Terrier Tibetano: Tu nueva mascota
El terrier tibetano obtuvo su nombre producto del cuidado y la crianza que le daban los monjes budistas, los cuales hicieron un excelente trabajo criando a la raza de manera selectiva para que luego y hoy en día varias familias alrededor del mundo puedan contar con uno. Estos monjes querían encontrar a un perro perfecto para la familia, con buena paciencia, una personalidad amistosa y además hacerlo dócil como una paloma e inteligente como búho.
Su nombre tiene una curiosidad historia ya que hace muchos años la directiva del Kennel Club de Inglaterra creía que los perros pequeños debían ser considerados como terriers, lo cual hizo que esta raza se clasificara de manera incorrecta o imprecisa de parte de este ente regulador de las características de las razas caninas. Esto también pasó con el Lhasa Apso, el cual fue llamado Lhasa Terrier.
Durante el año 1931 el Kennel Club de Inglaterra consideró que el Lhasa Terrier debía ser catalogado como una raza aparte de los terrier, por lo cual fue renombrado como Lhasa Apso, pero no hubo cambios en el caso del Terrier Tibetano.
Las personas que adoptar a un terrier tibetano sostienen que es un ejemplar de fácil adiestramiento ya que desde hace milenios está acostumbrado a seguir órdenes de su amo. Una persona que se dedique a investigar como adiestrar a un perro fácilmente puede dedicarse al adiestramiento de uno de esta raza, por lo que es indicado para personas que nunca han tenido un perro y quieran adoptar a uno que no sea rebelde y aprenda rápido.
Historia y Origen
El terrier tibetano proviene, como su nombre lo indica, del Tíbet, la cual es una región de China. Como un buen número de otros perros, el terrier tibetano fue criado y reproducido selectivamente gracias al esfuerzo de los monjes tibetanos, los cuales se encargaban de criar a perros de diferentes razas para que pudiesen cuidar los monasterios sagrados para su religión.
Los terriers tibetanos siempre seguían a los monjes adónde quiera que iban, pero cuando se les ordenaba que cuidasen los templos estos obedecían sin chistar, una característica que daba a conocer la gran inteligencia de esta raza y su capacidad para obedecer al ser humano si estos fomentaban una buena relación con ellos.
Desde tiempos inmemoriales esta raza no ha cambiado en lo absoluto debido a que los monjes tibetanos escogían lugares remotos para llevar a cabo sus actividades religiosas en tranquilidad, producto de esto los terriers tibetanos únicamente se cruzaban con los mismos ejemplares de su raza, gracias en parte a los monjes tibetanos que estaban pendientes de su crianza selectiva.
Se considera al terrier tibetano como uno de los perros mejor conservados hasta el día de hoy en cuanto a características físicas y psicológicas a lo largo del tiempo.
Para que tengas una idea de su antigüedad, el terrier tibetano cuenta con más de 2000 años de existencia, producto de la separación de los diferentes tamaños de perros disponibles hasta el momento. Los monjes decidieron separar a las razas más grandes de las medianas y pequeñas, a partir de ese momento comenzaron a cruzarse entre sí perros con determinadas características que dieron origen al actual terrier tibetano. Otros perros que surgieron de esta separación son el pastor polaco y el perro de aguas tibetano.
El descubrimiento de esta raza por parte de otros continentes tomó milenios en darse, no siendo sino hasta 1920, año en que una doctora llamada Agnes Grey prestó atención médica a un grupo de tibetanos los cuales tenían en su hogar a varios cachorros de terriers tibetanos. Tras finalizar el servicio la doctora no les cobró, pero la familia tibetana, muy agradecida, le regaló una hembra de terrier tibetano, la cual fue la primera cachorra en territorio europeo, pasando a ser parte de un programa de cría en Inglaterra, durante el año 1922.
La doctora regresó poco tiempo después dónde los tibetanos y a cambio de atención médica obtuvo más ejemplares para dedicarse a la cría de estos hermosos perros.
En 1930 ya la raza era reconocida por el Kennel Club England, comenzando a llegar un cachorro de esta raza a varios países de Europa durante los años 40. Los primeros cachorros llegaron a los Estados Unidos durante 1956, reconociendo la raza el American Kennel Club esta raza durante 1973.
