Boyero de Flandes: Tu nueva mascota
El perro boyero de Flandes, conocido también por su nombre como Bouvier de Flandes y cuyo nombre original es Vlaamse Koehond, es un perro que se ubica en la clasificación GR 1 sección 2, junto con los demás perros boyeros, es decir, otros perros que son entrenados para trabajar en la conducción del ganado bovino.
Es un perro de tamaño grande con alturas que superan los 60 cm y peso alrededor de los 40 kg. Esta raza tan peculiar se originó en los países de Bélgica y Francia, y gracias a su nobleza, laboriosidad y gentileza como mascota, actualmente se ha dado a conocer en mucho países fuera de su localidad.
Con precisión no es posible asegurar en un 100% el sitio de origen de perro boyero de Flandes, común en Francia y Bélgica, sin embargo, algunas investigaciones de expertos apuntan a que se originó en la región que lleva su nombre, luego de que cruces de varias razas en la búsqueda de un perro de granja ideal.
Otras historias apuntan a que este perrito llego a dicha región importado junto con los migrantes españoles. Lo cierto es que desde su aparición, esta raza de perritos ha sido el acompañante ideal para los granjeros en sus labores de campo, es un experto en la guía y el cuidado del ganado.
Este es un perro muy llamativo, con numerosas características que resaltan en su apariencia. En el perro bouvier de Flandres, por su nombre en francés, encontramos a un can con un tamaño de mediano a grande y una contextura gruesa y fornida, su apariencia es rústica y fuerte, aunque al mismo tiempo es una mascota tierna, con un pelo rizado ondulado que lo hace ver como si fuese un adorable peluche. Este es un perro del grupo de los pastores, es un gran protector de su rebaño.
El boyero de Flandes presenta un carácter ideal, equilibrado, estable, con un temperamento dócil y fácil de entrenar, es fiel a su familia, y desempeña un trabajo de campo excepcional. Además, tiene espíritu de guardián y protector. Su inteligencia es envidiable, lo que hace muy sencillo su adiestramiento, y posee una increíble memoria, suele ser un perro muy obediente y cariñoso con sus cuidadores. Aunque, puede presentar conductas infantiles hasta los 2 o 3 años de edad, período en el que se considera totalmente maduro.
En su educación, cuidado y entretenimiento, no requiere de consideraciones especiales, salvo las mismas que se tienen con el resto de los canes y en especial con aquellos que desempeñan labores de campo, tales como higiene y aseo de su pelaje y revisión de su cuerpo y patas luego de cada jornada de trabajo.
Además, es prudente la visita regular al veterinario y por supuesto, las inmunizaciones son obligadas en el boyero de Flandes como en todos los perros que trabajan al aire libre. Para su recreación, es recomendable que su dueño dedique el tiempo necesario para compartir al lado de su mascota, llevarlo a jugar, practicar entrenamientos, ejercicios, y que libere su energía y reciba una buena dosis de actividad física y estimulación mental diaria.
El bouvier de Flandres es un perro muy noble, una preciosa mascota de la que toda la familia podrá disfrutar.
Historia y Origen del Boyero de Flandes
El origen de esta raza de perros es difícil de precisar con exactitud, sin embargo, alrededor de su nacimiento, existen numerosas explicaciones e hipótesis que intentan determinar de dónde salió este hermoso perro boyero.
Algunos expertos investigadores refieren que el bouvier de Flandres proviene de la región de Flamenca, Flandes o Flandres, la cual es compartida por Bélgica y Francia, por lo que algunas organizaciones como la FCI consideran que los perros de esta raza son de origen Franco-Belga. Según estas explicaciones, los criadores realizaron varios cruces entre razas buscando un perro ideal para ser trabajador en las granjas.
De modo que su nombre, bouvier de Flandres, es de origen francés y en español se traduce como “boyero de Flandes”, el cual hace referencia a su lugar de origen y sus labores como perros guías en el ganado vacuno.
