Pastor de Tatra: Tu nueva mascota
Con un pelaje hermoso, blanco y muy denso este animal encanta por su porte y excelentes características físicas, pero se debe hacer énfasis en que ciertamente no es un perro para todos, pues su carácter requiere de cierta experiencia o asesoría.
El Pastor de Tatra es también conocido como The Tatra Sheperd dog debido a su traducción al inglés, llamándolo también como Polski Owczarek o Podhalanski.
Se le ha reconocido su origen en Polonia, específicamente en las montañas de Tatra, donde se le ha visto desde hace muchos siglos, aunque en realidad no se tiene la certeza de que sus inicios fueran de esta zona, pudiendo casi asegurar que proviene del Mastín Tibetano siendo al parecer una variante en color blanco.
A pesar de ser muy popular en el pastoreo no era conocido como una raza en particular al que se le agrupaba simplemente entre los perros pastores grandes, pero a partir del 1938 luego de muchos esfuerzos es que comienza a establecerse como un perro en su propia especie y empieza a aceptarse los patrones que lo determinan.
Sin embargo a raíz de las consecuencias de la primera y la segunda guerra mundial el Pastor de Tatra estuvo a punto de desaparecer, siendo víctima de los pocos insumos que se obtenían y sobreviviendo unos pocos ejemplares, de los que luego un grupo de aficionados tomo en selección para reconstruir la especie y promocionarla aumentando cada día su popularidad.
Este es un perro de buen tamaño, imponente y hermoso, su pelaje lo caracteriza manteniéndose blanco, medianamente largo y muy abundante, pudiendo confundirse fácilmente con la lana de las ovejas, debido a la reconstrucción de la raza perdió un poco de estatura y complexión física siendo ahora menos robusto pero igualmente fuerte y determinado llegando a medir entre los 60 cm a los 70 cm dependiendo de si es macho o hembra y pudiendo pesar aproximadamente los 60 kg.
Su temperamento es muy particular comportándose como un perro de protección de avanzada pues además puede combinar su fuerte carácter con su gran inteligencia haciéndolo actuar con mucha eficiencia y con mucha seguridad en sí mismo.
No es un animal de interiores, requiere de salir al exterior constantemente y poder correr, pasear o simplemente recibir luz solar, aire y hasta lluvia, con la moderación en lo que a su salud se refiere, y aunque si tolera estar por momentos dentro de la vivienda comportándose incluso correctamente muy pronto va a solicitar se le permita estar en su ambiente predilecto.
Su entrenamiento debe ir más basado en ganarse su respeto y en que entienda las normas familiares y el estilo de vida del hogar a que se aprenda algunas lecciones de memoria, que si bien pueden hacerlo en realidad lo ideal es que actúe por convicción, pues al haber aceptado el liderazgo de su amo y al haber comprendido la manera en cómo se desarrolla la vida en su núcleo familiar actuará en consecuencia haciendo incluso valer las normas a los que recién lleguen.
Esto hace que no sea considerado como una de las razas más obedientes ni mucho menos sumisa, no busca reconocimiento sino respeto, por lo que su trato debe combinar una mezcla de autoridad y aprecio, sin gritos ni maltrato pues perderá su estima.
A pesar de ello el Pastor de Tatra es una excelente mascota en el hogar siempre que sea tratado de buena manera y evitando que quiera convertirse en el líder de la manada, si consigue que esto no suceda será entonces un miembro del hogar muy afectuoso con los suyos y bastante protector, de hecho es tal su lealtad que tiende a veces a ser un poco invasivo.
Asimismo con los niños el Pastor de Tatra asumirá un posición especial siendo ellos los privilegiados en sus acciones, pero no del modo juguetón, sino del protector, los acompañará en todo momento y los cuidará como parte especial en su estima pero sin participar activamente, sino más bien relajado y vigilante, aunque a veces tratará de intervenir cuando considere que se encuentran en peligro.
Este animal necesita de mucha socialización tanto con otros humanos como con otros perros, sobre todo si no será destinado a ser el guardián de su hogar o de sus bienes, pues es muy territorial y celoso de los suyos a los que considera su manada, ya que cualquier agente externo es considerado por el como una amenaza, por lo que deberá tratar de incluirlo en la sociedad lo más pronto posible sacándolo a pasear y permitiendo que lo toquen y lo acaricien desde muy cachorro.