Según historiadores los viajeros que llegaban a la zona del Tíbet veían a esta raza como un gran terrier peludo, parecido a los que existían en Europa, por lo que lo comenzaron a llamar terrier tibetano, nombre con el cual se dio a conocer a Europa y después fue reconocido oficialmente por la KCE, aunque las características físicas y de comportamiento de esta raza no corresponden totalmente con las de los terriers. Los locales lo conocían como Dokhi Apso.
Los mojes budistas aún hoy en día lo consideran un perro sagrado ya que guardaban los monasterios tibetanos de los saqueadores. Lo relacionan habitualmente con la buena suerte y fortuna, por lo que es muy común en el Tíbet.
Según la cultura tibetana los perros de pelo largo representan directamente a las almas de las personas reencarnadas, por lo que en su nombre se deja claro que se trata de un ejemplar de pelo largo, como lo propone el “apso” (pelo largo) de su nombre local.
Antiguamente únicamente se podía obtener un terrier tibetano si le hacías un favor a los monjes tibetanos ya que rechazaban la compra de estos con dinero. Los monjes tibetanos accedían el intercambio de los cachorros por bienes que intercambiaban con tribus nómadas.
También fueron y son conocidos como “pequeñas personas” ya que su carácter los hacía parecidos a los humanos. Son perros amigables, atentos, leales y amorosos, por lo que eran muy buscados por comerciantes.
Marco Polo en sus numerosos documentos señala la existencia de un perro que se asemejaba mucho en lo físico al terrier tibetano, siendo este documento del siglo XIII.
Características de la raza
El terrier tibetano es un perro de tamaño mediano que puede pesar entre 8 y 12 kg y medir unos 35 a 45 cm en el caso de los machos. Las hembras son un poco más livianas y bajas que los machos, teniendo un peso de entre 8 y 11 kg y un tamaño de entre 34 a 43 cm.
Esta humilde y amistosa raza tiene una esperanza de vida que puede alcanzar los 15 años, aunque algunos ejemplares pueden resultar especialmente longevos si tienen unos cuidados excelentes y una alimentación balanceada, pudiendo vivir unos 17 años.
El cuerpo del terrier tibetano es sólido y cuadrado, compacto a simple vista. Su cabeza como característica es cuadrada, un poco simétrica con el hocico y un con un stop marcado. Es necesario que la longitud entre la trufa y los ojos sea igual a la longitud entre los ojos y la base del cráneo.
Los ojos de este perro leal y obediente son perfectamente redondos, capaces de expresar el más mínimo sentimiento, grandes y usualmente de color marrón oscuro. Las diferentes instituciones cinológicas aceptan que los ojos sean de un tono marrón más claro si el pelaje es claro.
Las orejas de este ejemplar tienen forma triangular hasta su punta, son colgantes y se ubican a cada lado de la cabeza, también poseen flecos. El pelaje del terrier tibetano es denso, con dos capas de pelo, la interior en forma de lanilla protectora del frio y la segunda una capa una con pelos largos y rectos. El pelaje puede poseer cualquier color siempre y cuando no sea marrón o rojo oscuro, puede ser un poco ondulado, pero nunca demasiado.
La robustez típica en esta raza y una mirada decidida y vivaz lo hacen un perro perfecto para labores de vigilancia. La cola del terrier tibetano es mediana y debería nacer en una zona elevada del coxis. Este se ubica sobre el lomo, pero sin llegar a tocarlo, esta deberá enroscarse un poco. Las patas le dan firmeza ya que terminan en pies de buen tamaño, fuertes y redondos.
A simple vista se trata de un perro hermoso que vale la pena tener en casa si se requiere un trabajador para labores de vigilancia o simplemente se quiere una mascota. El terrier tibetano gracias a sus características físicas se puede adaptar a un gran número de modos de vida y gracias a su carácter se puede adaptar fácilmente a cualquier familia que lo trate bien.
Físicamente el terrier tibetano puede ser identificado rápidamente como un perro pastor, incluso puede ser confundido con un terrier, pero lo cierto es que esta raza no es un terrier propiamente ya que no tiene entre sus hábitos el comportamiento que caracteriza a los terriers, como es el de excavar para saber si se esconden roedores o bichos en determinado lugar.
