los Terrier de Norfolk no se han acostumbrado aún a algunas rutinas humanas y de las cuales estarán constantemente rodeados especialmente si vivirán en las ciudades, algunas de ellas es preferible evitarlas como el vestirlos pues esto hace que se sientan incómodos además de que pierden el sentido del contexto y otras actividades a las que pueden irse acostumbrando con algunos ejercicios de preparación.
Entre los ejercicios diarios en los que se acostumbra al cachorro Terrier de Norfolk a convivir con su familia humana se podría considerar el ayudarlo a lidiar con los ruidos, los que en ocasiones tienden a asustarlos como los truenos o música muy alta, para evitar que esto suceda se puede planificar algunos momentos en los que gradualmente se le acostumbre a escuchar el sonido gradualmente.
Por ejemplo, se puede reproducir el ruido del trueno colocándolo a muy bajo volumen y luego volver a reproducirlo un poco más alto hasta que su cachorro demuestre incomodidad, puede detenerse o volver a intentar, la idea es ir poco a poco acostumbrándolo a que son normales y no debe asustarse por ello.
Asimismo es valioso que en el caso de que posea coche lo saque a pasear en el frecuentemente, esto hará que al momento de una urgencia no sea difícil movilizarlo y le permitirá familiarizarse con los objetos de la familia aprendiendo a comportarse en ellos.
Comportamiento con los niños
Estos son muy buenos perros para que compartan con los niños, porque en realidad tienen el comportamiento de ser otro niño más, son juguetones, extrovertidos, y ven en ellos a un compañero ideal.
No tienen el instinto protector que muchas otras razas desarrollan en función al cuidado de los niños, pero no les harían daño, pues los tienen en especial estima.
La socialización temprana con los niños es importante pues deben aprender a diferenciar que los humanos pasan por edades diferentes y que no todos los niños tendrán el mismo comportamiento, por ejemplo debe aprender que no todos con los que juegue van a intentar halarle la cola.
De hecho en muchas ocasiones se debe vigilar que los infantes los traten bien especialmente cuando son cachorros ya que el Terrier de Norfolk graba en su memoria cualquier acción que lo impresione y puede desarrollar luego alguna fobia o dificultades en su temperamento.
Nivel de respuesta del Terrier de Norfolk
Estos animales son muy astutos y en cuanto a juegos se refiere va a tomar la iniciativa constantemente, pueden aprender las rutinas de sus dueños y saber lo que vendrá por ejemplo luego de que tomen la correa de paseo, pero su respuesta dependerá de que tan entusiasmado esté para salir o que tan ocupado esté haciendo otras cosas.
Si se le educa apropiadamente va a entender cómo debe comportarse y tienden a copiar acciones propias de los humanos con los que convive, buenas o malas.
Estilo de vida que necesita
Los ejemplares de esta raza son animales muy activos que definitivamente no son apropiados para vivir como perros de compañía, pues necesitan jugar, correr, cavar y distraerse, son dinámicos y muy astutos por lo que requiere que sus familiares le otorguen las facilidades para tener un estilo de vida activo.
En este sentido es posible que su mascota prefiera pasar todo el día jugando bien sea con sus objetos, con usted o por su cuenta, esperando que llegue el momento de salir a pasear o a entrenarse, para luego tomar un descanso.
Trabajos para el Terrier de Norfolk
Estos animales son más buscados para vivir en el hogar como mascota, son dóciles amigables y viven perfectamente en compañía de los humanos, teniendo pocas otras actividades en las que desempeñarse por su tamaño y su nivel de actividad, aunque algunas fraternidades deportivas lo prefirieron por varios años y tiene mucha gracia y disciplina al momento de participar en exposiciones caninas.
Entorno ideal
El Terrier de Norfolk es un cachorro muy activo que se desarrolla muy bien en el campo y en la ciudad, pudiendo ser adoptado para vivir en cualquier piso o apartamento siempre que se le pueda otorgar el tiempo diario apropiado de esparcimiento en exteriores, bien sea en un jardín propio o en parques cercanos con su debida protección.