Hoy en día son reconocidas sus habilidades e inteligencia siendo usado como mascota de familia, como perro guardián y hasta como perro policía, aunque debe vigilarse su entrenamiento ya que su recelo con los extraños puede ser un conflicto al momento de su manejo, el que debe ser por guías responsables y con experiencia.
Historia y Origen
El origen real del Pastor de Tatra aún no es del todo confirmado por los especialistas en el tema, pero si se tiene la certeza de que es una raza realmente antigua debido a los fósiles que se han encontrado desde hace siglos, ubicándose incluso como un posible descendiente del Mastín Tibetano.
El Pastor de Tatra sin embargo, parece ser una variante con capa blanca de otras razas tomadas del sur de Polonia, por lo que ha recibido esta nacionalidad e incluso muchas traducciones en su nombre que hacen alusión a la zona de su descubrimiento y uso.
De acuerdo a los registros que se encuentran a lo largo de la historia se ha podido determinar que este perro desciende de Molosos, por lo que se cataloga dentro del grupo de los canes grandes y pastores blancos de las montañas de Europa, aunque luego de varios esfuerzos comienzan a aparecer los estándares para determinar y diferenciar a la raza.
Otro aspecto que si es totalmente certero es que el Pastor de Tatra goza de mucha popularidad como trabajador en las montañas de Tatra y en Polonia, siendo reconocido como uno de los mejores protegiendo el ganado, donde se diferencian a los pastores entre los que los guían y los que los cuidan.
Esta raza se encuentra ubicada en la categoría de protector, trabajo que realizan a la perfección pues además de combinar sus muchas habilidades son muy inteligentes y saben tomar decisiones por su cuenta, algunos dueños de estos ejemplares han comentado que cuando reconoce la presencia de un depredador el Pastor de Tatra suele esconderse en el rebaño para atacar directamente a aquellas amenazas, siendo muy efectivo en sus resultados.
Esta acción es reconocida por los amos como respuestas certeras e inteligentes que lo diferencian de otros pastores que tienden a actuar más impulsivamente y corren detrás de los predadores, pero el Pastor de Tatra no abandona su rebaño ni lo deja desprotegido, por lo que pareciera que prefiere atacar desde adentro.
Este hecho hace que muchos prefieran usarlos en grupos, ya que juntos tienen una gran ventaja sobre los lobos al quedarse algunos reguardando el rebaño y otros salen a perseguirlos con el propósito de alejarlos más que el de atacarlos, pues no son animales de buscar confrontaciones a menos que tengan que responder de manera inevitable.
A pesar de sus muchas apariciones y amplio uso y reconocimiento durante muchos años, siglos inclusive, el Pastor de Tatra no termina de ser diferenciado como raza hasta el 1938 cuando se le incluye entre los perros pastores.
Sin embargo, la primera y la segunda guerra mundial causaron efectos infortunados en la raza, dejándola a punto de extinguirse, pues bien es sabido que durante esa época las casas de cría y muchos criadores de animales dejaron de percibir recursos para mantener los programas de cría e incluso a sus propios perros, dejando a muchos en el abandono, pudiendo proteger solo a unos pocos.
Afortunadamente alrededor del 1960 algunos aficionados de la raza en colaboración con el FCI lograron reavivar el programa de cría e iniciaron una selección muy cuidadosa en los ejemplares que habían sobrevivido para poder escoger a los mejores logrando restaurar la raza con muy leves diferencias en comparación con sus antecesores.
Es así como a mitad de la década de los 70 la raza comienza a ganar nuevamente popularidad especialmente en su tierra de origen y ya para la década de los 80 se podían encontrar en varias partes del continente europeo como también en Estados Unidos y Canadá.
Actualmente hay aproximadamente 3000 pastores de Tatra registrados en todo el mundo, ubicándose por supuesto mayormente en Polonia donde según los últimos datos hay alrededor de 600 ejemplares, en esa zona sigue siendo usado en el pastoreo a lo cual las estadísticas indican que para abril del 2001 al menos 150 habían sido vistos cerca de los rebaños y como perro guardián en áreas rurales.
Asimismo, en las últimas décadas el Pastor de Tatra ha aparecido a lo largo de toda Europa, especialmente en Francia, Holanda y Alemania, obteniendo cada vez más popularidad, llegando al continente Americano en exportaciones hechas hacia Estados Unidos, donde según las últimas cifras obtenidas se estima que hay más o menos 300 ejemplares siendo usados también para ahuyentar a los coyotes.