Además, antiguamente se creía que terriers eran los perros de tamaño mediano, por lo que su parecido con los perros que si son terriers oficialmente y su tamaño lo hicieron clasificarse dentro de este tipo de raza.
Dándole un vistazo general a esta raza podrás notar que tiene mucho pelo y este es casi lacio, pudiendo llegar a tener pequeñas variaciones a manera de ondulaciones, pero estas no deberán ser muy cortas, sino que se tendría que ir ondulando a lo largo de su extensión.
Los ojos del terrier tibetano a menudo están ocultos por el pelaje de su cara, pero si apartas un poco este podrás notar que tiene una mirada muy dulce, viva y que denota exactamente como es su personalidad, la de un perro muy vigilante, leal, amistoso y diligente, que no teme saltar a defender su territorio de cualquier intruso mientras alerta a su amo del peligro.
Es un perro con muy buen humor y paciencia, por lo que también se le recomienda para hogares con niños y ancianos.
Comportamiento con otros perros
El terrier tibetano se trata de un perro con una personalidad amistosa, lo que quiere decir que está predispuesto a que reine la paz en casa con tal de que los demás perros también estén dispuestos a ello.
Le gusta convivir con animales que tengan su misma personalidad o sean sedentarios, ya que no le gusta para nada reñir por cuestiones de territorialidad o dominancia con los miembros de su manada, por lo que no es un perro que recomendemos para que acompañe a otros perros de mayor tamaño a los que si les importen estos asuntos, ya que podrían darse peleas en las que el terrier tibetano podría salir herido.
Con perros extraños no se muestra amigable, ya que los identificará como posibles invasores del hogar, por lo que primero esperará para ver qué tan peligrosa es la presencia del otro perro en las cercanías para después decidir a lanzarse a ladrar para advertirle que es un territorio resguardado por él.
Para evitar peleas, naturalmente, debe existir una división entre la calle y el hogar, la cual puede ser por medio de sonidos desagradables para los perros (barrera sónica) o una más tradicional y fiable, como es un cercado que delimite físicamente adónde pueda ir.
Para que un terrier tibetano se acostumbre a una nueva mascota tendrás que presentarle el olor de la misma un día antes de que se dé la presentación en persona, para que así pueda saber que hay alguien nuevo en casa y no le caiga de sorpresa al día siguiente la presencia del nuevo miembro del hogar.
Para esto puedes tomar el trapo o la caja en donde te dieron a tu nuevo cachorro y colocarla al alcance del terrier tibetano, este sentirá curiosidad y olfateará los objetos que vinieron con el cachorro o el lugar en donde el yace normalmente y sospechará de la presencia de un nuevo animal.
Al día siguiente deberás estar pendiente en todo momento de la interacción entre el nuevo cachorro y el terrier tibetano. Normalmente el terrier tibetano es un perro amigable con los miembros de su manada, pero si no se le brinda el suficiente ejercicio, se amarra o se encierra él puede modificar su carácter a uno más agresivo y territorial, lo cual no es conveniente ya que vendría a ser maltrato animal.
Lo normal sería que el terrier tibetano olfatease al nuevo cachorro y jugase con él o simplemente pase de él para averiguar cómo se comporta esta nueva criatura. De todas maneras, estarás pendiente de la interacción en caso de que se dé algún ataque de parte del terrier tibetano al cachorro.
Conviene que una vez que termine la presentación tomes al cachorro y lo coloques en el lugar en donde estaba, fuera de la presencia del terrier tibetano. Cuando vuelvas a tener tiempo tomarás de nuevo al cachorro y lo colocarás en la presencia del terrier tibetano, pero esta vez te esconderás para saber cómo actuaría el terrier tibetano si se encuentra solo con el cachorro.
Si se muestra entusiasta y juguetón entonces sería muy buena señal, en cambio, si se muestra un poco tenso y mueve la cola o esta se encuentra quieta quiere decir que no confía mucho en el nuevo cachorro, por lo que todavía no sería conveniente dejarlo solo con él.
Cuando termines vuelve a quitar al cachorro de la presencia del terrier tibetano y repite el último paso una vez más para saber si ya tu cachorro puede compartir espacios con tu terrier tibetano.
Esta raza típica del Tibet raramente se ve involucrada en peleas o en actos traviesos, pero lo que usualmente puede desencadenar estos comportamientos son factores ajenos a su voluntad, por ejemplo, la falta extrema de ejercicio o de actividades que puedan satisfacer su necesidad de entretenerse.
