
El gato rex de Oregón fue una conocida raza de felinos que surgió a mediados del siglo XX como producto de una mutación espontánea de la naturaleza. Tristemente, no duró lo suficiente, su extinción tuvo lugar en la década de los años 70.
Nota: La foto de este artículo es solo de referencia.
Cuenta su historia que en el año de 1955, en el condado de Oregón de los Estados Unidos de América, en medio de una granja, se constató el nacimiento de una gato particular; la gata de la familia había dado a luz y en esta camada de gatitos resaltaba uno que era muy diferente al resto de los del grupo, que tenía como característica incomparable un pelaje totalmente rizado.
Se crió a este ejemplar para participar en los cruces de otras razas de pelaje rizado (rex) que fueron posteriores, como el Cornish rex, una vez que éstos arribaron el los Estados Unidos desde Gran Bretaña, así surgió la primera camada de gatitos Rex de Oregón.
El gato rex de Oregón se describía como un felino doméstico de dimensiones pequeñas y finas, con un cuerpo de rasgos delgados pero elegantes. Su cabeza pequeña tenía la forma de un cráneo más o menos triangular, con hocico alargado y estrecho.
La cola era larga, hacia el extremo final se iba haciendo más fina hasta terminar en una punta. Sus patas, delgadas, largas, eran muy ágiles, y terminaban en unos pies redondeados. En la cabeza del gato rex de Oregón, se hacían notar un par de orejas grandes, de forma redonda hacia los extremos, con un par de ojos ovalados y medianos en tamaño que eran muy expresivos. Lo distintivo de la especie era su hermoso pelaje, rizado, corto, denso, adherido al cuerpo, que al tacto generaba una impresión de suavidad.
La personalidad de estos felinos se hacía notar por ser cariñosos y a la vez demandantes de atención, eran gatitos divertidos y juguetones, aunque a la vez podían ser impulsivos y dejarse llevar por el malhumor si algo les molestaba, o si se sentían desplazados. Les encantaban los juegos y el compartir con los dueños, aunque por veces eran bastante arrogantes. Tenían ciertos problemas para aceptar la obediencia y eran bastante dominantes, por lo que algunas personas encontraban esta convivencia difícil.
Sus labores principales eran ser gato de compañía y mascota en los hogares, aunque también era un buen cazador de alimañas y roedores como los ratones. Convivía adecuadamente con otros animales, en especial otros felinos, aunque a veces su mal temperamento, que sobresalía en ocasiones, hacía que sintiese celos de otras mascotas presentes en el hogar.
Aunque razas del tipo “Rex”, como el cornish rex o el devón rex, son muy parecidos al Rex de Oregón y de hecho se emplearon en cruces híbridos entre estas razas, desde el punto de vista genético, los gatos Rex de Oregón dejaron de existir hoy en día, solo quedan algunos ejemplares híbridos ente las demás razas de pelaje rizado existentes en los felinos.