Hoy en día el Pastor de Tatra tiene algunos usos más, en los que ha asumido también un buen servicio, como el de perro policía, actividad para la cual se debe seleccionar a los ejemplares más inteligentes y entrenarlos desde cachorros pero que ha dado buenos resultados, igualmente ha sucedido cuando se le elige para ser usado como perro guardián y muy sorpresivamente el excelente desempeño y adaptabilidad que han manifestado al ser adoptados como mascotas, que aunque requieren dueños con experiencia y carácter han podido establecer lazos muy fuertes y leales con los humanos.
Características de la raza
Apariencia.
El pastor de Tatra es un perro grande, fuerte y compacto, su apariencia es poderosa, sus proporciones dan la sensación de tener forma de rectángulo, aunque las hembras suelen ser más largas que altas, está ubicado en el FCI en el Grupo 1, correspondiente al de perros pastores y boyeros, en la sección número 1.
Tamaño.
El pastor de Tatra tiende a mostrar una buena diferencia en cuanto al tamaño de las hembras y los machos, incluso la más alta de ellas no iguala en estatura al más bajo de ellos o como máximo lo nivela, por lo que pueden distinguirse con las siguientes alturas:
Machos: Entre 65 cm a 70 cm.
Hembras: Entre 60 cm a 65 cm.
Peso.
Debido a que son animales grandes y compactos llegan a pesar entre los 45 kg a los 60 kg, variando en función a su tamaño, su sexo y las actividades diarias o nivel de ejercitación que mantiene en su rutina.
Cabeza.
Su cráneo es mediano, y su bóveda posee un perfil un poco convexo con el surco en la frente ligeramente notorio, la depresión naso frontal es muy marcada y su cabeza es proporcionada aunque delgada, la que nunca lleva totalmente arriba sino medianamente tanto en acción como en reposo.
Región facial.
EL rostro del Pastor de Tatra guarda las proporciones correctas con su cabeza y tamaño, su trufa es mediana de color negro sólido sin ninguna despigmentación, y con las ventanas suficientemente abiertas, su hocico es fuerte con la base ancha que va disminuyendo sin llegar a terminar en punta, el surco de la frente es muy suave.
Sus labios son apretados y pintados en color negro sin despigmentaciones, la dentadura es generalmente en forma de tijera aunque algunos ejemplares la llevan en forma de pinza sin ningún problema.
Ojos.
El Pastor de Tatra tiene los ojos implantados debajo de su frente sobre el hocico, son ovalados con una ligera caída hacia el extremo que mira a las orejas, son pequeños a medianos y tienen un suave delineado en negro que hace que se vean más grandes de lo que en realidad son, su iris es color pardo oscuro y nunca deberían ser claros, su expresión es dulce y denota sabiduría.
Orejas.
Visto de frente se ubican ligeramente más arriba que los ojos, y un poco más abajo que la línea del cráneo, tienen forma triangular aunque muy redondeada al extremo, tienen una longitud media, llegando hasta el medio del hocico, son móviles, ligeras y cubiertas de pelo corto.
Cuerpo.
El cuerpo del pastor de Tatra es macizo y rectangular, por lo que son más largos que altos, su espalda es recta y posee un lomo amplio, su pecho es profundo con las costillas planas e inclinadas, su cuello es mediano, no posee papada, y siempre lo lleva por encima de la espalda.
Sus patas tanto las anteriores como las posteriores son fuertes y musculosas, con huesos ligeros pero bien desarrollados y buena sensación de ser aplomados, sus pies son compactos y ovalados, lo que le genera buen agarre al trote y elegancia en su movimiento.
Cola.
La cola del Pastor de Tatra es de inserción mediana baja, ubicado por debajo de la línea de la espalda, la puede llevar enroscada y levantada o la deja caer y alcanza aproximadamente el corvejón, es muy peluda y en ocasiones parece un plumero.
Pelaje.
Este es uno de los puntos que más caracteriza al Pastor de Tatra, el que le da mayor rareza y también mayor belleza, teniendo la particularidad de poder confundirse con la lana de las ovejas y pasar desapercibido cuando se encuentra con ellas, lo que le da la ventaja al momento de protegerlas de las amenazas que las acechan.