La falta de ejercicio en un perro, sumado al factor encierro o amarrado del animal producirán en el terrier tibetano una frustración inmensa, ya que no puede olfatear cada rincón del hogar ni vigilar de cerca para descartar la presencia de un intruso, mucho menos realizar actividades que puedan entretenerlo como corretear aves o seguir un rastro, por lo que cuando estén libres buscarán realizar travesuras e incluso escaparse para drenar así su necesidad de diversión, aunque quizás esto no les guste a sus amos.
Dieta y alimentación
El terrier tibetano corresponde a una raza mediana y algo glotona, por lo que se deben seguir ciertas pautas en su alimentación para evitar que este dé rienda suelta a su glotonería y pueda comenzar a engordar sin parar.
Puede que creas que un perro gordo se trata de un perro sano, pero esto no es así, un perro sano mostrará una constitución física adecuada a los estándares de la raza estudiada. En este caso el terrier tibetano debe ser un perro robusto, pero no de manera visible a simple vista, ya que su cuerpo lo cubre una densa capa de pelo.
En cambio, deberá ser un perro de aspecto delicado, pero bajo su pelaje ya sabes que se trata de uno robusto y fuerte. A continuación, te presentaremos las pautas generales y específicas para que tu terrier tibetano o tu futuro cachorro de esta raza pueda gozar de una excelente alimentación.
Alimentación del terrier tibetano recién nacido
El terrier tibetano apenas nazca buscará alimentarse de la tetilla de su madre, la cual instintivamente les dará de mamar hasta que queden saciados. Durante esta etapa no tendrás que hacer nada puesto que la madre se encargará de su alimentación durante al menos un mes y medio, tras los cuales los dientes de los cachorros saldrán a la vista y ya podrán comenzar a comer alimentos sólidos ya que su madre tenderá a rechazar el que mamen debido a que la lastimarán con los dientes.
Alimentación del terrier tibetano cachorro
El terrier tibetano cachorro deberá comenzar a comer alimentos sólidos humedecidos con agua. Recomendamos que sean alimentados con croquetas ya que estas tienen buena parte de los requerimientos nutritivos que necesitan durante esta vulnerable etapa. También podrías darles comida casera, pero la receta debería serte dada por un veterinario colegiado ya que es delicado alimentar a un cachorro con una dieta personalizada.
Selecciona unas croquetas especialmente diseñadas para cachorros, las cuales deben ser de una excelente calidad. No te fíes de la calidad de las croquetas conforme al precio de las mismas o de cuanta publicidad tienen, tu mejor amiga en estos casos será la etiqueta de valores nutricionales que se encuentra en el dorso del empaque. En esta busca el porcentaje de proteínas y vitamina que poseen las croquetas, ya que mientras mayores sean las proteínas y tenga presencia de carbohidratos y grasas, mejor será la calidad de las mismas.
Si en cambio las croquetas poseen una gran cantidad de harinas estas se tratan de un alimento de baja calidad, al igual que si solo poseen carbohidratos y una baja cantidad de proteínas.
Alimentación de un terrier tibetano adulto
El terrier tibetano adulto es un perro que tiene un requerimiento bajo – mediano de alimentación, lo que quiere decir que no es un perro con el cual se gaste una cantidad exagerada de dinero en cuanto a su alimentación.
Para alimentar a un terrier tibetano adulto deberás alternar las croquetas con la comida casera. Si solo alimentas a tu perro con croquetas durante toda la extensión de su vida en algún momento se aburrirá y se negará a comer, por lo que deberás alternar su alimentación con comida casera.
Cuando te toque alimentar a tu terrier tibetano con comida casera entonces deberás tener muy en cuenta el nivel de proteínas que le estarás ofreciendo en su dieta diaria. Deberás ofrecerle proteínas en abundancia, carbohidratos, grasas buenas y vegetales.
Una receta bastante sencilla y común para la alimentación de tu terrier tibetano es un plato con carne molida, verduras picadas y hervidas, arroz o tamales como acompañante y cocinar cada uno de estos ingredientes, aunque no tanto como para el consumo humano para permitir que estos no pierdan todos los nutrientes que contienen naturalmente.