Por otro lado, existen otras teorías que afirman que el boyero de Flandes apareció en dicha región a raíz de las invasiones españolas; también, se ha dicho que este perro es el resultado de un cruce entre la raza Barbets, perros que son de gran tamaño, y los perros Mastines y Pastores de Picardía, del mismo modo se ha propuesto que es un descendiente de Beauceron y de los Grifones.
Lo cierto es que la raza que hoy en día se conoce tuvo un primer estándar que se definió en el año 1912, época desde la cual comenzó a ganar gran popularidad en los campos y granjas, hasta que estalló la Primera Guerra Mundial, momento en el que el boyero de Flandes se enfrentó a la extinción de su raza recién establecida.
Fue gracias a unos criadores flamencos que la raza se logró recuperar a partir de algunos ejemplares sobrevivientes, logrando recuperar la raza de boyeros de Flandes actuales. El ejemplar utilizado en estos cruces tenía por nombre Ch. Nic de Sottegem, y hoy en día este nombre está presente en casi todos los pedigríes de los bouvier de Flandres. En el año de 1922 se definió por segunda vez el estándar de esta raza, para hacerla más homogénea.
Finalmente, hacia 1965 el estándar definitivo de los boyeros de Flandes fue establecido por la FCI, con el tipo molosoide, constitución brevilíneo, silueta cuadrada, y andar habitual de paso y trote.
Hoy en día, podemos ver a esta fabulosa raza de perros en diversas exposiciones de canes y eventos de entrenamiento y concursos de pastoreo, si bien no es un perro muy popular como mascota, su trabajo y enorme colaboración en las granjas lo hace un excelente colaborados.
El perro boyero de Flandes se ha clasificado como un perro de los de pastoreo por la AKC, al igual que por la UKC, con una prevalencia relativamente común en las regiones europeas rurales. Es un verdadero pastor de ganado, desempeña funciones como guía de los rebaños, como perro de tiro, y hoy en día es entrenado como perro guía para la defensa, y como guardián y vigilancia, además puede desempeñar tareas de rastreo, de mensajero y demás relacionadas gracias a su obediencia, inteligencia, memoria y gran sentido del olfato
Descripción y características de la raza
En el perro boyero de Flandes encontramos características muy llamativas y similares. Lo primero que observamos en un perro de tamaño grande a mediano, que puede llegar a crecer bastante en comparación a otras razas.
El dimorfismo sexual es más o menos acentuado, encontramos que los machos tienen una altura de 62 cm a 68 cm y con un peso que ronda los 35 a 40 kg. Por su parte, las hembras son ligeramente más pequeñas, su peso oscila entre 27 a 35 kg y en cuanto a su altura pueden alcanzar alrededor de 59 cm a 65 cm.
El perro bouvier de Flandres presenta un cuerpo que es compacto, con una contextura fuerte y musculosa, de rasgos y proporciones gruesas, aunque no luce pesado, más bien ágil. En este perro se describe una silueta cuadrada, en vista de que presenta una longitud desde los glúteos hasta el hombro que es similar a la altura de cruz, dándole este aspecto de cuadrado. De su cuerpo, se desprenden las patas, que son fuertes, redondeadas y musculosas. En cuanto a su cola, por lo común los criadores la cortan, dejando solo dos o tres vértebras en ella.
Según las indicaciones de la FCI en el estándar establecido para la raza boyero de Flandes, la cola debe cortarse por encima de la segunda o tercera vértebra, aunque algunos países han prohibido esta práctica por ser un trato cruel. Se dice que este rasgo adquirido ha cambiado la expresión genética de los perros de esta raza, al punto de que hoy en día varios ejemplares de perro boyero de Flandes han nacido sin cola.
Con respecto a su cabeza, esta tiene una estructura maciza y está bien proporcionada para el cuerpo, además sus líneas son muy marcadas, pero se ven ocultas en medio del abundante pelaje que recubre el rostro del can, el cual no permite apreciar las facciones.