Posee una doble capa de pelo, la interna diseñada para ayudarle contra el frío y proteger su piel y la externa que también lo protege del clima y le ayuda a desarrollar su trabajo, compuesta principalmente de proteína, la que le ayuda a mantenerla fuerte y brillante.
La longitud de la misma varía en función a donde se encuentre ubicada, siendo corta y densa en el hocico, cráneo, y parte delantera de las extremidades, asimismo posee un poco de ellos entre los dedos de las patas, pero es mucho más larga en el tronco y sobre el cuello.
Generalmente su capa es bastante abundante en todo el cuerpo, es recto o muy levemente ondulado, es un pelo duro y no debe sentirse nunca suave al tacto ni rizarse.
Color.
El Pastor de Tatra debe ser siempre de color blanco sólido en todas las partes de su cuerpo, sin manchas ni matices crema, sólo debe poseer otro tono en los labios, trufa y borde de los ojos siendo esto en tonalidad negra sin tonos mezclados.
Comportamiento con otros perros
Estos perros poseen una personalidad un tanto dominante, no por la fuerza sino por su inteligencia, llegando a ser muy imperiosos, ayudado en parte por su tamaño y contextura, lo que hará que naturalmente quiera sentirse como el líder o el responsable de la protección de su manada considerando que es él quien debe llevar las riendas, actitud que sin duda heredan de la conciencia de sus antecesores pastores.
Este hecho hace que necesiten ser socializados constantemente desde muy cachorros, siendo la mejor estrategia a tomar en el control de su temperamento, aunque cabe destacar que el Pastor de Tatra no es un perro agresivo, es fuerte, sereno, rudo y valiente pero casi nunca comienza una pelea y de esos pocos casos que lo ha hecho casi siempre ha sido en función a lo que él considera un motivo de peso.
Cuando está bien socializado y crece con sus hermanos o en grupo se comporta bastante bien sobre todo cuando alcanza la etapa de adulto, es medianamente juguetón en su etapa de cachorro pero esta necesidad se controla cuando alcanza la adultez en la que tiende a tomar una actitud sobreprotectora especialmente si sus compañeros son razas más pequeñas o si llegan al hogar otros cachorros.
Trabajan igualmente bien solos o acompañados, pudiendo organizarse de manera natural muy fácilmente ubicándose cada uno en su lugar y determinando cuáles de ellos van a salir a ahuyentar a los lobos o amenazas o cuales se quedarán a cuidar el rebaño.
En realidad su comportamiento con otros perros va a depender únicamente de la manera como se le eduque, pues naturalmente no son muy sociables entre ellos teniéndoles un poco de recelo, pero es un animal muy inteligente y puede adaptarse muy bien a su entorno, aunque debe tener en cuenta que no es un can para incluir en juegos con otros animales.
Es bien sabido que los perros actúan en función a sus instintos y que el de preservación de su vida es uno de los más dominantes por lo que casi siempre tienen respuestas asociadas a su auto protección, pero el Pastor de Tatra combina esta actitud con la de cuidar a su rebaño, el que una vez separado de su madre y adoptado para ser mascota asocia que ese tropel es su nueva familia humana por lo que también responderá en consecuencia cuando sienta que ellos están amenazados.
Sin embargo con todo y su territorialidad y sobreprotección no son animales agresivos ni bravos, su actitud es observadora y amenazan, ladran, intimidan pero en muy raros casos pelean o muerden, pudiendo incluso apaciguar su ímpetu con el correcto entrenamiento y mucha, mucha socialización.
El apareamiento del Pastor de Tatra
Afortunadamente esta raza no posee enfermedades asociadas a su reproducción, lo que hace que el éxito de las camadas dependa de los factores que atañen a sus necesidades como la correcta alimentación, buen clima, vacunas y buena ejercitación, además de las visitas periódicas al veterinario.
Naturalmente el Pastor de Tatra responde al celo de la hembra, la que presentará sus períodos de manera regular y sin muchos problemas hormonales por lo que calcular el próximo celo y la posible fecha de parto es muy posible si es bien asesorada por su veterinario el que analizará su ciclo y determinará cuáles son los momentos correctos.
En este sentido es muy probable que su especialista le aconseje esperar a que su hembra deje pasar uno o dos sangrados antes de embarazarla garantizando que sus órganos estén fortalecidos y hayan culminado su proceso de madurez, igualmente sucede con el macho el que es recomendable dejarlo llegar hasta el año y medio antes de hacerlo montar a una compañera para que sus espermatozoides tengan la fuerza suficiente para poder fecundar.