El Terrier de Norfolk dentro de la casa
Este aspecto es valioso a ser analizado incluso antes de la llegada de su cachorro Terrier de Norfolk al hogar, pues primeramente se deberá considerar que este nuevo integrante de la familia va a vivir en ella por varios años y que por su bienestar físico y mental no es conveniente moverlo de lugar constantemente, especialmente si ya se ha acostumbrado a usarlos.
En este sentido puede usted considerar que el Terrier de Norfolk aunque es un can muy activo es bastante pequeño y muchos de sus lugares no requieren de suficiente espacio, incluso la disposición de sus muebles no va a verse afectada para permitirle libre paso.
Sin embargo sí es sano que se le enseñe a no corretear en el interior y a respetar su espacio de juegos el cual puede equipar con una pequeña cesta de juguetes a los que él pueda acceder fácilmente, en todo caso la mayor condicionante será verificar que su mascota se sienta cómoda con los objetos que le adquiera.
El Terrier de Norfolk va a necesitar que desde los primeros días en su casa se le enseñe que debe dormir en su cesta o colchón, pues de lo contrario va a escoger por su propia cuenta, siendo valioso ubicarlo en un lugar donde no corra riesgo de ser pisado, que se pueda limpiar con facilidad y que no sea muy caliente.
Asimismo es aconsejable que se le enseñe a comer únicamente en los momentos que el veterinario le indique, en su plato y en su lugar, que pudiera ubicarse en un espacio de fácil acceso para que tenga total posibilidad de ingerir agua cada vez que lo requiera, igualmente es necesario que dicha área se mantenga con el mayor higiene posible.
Estos animales pueden desenvolverse muy bien en el interior si se le enseña a respetar las reglas y se le ayuda también a no sentirse encerrado o aprisionado, pues aunque pequeños necesitan un poco de libertad y entretenimiento, en función a ello y unido a sus previos instintos es posible también que se le vea tratando de cavar hoyos o persiguiendo bichos, momento en el cual sería prudencial sacarlo al parque a pasear tratando de respetar sus horarios planificados.
El Terrier de Norfolk en exteriores
Aunque por su tamaño y constitución no es muy apropiado que este se desenvuelva todo el tiempo en exteriores y mucho menos que duerma en él, si es importante permitirle que juegue y salga al jardín o al parque constantemente para ayudarlo a gastar esas energías y ese ímpetu del que es característico.
Por su parte si el hogar donde es adoptado cuenta con un jardín o patio es probable que necesite asignarle un espacio para él, en el que pueda cavar o de lo contrario va a tender a hacerlo en todo el lugar debido a sus instintos heredados de los ejemplares antecesores que vivían colaborando con los humanos cazando ratas y bichos en los drenajes.
Asimismo es aconsejable que su salida sea vigilada o controlada a menos que su jardín esté cercado con algún tipo de valla para evitar que salga corriendo, recuerde que el Terrier de Norfolk es muy activo, sociable y que si no está bien entrenado puede tender a corretear gatos, conejos o cualquier animal que considere una presa.
El cambio del entorno para el Terrier de Norfolk
Cuando su cachorro es separado de su madre y llega a su hogar, todo es nuevo para el pero la realidad es que todo lo es, pues no ha tenido aún el tiempo suficiente para programar una rutina junto a su madre, en cambio cuando ya ha crecido y vivido bajo un mismo techo, y se ha acostumbrado a su espacio, sus reglas, sus olores y todo su contexto en general es muy difícil hacer que se adapte a uno nuevo sin que sufra de estrés o angustia.
Por esta razón es importante que ponga en práctica algunas estrategias para ayudarlo a sobreponerse por ejemplo a una mudanza pues un cambio de dueño sería más complicado, en este sentido pudiera tratar de no lavar su manta durante un tiempo antes y después del cambio de hogar, o llevarlo previamente si es posible a que reconozca el nuevo lugar y sus alrededores, cualquier actividad que le ayude a sentirse cómodo o especialmente darle mucho cariño y tiempo de juegos puede ser muy apreciable para él.