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Gestación y parto en perras

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El embarazo en las perras puede ser identificado a partir de la semana de gestación 3 con la realización de una ecografía. La ecografía nos puede dar una idea del número de cachorros que se están gestando, sin embargo, en ocasiones se acostumbran a tomar radiografías en las semanas finales próximas al parto para saber con exactitud el número de cachorros, aunque hoy en día es una práctica que no todos llevan a cabo.

Los signos de embarazo en la perra inicialmente son vagos e inespecíficos y pueden incluso pasar desapercibidos. A medida que las semanas transcurren, algunas señales pueden hacerse evidentes, tales como aumento de peso y de apetito, protrusión del vientre, hipertrofia de las mamas, aumento de la temperatura basal, especialmente en los días previos al parto.

Así mismo, las características del embarazo van a diferir un tanto entre las distintas razas de perros. Por lo común, cuanto más grande sea la raza de la perra, más son los cachorros posibles que pueden gestarse, alcanzando las más grandes, hasta ocho y diez perros por camada. En cambio, las razas pequeñas suelen tener de uno a cuatro cachorros. Factores internos de la perra como su metabolismo, el sistema endocrino y demás funciones internas corporales, así como factores externos y ambientales entre los que destacan el estado nutricional y la exposición a fármacos, pueden modificar el tamaño de la camada de perritos.

Una vez que se da la fecundación, que es la primera etapa de la gestación, en secuencia sigue una etapa conocida como implantación, en la cual los embriones se incrustan en el endometrio uterino, alrededor del día 17 al 21. Las subsiguientes etapas transcurren en un conjunto de divisiones celulares que originan las diferentes células y tejidos del organismo del perro. Los fetos se van a acomodar en las distintas partes del útero de la perra, en los cuernos y en el cuerpo uterino principalmente.

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La gestación, conlleva a una serie de cambios en la fisiología de la perra, algunos visibles exteriormente como los cambios de peso y en su contextura, predominantes en la segunda mitad del embarazo, y otros cambios más internos como, el aumento de la cuenta blanca, el descenso de la hemoglobina, y una serie de cambios hormonales.

Cuando sucede el momento del parto, generalmente la gestación ya se encuentra entre el día 63 y 65, aunque ya desde el día 56 puede presentarse el parto. Unos días antes de este momento, la perra pasa por algunos signos prodrómicos que nos avisan que el parto esta cerca, por ejemplo, el descenso de la temperatura basal. Cuando ya se entra en el parto propiamente, las contracciones uterinas dilatan el cuello uterino entre 6 y 12 horas; una vez que la dilatación es completa se da la expulsión del feto, y seguidamente a la salida de los cachorros, se expulsa la placenta. El parto puede demorar desde 12 hasta 36 horas.

Por lo común, los partos de las perras que han tenido una evolución satisfactoria del embarazo pueden asistirse en casa. La clase es dejar que todo fluya natural y espontáneamente y solo intervenir cuando realmente sea preciso. Puedes pedirle a tu veterinario algunos consejos sobre cuando es momento de ayudar y que debes hacer durante el parto. Un momento que puede requerir intervención es si luego del nacimiento, la madre se desentiende del cachorro, en ese caso el recién nacido perro debe ser atendido.

Otras intervenciones que puedes necesitar hacer durante el parto es romper las membranas que envuelven al cachorro, y procede a limpiar con delicadeza, muy bien su nariz y sus oídos. Con movimientos se exploran los reflejos y demás actividades y actitud. Con la valoración adecuada, tu asistencia y ayuda, tu perra podrá tener un parto feliz y disfrutar juntos de todos sus cachorritos.