Si desea que su Pastor de Tatra tenga una camada con los patrones correctos de su raza y a la vez proteger la salud de su mascota es también buena idea llevarlo a los clubes de aficionados de la especie o solicitar su asesoría al momento de ubicar una buena pareja y de establecer el programa de cría que deberá llevar a continuación.
Una vez que su perra esté embarazada debe llevarla al veterinario para que pueda evaluar las condiciones de su estado, saber cuántos cachorros vienen en camino y que condiciones nutricionales requerirá la futura madre, determinando si pueda necesitar vitaminas o alterar la dieta con la que se alimenta tratando de evitar que padezca de sobrepeso pues es contraproducente al momento del parto.
No se puede dejar pasar la recomendación de ubicar buenos hogares para los próximos cachorros en cualquiera de las modalidades que desee darlos en adopción, pues es responsabilidad de todos que estas razas se mantengan en el tiempo y con buena calidad de vida.
Dieta y alimentación
Uno de los mitos más generalizados en cuanto a la alimentación de los perros grandes es que ellos requieren demasiada comida en comparación con razas más pequeñas, lo que no es del todo cierto, puesto que los perros de menor tamaño tienen un metabolismo muy acelerado y requieren también de varias dosificaciones de comida por lo que es básicamente lo mismo tener un Pastor de Tatra que cualquier otra raza toy en cuanto al presupuesto a invertir se refiere.
Por su parte estos perros pasan por tres etapas diferentes en cuanto a los requerimientos de su alimentación, que son divididos entre su edad de cachorros, adultos y senior o ancianos, lo que hace que se tenga que diferenciar la cualidad y cantidad de la comida al menos tres veces a lo largo de su vida.
Es por ello que cuando son cachorros requieren de una alimentación que les provea de todos los nutrientes suficientes para ayudarles en su crecimiento el que cambia cuando son adultos, que en este caso por ejemplo, necesitan menos calcio y fósforo y más proteína e hidratos de carbono, asimismo cuando ya entran en la etapa de vejez es recomendable suministrarles alimentos de alta digestibilidad y de rápida absorción, lo que puede ser indicado por el veterinario de su preferencia.
Además, hay un factor considerable en la manera como digieren los alimentos los perros de esta raza y es que pueden llegar a sufrir de torsión gástrica, siendo importante que sea monitoreado por su especialista y que le ofrezca las cantidades apropiadas sin excederse de modo que su Pastor de Tatra pueda asimilar los alimentos con mayor facilidad.
Proteínas
Las proteínas son esencialmente la base en la que debe girar la alimentación de Pastor de Tatra, debido en gran parte a que lo mantienen satisfecho y son la mejor fuente de aminoácidos necesarios para el crecimiento de sus músculos, fortaleza en su sistema óseo y hasta en la belleza de su pelaje, el que se forma en mayor porcentaje de este componente tendiendo a volverse quebradizo y frágil con su poca ingesta.
Sin embargo, cabe recomendar que aunque estos animales son unos carnívoros muy flexibles y pueden consumir casi todo lo que deseamos proveerle, hay algunos platos que no necesariamente se convierten en una buena opción, como es el caso de los subproductos de proteína, entre los que entran las patas de pollo por ejemplo, los que a pesar de ser más económicos no aportan la calidad necesaria pudiendo incluso causarles problemas estomacales.
Asimismo debe considerar que la mejor posibilidad es la de darle carne de animal, vacuno u ovino, como protagonista del plato, acompañándolo con una menor cantidad de proteína de origen vegetal.
Vegetales y Carbohidratos
En esta gama se encuentra una gran variedad de opciones que deben incluirse pues terminan de ofrecerle a su Pastor de Tatra los componentes que necesita en su formación y mantenimiento además de mantenerlo lleno.
Sin embargo se debe vigilar que sean naturales, por ejemplo, los carbohidratos le ofrecen una buena dosis de energía ya que se convierten en glucosa, pero no deben provenir de harinas prefabricadas.
Croquetas
Con el Pastor de Tatra todo se basa en adaptación, por lo que las croquetas pueden ser una excelente opción si se escogen adecuadamente, ya que aunque bien es cierto que el hecho de que la comida para su mascota se encuentre lista para servir es una gran ventaja sobre otra tipología alimenticia, también es importante saber seleccionar el ideal.