Es muy característico de esta raza presentar una barba muy desarrollada, con una nariz que es redonda y de color negro. Su par de ojos tienen forma ovalada, se sitúan en sentido horizontal y son de color oscuro. También es representativo observar en esta raza un par de orejas que se insertan superiormente en la cabeza, las cuales tienden a caer sobre las mejillas. Otro aspecto es que la FCI indica en el estándar de la raza como recomendación el amputar las orejas parcialmente en forma triangular.
Es muy representativo el pelaje tan peculiar que presenta el perro boyero de Flandes. Este está formado por dos capas de pelo muy tupido. La capa externa es áspera y lanuda, se observa abundante y denso, tiene una longitud de unos seis centímetros, luce algo desgreñada. Mientras que la capa interna se compone de pelos finos muy apretados, es especial para la protección ante los climas fríos.
En su cabeza, este pelaje forma una curiosa barba, además de unas cejas y un bigote muy lanudo. Los colores aceptados para la raza son el negro, el tostado, el gris, el tono sal y pimienta, tonos atigrados y algunos pueden tener manchas blancas en el pecho.
Comportamiento con otros perros
El comportamiento del perro boyero de Flandes es un ejemplar canino muy pacífico y gran compañero para el hogar, no solo para las personas, también lo es para otros perros y mascotas pues usualmente su reacción hacia ellos es buena.
El perro bouvier de Flandres es inteligente, cargado de energía, y presenta un temperamento estable y equilibrado. Su pasado está ligado a las labores múltiples como ayudante en las granjas, por lo cual se desempeña como guardián y protector del hogar, aunque no le gusta la compañía y necesita de sus humanos y también de otras mascotas que lo acompañen.
Este perro del grupo de los boyeros tiene una actitud un tanto reservada hacia los extraños, inclusive se han descrito algunas situaciones de agresividad y hostilidad con otros perros machos, pero solo en situaciones donde el adiestramiento y la socialización del boyero no fueron efectiva o se sintió amenazado.
Por tanto, es indispensable comenzar la educación y socialización del perro boyero de Flandes a temprana edad, alrededor de los tres meses aproximadamente. Esta convivencia de manera efectiva, permite desarrollar sus cualidades innatas de compañerismo y afecto, lo que hace de este perrito una excelente mascota para convivir con personas, otros perros y animales. La socialización desde cachorros evita que se vuelvan perros miedosos, esquivos y temerosos cuando sean perros adultos.
El perro boyero de Flandres es una mascota fuerte, presenta gran confianza en sí y sus habilidades. Es un perro con predisposición al entrenamiento para el trabajo, es firme, resistente y equilibrado, además de leal y fiel compañero. Aunque no sean los perros más populares del mundo, son maravillosos para ser las mascotas de las familias de granjeros, conducen y pastorean el rebaño o el ganado y se la llevan bien con la mayoría de los animales de granja.
Si bien es posible que existan diferencias en el carácter de cada animal de esta raza, usualmente es un perro tranquilo que puede convivir con otro can en el hogar. Son perros muy activos, por lo que dejarlos solos por mucho tiempo podría causarles problemas y desencadenar comportamientos destructivos.
El bouvier de Flandres es necesita compañía, desde este punto de vista, otro perro de su misma raza puede ser una gran decisión. No obstante, se prefieren razas que tengan un temperamento similar al boyero, de preferencia grandes, los perros pequeños pueden ser irritantes y no soportar los juegos bruscos del boyero. Con otro amigo perruno, el boyero bien educado, tendrá un pasatiempo para entretenerse.
Así mismo, es importante sacarlo a pasear y que conozca los alrededores, que tenga interacción en otros territorios fuera del hogar con otros humanos y perros como en los parques y plazas.