En el momento que notes que tu terrier tibetano está subiendo de peso es muy sencillo determinar si te estás pasando del límite recomendado para su alimentación, para ello debes tocar los huesecillos de su espalda, si estos se encuentran demasiado visibles y se tocan fácilmente al tacto, entonces a tu terrier tibetano lo estás mal alimentando, por lo que deberás o bien darle más comida o subir la cantidad de proteínas y carbohidratos.
Si en cambio notas que la columna y las costillas de tu terrier tibetano se encuentran demasiado “escondidas” entonces puede que tu terrier tibetano esté gordo, por lo que deberás o darle menos carbohidratos, menos proporción de comida, pero sobre todo invitarlo a hacer ejercicio.
Salud y cuidados necesarios
Este es un perro con una buena salud general, pero debido a su morfología física es propenso a diferentes condiciones de salud que con el tiempo pueden aparecer en él, entre las cuales está la atrofia de retina, las cataratas, la displasia de cadera, la luxación de los lentes oculares y la patelar.
Como puedes notar sus ojos son los más susceptibles, por lo que deberás siempre mantenerlos bien vigilados y con una muy buena higiene. Si ves que en ellos hay presencia de lagañas entre otros fluidos deberás quitar estas impurezas para evitar que se formen infecciones importantes.
En cuanto a cepillado y baños del terrier tibetano tenemos que es una raza sumamente limpia, ya que siempre busca echarse en lugares que no estén sucios. Los cepillados serán frecuentes, unos tres a la semana, para que el pelaje siempre pueda lucir sin nudos, brilloso y vivo. La gran cantidad de pelo que posee esta raza hace que sea extremadamente fácil la formación de nudos y el pelo muerto se mezcle con el vivo, opacando el pelaje en gran manera.
La buena noticia es que esta raza no pierde pelo, por lo que se trata de un perro hipoalergénico, perfecto para las personas que sufren alergia a los animales. Los cepillados frecuentes los deberás comenzar aproximadamente al año y medio de vida, que es cuando el pelaje final del terrier tibetano se desarrolla por completo.
En cuanto a los baños estos no serán necesarios de manera frecuente, pudiendo incluso cumplirse cada 90 días. Los baños deberán ser con champú y algún insecticida apto para perros ya que debido a la gran cantidad de pelaje que posee es normal que adquiera pulgas o garrapatas, las cuales si proliferan en gran manera es posible que pongan en riesgo la vida del animal.
En cuanto a los juegos y ejercicios para el terrier tibetano tenemos que es una raza de actividad media – alta, por lo que necesitará acumular 45 minutos de paseos durante el día, es decir, que en varios paseos que realice en tu compañía pueda acumular en total 45 minutos.
Los paseos pueden ser caminatas, las cuales dudarán más que paseos más exigentes a nivel físico como son el trotar, mientras que puedes ser generoso con la cantidad de minutos que dosificas diariamente para jugar con tu terrier tibetano a atrapar el disco, buscar la pelota, jugar a las escondidas, jugar a corretearlo entre otros juegos que lo activen a nivel físico.
El terrier tibetano es una raza bastante inteligente, por lo que además necesitará un estímulo intelectual por medio de juegos en los que pueda pensar y buscar soluciones. Algunos juegos sencillos son los de buscar el bocadillo en ambas manos, el buscar bocadillos escondidos en varios lugares que frecuenta y por supuesto, el entrenamiento de obediencia, del cual se beneficiará tanto su amo como el perro.
Las orejas del terrier tibetano son perfectas para desarrollar garrapatas y albergar humedad, por lo que esta zona deberá estar libre de pelaje u obstrucciones que irriten el oído, por lo que nuestra recomendación es que afeites esta zona delicadamente y limpies el exceso de cera.
Especialmente si come comida casera deberás realizar el cepillado de los dientes del terrier tibetano varias veces a la semana apenas veas que existe placa desarrollándose en ellos. Con las croquetas no será necesario el cepillado frecuente ya que estas limpiarán los dientes con su dureza, pero no se puede descartar el cepillado dental.