No es un perro ladrador, pero sí es bastante observador, de modo que ante un ladrido significa que hay alguna alerta, que está defendiendo su posición. El adiestramiento convertirá al perro de Flandres en una excelente mascota, un gran amigo trabajador y colaborador, compañero y afectuoso, capaz de establecer relaciones efectivas con otros perros y animales.
Dieta y alimentación
El boyero de Flandes es un perro con una alimentación exigente para que pueda cumplir con todas sus actividades y debido a la gran energía y espíritu de ejercicio que posee. Además, como la mayoría de los caninos, son perros de trabajo que requieren de una nutrición de alto valor energético y con suficiente aporte de nutrientes para el crecimiento y desarrollo físico y emocional óptimo de este perro boyero.
Los expertos han señalado que un perro con las características del boyero de Flandes necesitan de 500 gr a 600 gr de alimento seco diario, y a su vez, que este alimento seco contenga abundantes proteínas y ácidos grasos saludables, así como también un aporte suficiente de carbohidratos. El perro boyero de Flandes, necesita de una alimentación a base de proteínas, que sea este el principal componente de sus platos, ya que la proteína funcionará como sustrato para la formación de tejido osteomusculares, tan necesario durante la época del crecimiento y desarrollo del bouvier de Flandres, es decir, cuando es cachorro.
Este perrito también debe contar con un aporte suficiente de carbohidratos, para obtener la energía suficiente en la realización de sus tareas y labores, y para sus ejercicios y entrenamientos diarios.
La alimentación de este canino comprende varias opciones. El optar por lo alimentos secos disponibles en productos comerciales en el mercado, tales como las purinas y piensos, ofrece una gran ventaja sobre la alimentación preparada en casa, ya que es fácil de adquirir, rápida de suministrar, y además se presentan formulaciones que contienen todos los nutrientes que tu perro necesita.
En el caso del perro boyero de Flandes, asegúrate de comprar un producto para razas de canes de tamaño mediano a grande, y además verifica en el empaque que el principal contenido de esta preparación sean proteínas, las cuales deben derivar de carnes para que su valor nutricional sea el más alto.
Así mismo, es preferible evitar los preparados que contienen cereales y subproductos agregados. Los productos como las harinas, el arroz, la cebada, entre otros, no aportan nutrientes y en su lugar pueden ocasionar alergias e intoxicaciones alimentarias. Se prefieren los alimentos puros en proteínas y con ácidos grasos esenciales.
Las raciones y porciones de las tazas de alimentos de bouvier de Flandres serán equilibradas de acuerdo a las actividades que realice este can. Asegúrate de que la hora de comida este por lo menos dos horas separada de la alimentación para evitar trastornos digestivos. Así mismo, no te excedas con las raciones, el perro boyero de Flandes puede padecer obesidad y sobrepeso si se sobrepasan sus raciones alimentarias, al igual que si no lleva un estilo de vida donde se incorpore entrenamiento y ejercicio diario efectivo. Se debe evitar el sedentarismo en esta raza.
Los alimentos que se le proporcionan a este perro pueden enriquecerse con suplementos vitamínicos, para ellos lo más apropiado es consultar con el experto, el veterinario o el nutricionista canino, quien indicará cuáles son las opciones de suplementos para tu perro y además visitarlo regularmente permite evaluar el estado nutricional de tu mascota y hacer ajustes cuando sea necesario.
Salud y cuidados generales
Los cuidados para la raza de perros boyero de Flandes se fundamentan en considerar los aspectos a tener en cuenta sobre su aseo e higiene y su salud, además de los requerimientos para su nutrición, ya descritos, y las recomendaciones para sus momentos de entretenimiento y esparcimiento en paseos y juegos.
El cuidado de la higiene de este can exige compromiso por parte de su cuidador, ya que el pelaje de este perro tiene las características de ser un manto grueso, semilargo, duro y denso con facilidad para enredarse y atrapar restos de suciedad entre sí.
De modo que lo apropiado es cepillar el pelo y peinarlo con dedicación entre dos y tres veces por semana, se puede emplear un cepillo de cerdas de goma suave que puede adquirirse en diversas tiendas de mascotas, con el cual se cepilla el pelo en ambas capas y se masajea la piel estimulando su circulación. El cepillado debe ser más seguido y acompañado de remoción manual del pelo muerto cada tres meses, proceso que se conoce como stripping. Como es de suponer, este pelaje exige más atención inclusive que otros canes del estilo boyero y perros pastores.
Para su entretenimiento y recreación, el bouvier de Flandres amerita de momentos regulares de ejercicio físico y compañía; estos perros tienen un espíritu cargado de energía que amerita paseos largos, caminatas y trotes diariamente. Estas rutinas de ejercicio y entrenamiento se hacen progresivas en esfuerzo e intensidad conforme avanza su edad, cuando son muy jóvenes, el ejercitarlo demás puede lesionar sus articulaciones.
El boyero de Flandes es un perro familiar, no le gusta estar separado de sus seres queridos, y no se conformara con verse apartado en el jardín o en el patio de la casa, necesita de momentos de juego y diversión en conjunto con sus dueños, juegos como búsqueda, perseguir objetos, saltar obstáculos, y además, en las tiendas de mascotas pueden conseguirse numerosos juguetes interactivos apropiados para la adecuada estimulación del perro boyero de Flandes. El estimulo del ejercicio, el juego y el entrenamiento constante hacen que este perro desarrolle cualidades tan valiosas como la obediencia.
Con respecto al tema de la salud, el bouvier de Flandres es un can sano y fuerte, sus problemas de salud son pocos si se le compara con otras razas caninas; aunque no está exento de enfermedades hereditarias como las patologías musculoesqueléticas como la displasia de calera, algunos problemas digestivos como la torsión de estómago, y problemas oculares entre los que figuran el entropión y las cataratas. En el caso de las hembras, pueden sufrir de quistes de ovario y endometritis.
Por lo demás, este perro del tipo boyero es un pastor fuerte, sano, resistente y trabajador, su esperanza de vida es similar a las de otras razas de canes grandes, en promedio se ha descrito que pueden alcanzar de 10 a 12 años de vida.
Los cuidados apropiados te permitirán disfrutar de este gran compañero durante el máximo tiempo posible. Recuerda llevarlo al veterinario cuando menos dos veces al año, en los perros que trabajan en el campo es fundamental mantener al día el esquema de vacunas y de desparasitaciones.
Cómo entrenar, educar o adiestrar un perro Boyero de Flandes
El entrenamiento de los perros boyeros de Flandes inicia desde que son cachorros, en promedio a los 3 meses de edad, y debe estar a cargo de un dueño que sepa colocarse como líder y figura de autoridad para que el perro aprenda a reconocerlo, obedecerle, aprender de él y seguir sus instrucciones.
El boyero de Flandes tiene la ventaja de ser un perro con una gran inteligencia y una memoria muy desarrollada, estas habilidades cognitivas pueden sorprender a muchos. El entrenamiento adecuado desde que son cachorros, convierte a esta raza, en toda una joya para mascota. Son perros muy listos que rápidamente aprenden nuevas órdenes, tareas y trucos.
Las técnicas para el adiestramiento de este perro boyero son muy diversas. Más recientemente se ha incorporado con bastante éxito el adiestramiento con clicker, el cual ha arrojado resultados verdaderamente llamativos y duraderos. El clicker es un dispositivo muy fácil de usar, es el sustituto a los pequeños bocadillos o premios. Consiste en un dispositivo que emite un sonido el cual es percibido como algo agradable por el perro, de esta manera se le recompensa cuando acata una orden presionando el clicker, así el perro relaciona este sonido con una felicitación. Es decir, la técnica del clicker actúa como el reforzamiento positivo con bocadillos, solo que sin comida.