En cuanto a su alimentación, además de lo ya expuesto, es necesario que tengas en cuenta que tu perro tibetano podría tener necesidades bastante especificas en cuanto a su alimentación, por ejemplo, necesitar alimento adaptado especialmente a un perro con problemas del corazón o con deficiencia de calcio. Las consideraciones en cuanto a la alimentación de un terrier tibetano deberán ser evaluadas siempre por un veterinario.
Para evitar problemas oculares típicos en esta raza es sumamente recomendable que cuenten con el apoyo de un veterinario para revisión general en al menos dos ocasiones al año. Con esto evitarás que tu perro desarrolle una condición desfavorable o parar los síntomas de una.
Por último recuerda nunca encerrar ni amarra a tu terrier tibetano, ya que se trata de un perro que necesita estar en libertad para sentirse pleno.
Comportamiento con los Humanos
El terrier tibetano es un perro que te enamorará totalmente debido a su amabilidad, ternura y necesidad de agradar a su amo por medio de un servicio fiel y constante con el mismo. El terrier tibetano lo único que tiene de terrier es su nombre, y esto es debido a una confusión, ya que en su comportamiento se puede ver claramente que no se trata de un miembro de esta raza ya que es sumamente dulce, amoroso y atento con su amo.
Precisamente por ello el terrier tibetano tiene la imperiosa necesidad de protegerlo vaya a dónde vaya. Es un perro de tipo faldero, es decir, adónde quiera que vayas también irá el, como si se tratase de un guardaespaldas; y es que su amor es tanto que no te dejará solo por voluntad propia a menos que algo le llame poderosamente la atención.
El terrier tibetano con los niños tiene un buen nivel de paciencia, sin embargo, si es sometido constantemente a maltratos, como pueden ser los tirones de pelo, que se le monten encima, los gritos y las amenazas, puede que se muestre o muy nervioso e intente escapar de casa o se defienda por medio de su mordida, por lo que conviene más que todo educar a los niños para que traten bien a los animales antes de que entren en contacto con ellos directamente.
El terrier tibetano nunca atacará a un niño sin razón, pero si puede hacerlo alguna vez si no se encuentra correctamente socializado y adiestrado, por lo que recomendamos prestar mucha atención a nuestra sección del entrenamiento del terrier tibetano, para que así conozcas los pormenores de su entrenamiento y se constituya un perro modelo.
A los terriers tibetanos les encanta quedar como los héroes en cada situación de peligro, por lo que quizás se arriesguen un poco más de lo que deberían tomando en cuenta su tamaño y constitución física, pero los ladridos insistentes cuando existe algún peligro ayudan mucho a alertar a su amo y que actúe él por su cuenta. Además de esto son perros que obedecerán cada orden si su amo los trata con cariño y exista respeto mutuo.
En algunos casos los terriers tibetanos han sido usados como perros de servicio para terapias con pacientes terminales, niños, ancianos o personas discapacitadas ya que cuenta también con un sexto sentido (que no es más que una tremenda inteligencia), para saber qué es lo que su amo quiere y qué necesita.
Como buen perro faldero necesitarás tener un contacto frecuente con él a lo largo del día, pero si no puedes es necesario que alguna persona se quede en el hogar para que pueda prestarle la atención que necesita de manera eventual. En el caso de que se tenga que quedar solo por algunas horas sería necesitaría la presencia de una segunda mascota para que le haga compañía y así no se ponga nervioso ni ansioso debido a la espera.
Son perros que no sienten claustrofobia en el caso de que vivan en un apartamento o en el interior de una casa pequeña, pero siempre deberán tener la atención de su amo y familia entera para que se sienta un miembro pleno de la manada.
Si vivirá fuera necesitará tener acceso al interior del hogar y una cama disponible en algún lugar cercano adónde las personas hacen sus reuniones familiares. De esta manera se sentirá cercano a la familia y no tenderá a desarrollar un comportamiento nervioso y ansioso debido a la falta de interacción.
Si su familia interactúa con el frecuentemente no habrá ningún tipo de problema referente a su comportamiento, sino todo lo contrario, en casa contarás con un perro amistoso y muy cariñoso, listo para darte todo su amor y obediencia. Normalmente no se trata de un perro travieso o con exceso de energía, prefiere pasar el tiempo recostado y vigilante que, en estado de alerta, pero esto cambia cuando existe algún intruso o se encuentra activo ya que está jugando o siguiendo un rastro interesante.