Algunas veces, el perro boyero de Flandes podría llegar a desarrollar ciertos problemas en cuanto a su conducta, especialmente si no reciben la suficiente estimulación y atención que se les brinda con el ejercicio y entrenamiento necesario. Podrían adoptar conductas como destrucción, agresividad y timidez. Esto se evita con la atención y cuidados necesarios, y un adiestramiento efectivo, los cuales hacen del boyero una raza estupenda.
El boyero de Flandes necesita de un dueño con cierto conocimiento en el manejo de perros, aunque no necesariamente debe tratarse de un experto. Si se le educa para el trabajo de pastor en el campo se saca junto al ganado y los rebaños, de ser posible junto a otros perros boyeros pastores ya adiestrado, que aprenda dichas conductas por imitación. Actualmente, son cada vez más las personas que adoptan un ejemplar de esta raza con otros fines. Por ejemplo, el boyero de Flandes puede ser entrenado para ejecutar deportes, seguir órdenes, para participar el rastreo, se perro de defensa y de guía de incapacitados, y otras actividades relacionadas.
También, se ha vuelto una práctica común el preparar a los boyeros de Flandes para participar en exposiciones de belleza canina, sin embargo, cuando se trata de estas actividades debe consultarle previamente al criador que le venderá el cachorro, para que le ofrezca el mejor ejemplar, en excelentes condiciones físicas, y con amplio potencial para su desarrollo.
La clave para un perro boyero de Flandes bien entrenado es expresar ordenes claras y precisas al perro, que cuando no las cumpla reciba un “No” con firmeza pero sin gritar ni castigar, y que cuando desempeñe correctamente la orden reciba algún estimulo positivo como el clicker, o con bocadillos, para reforzar las conductas que si debe llevar a cabo.
Comportamiento con los Humanos
El boyero de Flandes es un perro con una personalidad increíble, muy amorosa, sensacional como mascota e ideal para compartir, si bien no es el más popular entre los hogares, este perrito es un compañero fiel y leal que te acompañará en todos tus trabajos y labores, es un estupendo ayudante.
Este tipo de perro boyero es un ejemplar rústico; en su historia comenzó siendo un perro pastor y guardián, de modo que aún conserva en su personalidad ese carácter franco, dominante y enérgico que trae desde su nacimiento. Sin embargo, la tendencia de este can es ser un animal muy tranquilo, equilibrado, dócil y de fácil convivencia, aunque a la vez es un perro imponente, fuerte y con instinto protector, no se intimida ni se asusta ante los extraños, y en ocasiones puede resultar un poco arisco con los demás, ya que es un perro de un solo amo, es decir, se encariña con un miembro en particular de su familia adoptiva, al que será muy apegado y acompañará a todos lados.
También, el bouvier de Flandres es un perro con espíritu deportista, alegre, rebosante de energía y trabajador. Frente a los desconocidos su actitud es como la de cualquier perro guardián, vigilante, observador, disuasivo. Con su familia es mucho más cercano, juguetón, cariñoso y amoroso, le gusta tener la atención de sus seres queridos, y se aburre si se siente solo o permanece solitario por mucho tiempo.
Se dice que la maduración emocional del boyero de Flandes es lenta y que tarda de 2 a 3 años para que se considere adulto, también en cuanto a su aspecto físico. Suele ser complaciente, amable, sociable y tolerante, especialmente si se cría con otros animales, aunque en ocasiones ha mostrado conductas agresivas y un tanto recelosas con otros canes de su mismo sexo.
Desde el surgimiento de esta raza, el perro boyero de Flandes ha desempeñado trabajos que requieren grandes habilidades de memoria, inteligencia y destreza física. Era el guardián y protector de las granjas, y el conductor de los rebaños de ganado, también desempeñaba funciones como perro de mantequera y perro de tiro.
En la época de la primera Guerra Mundial, el bouvier de Flandres era uno de los perros que más se utilizaba para el rescate de mensajes y como mensajero además, a causa de esto, muchos de los perros de esta raza fueron sacrificados en batalla, llegando incluso a enfrentar la extinción de la raza.
Hoy en día, este perro es además una excelente raza para ser compañía de la mayoría en el hogar, y se desempeña excelentemente como perro guardián y perro guía de los ciegos. La policía lo utiliza como perro de rastreo y enlace ya que tiene un gran sentido del olfato.
Este perro boyero es un gran amigo y un fiel compañero, es leal a su familia adoptiva, gran protector, activo, enérgico, cariñoso, receptivo y siempre dispuesto para jugar y complacer a sus seres queridos. Si bien, no es una raza muy popular como mascota, es una excelente opción para la mayoría de los hogares.
Entorno Ideal
El boyero de Flandes es un perro muy enérgico, muy activo, le encanta jugar, entrenar, hacer ejercicio y disfruta mucho el correr en amplios terrenos al aire libre. Por ello, su entorno ideal será aquel que le proporcione todas estas características necesarias para su cuidado, goce, disfrute, entrenamiento y recreación.
Para un perro de esta raza, la vida en un pequeño apartamento no es la ideal, ya que sus necesidades de espacio y ejercicio son muy altas, requiere cuando menos una hora de caminata regular diaria, así como horas de huego y entrenamiento. Tampoco es lo mejor una vida activa y atareada como la que ofrece el entorno de un ambiente urbano, ya que no es un perro que acostumbre a ser muy activo dentro del hogar. Podría ajustarse a este estilo de vida siempre y cuando el dueño satisfaga sus necesidades de actividad física diaria, esto es, encargándose de paseos diarios, caminatas, y juegues en el parque o en la plaza. De modo, que el boyero de Flandes es un perro que vive y se adapta mejor a los ambientes que ofrece la vida en los suburbios, lejos de la estresante ciudad, o en una tranquila granja en el campo.
El bouvier de Flandres tiene una personalidad hiperactiva. Si es el caso de que viva en una casa, lo ideal es que este hogar tenga un jardín más o menos espacioso donde el perro pueda correr, jugar y divertirse con tranquilidad, al tiempo que libera toda esa energía que encierra en su cuerpo.
Se recomienda para él un paseo varias veces al día. Es adecuado que el perro boyero duerma dentro de la casa, aunque no debe permanecer encerrado por demasiado tiempo, pues esto podría estresarlo y desarrollar conductas inapropiadas.
Este perro, necesitara mucha atención en lo que se refiere a entrenamiento y adiestramiento desde que es un cachorro. Necesita de un entorno emocional, proporcionado por un dueño afectuoso, cariñoso, comprometido y a la vez firme, que lo eduque y le enseñe los procesos de socialización y obediencia tempranamente desde su vida de cachorro para que al llegar a un perro adulto sea un excelente ejemplar, obediente, tranquilo, equilibrado, sociable y sin problemas de conducta.
En este sentido, el entorno ideal para un boyero de Flandes es un ambiente tranquilo y equilibrado de vida rural, donde descubrirá poco a poco que está capacitado para desarrollar múltiples tareas y servir como un excelente ayudante. El boyero de Flandes correrá libremente por el campo, como guía del ganado o simplemente para divertirse.
Es prudente y recomendable que luego de estas sesiones de actividad al aire libre, su cuerpo se revise buscando garrapatas, espigas, u otros objetos que pudieran herirlo o lastimarlo, así como también es fundamental revisar y limpiar sus orejas, ojos, patas, pies y el cuello.
Es poco común ver a un boyero de Flandes en una exposición canina, ya que son perros más del tipo de entorno del trabajo, sin embargo, estos canes pueden participar con éxito en pruebas de adiestramiento avanzado, obediencia, destreza, memoria, búsqueda y agilidad. El bouvier de Flandres es una gran decisión para mascota, un perro para compartir con toda la familia gracias a sus encantadoras virtudes.