Si necesitas a un perro que además de amistoso sea tenaz, valiente, decidido y obediente entonces en el terrier tibetano encontrarás al compañero perfecto, puesto que es un perro que cumple con todas estas características a cabalidad si vive una vida equilibrada y con el cariño de una familia a diario.
Cómo entrenar, educar o adiestrar un perro Terrier Tibetano
El terrier tibetano como tal se trata de un perro con una personalidad dócil y amistosa, por lo que se puede saber que estas características lo hacen un perro dócil, pero no es solo un perro dócil, sino un perro extremadamente diligente con su amo y protector con la familia que lo rodea, por lo que puede ser entrenado para una gran cantidad de tareas. Además, su inteligencia lo hace adecuado para el tratamiento de rehabilitación de personas con enfermedades graves o como perro de ayuda para personas discapacitadas.
En ciertas ocasiones un entrenamiento para cierto truco que sea demasiado fácil de aprender puede hacer sentir inferior al terrier tibetano, ya que se trata de una raza con una gran inteligencia, y este puede hacer caso omiso a dicho entrenamiento, por lo que se recomienda que se sea constante y nunca frustrarse debido a la terquedad que puede mostrar el terrier tibetano.
El truco en estos casos es nunca tratar mal a tu perro, ya que si lo tratas mal en vez de hacer caso puede tornarse un perro nervioso, con problemas de confianza y en casos más graves, un perro agresivo que puede atacar a su propietario o a cualquier miembro de la familia para defenderse del maltrato físico.
Para entrenar correctamente es necesario usar el entrenamiento en positivo, que consiste en someter a tu perro a pequeñas pruebas de comportamiento. El comportamiento correcto en estas pruebas será premiado mientras que el comportamiento incorrecto será reprendido. La reprensión constará de una palabra clave de desaprobación dicha de manera fuerte y firme, pero sin gritar.
La aprobación por su parte las primeras veces que haga algo bien deberá ser en formato de golosina, después en formato de caricias y luego en formato verbal.
Haciendo saber al terrier tibetano que el hacer bien las cosas le acarreará una felicitación, pero no acostumbrándolo a que cada vez que haga algo bien recibirá una golosina, ya que además de ponerlo obeso entenderá que no recibió una golosina porque no hizo algo de manera correcta, lo cual no debe suceder para no confundirlo. Deberás alternar las golosinas con caricias y felicitaciones verbales o ambas.
Otra de las particularidades del terrier tibetano es que se trata de un perro desconfiado, por lo que debe ser socializado y adiestrado correctamente para que confíe completamente en su manada, ya que de lo contrario esta desconfianza podría traer actos agresivos contra otros perros o personas.
Socialización del terrier tibetano
Socializar a un perro es sencillo, pero antes de ello debe tener todas las vacunas contra los principales virus mortales que atacan frecuentemente a los cachorros. Una vez tu cachorro esté completamente vacunado los someterás a la interacción directa con otros perros de su entorno que sean de confianza, es decir, que sepas que no lo atacarán, después de esto deberás someterlo a la interacción con todos los miembros de la familia y finalmente puedes presentárselo a los vecinos o a familiares lejanos. De esta manera lograrás que tu terrier tibetano vaya ganando confianza con los extraños, lo cual balanceará su carácter en extremo desconfiado.
Adiestrando a un terrier tibetano
Como lo explicamos más arriba, el adiestramiento del terrier tibetano consta de felicitarlo cuando hace algo bien y llamarle la atención cuando hace algo mal. Por ejemplo, si lo pillas orinando el suelo del interior del hogar deberás decirle “no” e invitarlo a que salga. Si ves después que hace sus necesidades en el jardín puedes decirle “buen chico” y acariciarlo, aunque como es la primera vez que lo hace bien conviene que le des una golosina, así querrá repetir este comportamiento en otra oportunidad.
Entrenamiento de obediencia para el terrier tibetano
Al terrier tibetano le gusta aprender trucos siempre y cuando no sean monótonos y aburridos. Ten en cuenta que la atención de esta raza durará muy poco, por lo que cada sesión de entrenamiento deberá ser de 5 minutos como máximo y una hora de descanso antes de practicar de nuevo.
Las primeras veces que lo entrenemos deberemos contar con golosinas saludables, como bolitas de carne, pero también tendrás muy en cuenta el entorno, ya que en este no deberá haber ruido, otros perros, personas pasando o algo que le llame la atención a tu terrier tibetano, a fin de que lo único que mire sea a ti que le estas enseñando patrones de comportamiento nuevos.
Entorno Ideal
El terrier tibetano encaja con el estándar de perro semi-sedentario, ya que, aunque le guste estar tumbado vigilando, también es un perro al que le gusta mucho el salir a jugar y corretear cuando llega el momento de hacerlo. Además, se trata de un perro valiente que es capaz de salir a hacerle frente a un intruso, aunque es poco probable que lo ataque de manera física, delimitándose solo a la intimidación.
Sabiendo estas cosas se puede crear el perfil de entorno ideal para el terrier tibetano, el cual es el de uno en donde se pueda compartir la intemperie, pero también pueda estar cerca de las personas que ama, ya que también se trata de un perro dependiente, que debe ser atendido a diario con interacción verbal, juegos, salidas de paseo y otras actividades para mantener la relación con él fresca.
La intemperie la servirá para mantener el terreno completamente vigilado y así sentirse un perro útil en casa, sin embargo, es muy conveniente que este esté cercado para evitar que se escape tras el rastro de un perro invasor e incluso sea robado o se pierda después de decidir dar una caminata por su cuenta.
En el caso de que logre escaparse lo único que podría salvar a tu terrier tibetano de perderse es un collar con un Sistema de Posicionamiento Global (GPS) o un chip que cumpla la misma función, el cual es usado comúnmente en la Unión Europea por reglamento en cada perro.
Otro consejo que podemos darte en el caso de que no tengas acceso a dicha tecnología es que en su collar coloques una placa grabada la cual diga claramente el nombre del terrier tibetano, tu número de teléfono de casa y tu correo electrónico por si las moscas.
Si quieres que la posibilidad de que vuelva ti aumente entonces colócale un mensaje al dorso de la placa en el que explique que si lo ven suelto y errante en la calle te sea devuelto y a cambio les darás una buena recompensa.
Entrando de nuevo al tema del entorno ideal tenemos que el terrier tibetano necesita una cama en el interior y en el exterior del hogar, ya que si está afuera se entretendrá vigilando, pero se sentirá solo y desconectado de la familia, y si solo está adentro sentirá unas imperiosas ganas de salir que deberán ser suplidas cada cierto tiempo.
Colocándole un lugar en donde estar en ambos entornos se sentirá pleno, pero si no tienes un jardín entonces deberás sacarlo a pasear como mínimo unas dos veces al día, media hora en cada paseo.
Entorno perfecto del terrier tibetano dentro de casa
El lugar en el que colocarás la cama del terrier tibetano dentro de casa también debe contar con una serie de características, por ejemplo, al terrier tibetano le gusta estar dentro de casa para sentir la compañía de las personas que más quiere, por lo que el colocársela lejos de dónde se encuentran frecuentemente hará que abandone dicho lugar en donde se encuentra su lugar predeterminado para estar y preferirá tumbarse en el suelo, pero cerca de su familia.
Ahora, tampoco es conveniente colocar su camita en el mismo lugar que se desarrolla toda la acción en el hogar y además sea pequeño como, por ejemplo, en la cocina o en una habitación, lo que si es conveniente es ubicar esta cama cerca de este lugar, lo suficiente para que pueda escuchar a las personas hablar y también verlas directamente.
Entorno del terrier tibetano fuera de casa
Fuera del hogar su lecho debe estar en un lugar seguro, seco y libre de maleza. El dormir en el césped puede hacer que le piquen hormigas o peor aún, contraiga garrapatas o pulgas, por lo que deberás colocarle su cama en el piso de madera de la puerta trasera del hogar o en un lugar en donde haya piedras o un piso.
Además de esto debe contar con un techo para protegerse del sol y que tenga suficiente espacio para no fatigarse debido al calor ni que tenga que aguantar mucho frio. Lo ideal es que afuera cuente con una casa para perros, de manera que pueda abrigarse siempre que quiera o pueda salir si hace mucho calor.
Cuando recibas a tu terrier tibetano cachorro no olvides dotarlo de todos los juguetes que puedas ya que es un tipo de cachorro que le gusta morder todo lo que tienen delante y a su alcance.