En este sentido la gran variedad de marcas que hay en el mercado han diversificado sus productos y los han organizado de manera que podamos ubicar a nuestro can en tamaño y edad, algunas incluso han incorporado algunas necesidades nutricionales particulares.
Sin embargo, hay que leer bien el empaque y asegurarse que contenga todos los componentes que comería con el tipo de alimentación casera referido, es decir, que se base principalmente en proteína animal con un menor porcentaje de proteína vegetal y sin los subproductos de este tipo, así como que incorpore vegetales, carbohidratos y minerales.
Asimismo puede seleccionar aquellos que tengan las croquetas de buen tamaño de manera que el Pastor de Tatra pueda masticarlas con comodidad, siendo preferibles las secas pues no tienden a quedarse pegadas en su dentadura como las conservas.
Proceso de Transición
El Pastor de Tatra es un perro rutinario, que una vez adaptado a un estilo alimenticio se mostrará un poco renuente a aceptar un cambio repentino, por lo que si se presenta la necesidad de modificar su dieta bien sea desde la comida casera hacia los piensos o al revés deberá pasar por un período de transición.
Básicamente esta es una etapa que tiende a durar entre los cinco a siete días, que se basa en ir incorporando poco a poco un tipo de comida sobre otra y cambiar las proporciones hasta que prevalezca la nueva.
Salud y cuidados generales
El Pastor de Tatra es un perro muy resistente, que debido a sus fuertes trabajos anteriores ha desarrollado la particularidad de tener su capa y su piel casi invulnerables a los cambios climáticos.
Se puede decir que es autolimpiante, ya que se mantiene mucho tiempo en buenas condiciones por la dureza de su pelaje y porque él procura extraer de sí aquello que lo molesta, sin embargo, si requiere de la colaboración de los humanos para no verse desaliñado ni tener mal olor con el tiempo.
El Cepillado
Este proceso es necesario para mantenerlo en buen estado, el que debe tener una regularidad frecuente pudiendo hacerse cada tres o cuatro días, con dos tipos de cepillo, primero uno ancho de cerdas gruesas con puntas redondeadas y luego un peine de cerdas separadas.
Sin embargo siempre es importante evitar hacerle daño, por lo que es recomendable que primeramente se le haga una revisión manual y visual, en la que al tacto se inspeccione que no se hayan formado nudos en su pelaje, pues halarlo con el peine además de ser doloroso puede romper su piel, lo que evidentemente generará una respuesta defensiva.
En tal sentido vigile las áreas donde tiene mayor cantidad de pelo y donde lo posee más largo, pudiendo también aprovechar para revisar que no tenga escondidos parásitos como las garrapatas que por tener mayor contacto en los exteriores es propenso a adquirir.
El temperamento del Pastor de Tatra hace que tenga que recibir estas atenciones desde muy pequeño, constantemente y de preferencia por su dueño o familia cercana con la que comparte día a día, entendiendo que no es muy apto a relacionarse fácilmente con extraños.
Asimismo, el pastor de Tatra tiende a generar un proceso de muda a comienzo de los meses con mayor temperatura como a finales de primavera e inicio de verano, para poder adaptarse y tolerar el clima, por lo que es probable que deba cepillarlo casi todos los días para ayudarlo a retirar el pelo muerto y evitar que lo deje por todo el lugar.
Limpieza de sus Dientes
Dependiendo del tipo de alimentación que le provea va a requerir una mayor o menor frecuencia en el cepillado dental, puesto que, por ejemplo, las comidas húmedas, caseras o en conserva tienden a quedarse pegadas con mayor facilidad que las croquetas y por lo tanto a producir sarro más rápidamente y por consiguiente generar halitosis.
En este sentido es prudente limpiarle los dientes a su pastor de Tatra al menos una o dos veces por semana de manera de ayudarlo también a evitar que pierda sus piezas de manera prematura.
Limpieza de ojos y orejas
Las orejas de Pastor de Tatra por ser colgantes y tapar el conducto casi constantemente hacen que se le acumule cera, por lo que regularmente puede revisarlas y limpiar con un trapo humedecido en aceite muy gentilmente, procure nunca hacerlo con jabón ni con agua pues puede causarle infecciones o molestias.
Asimismo es necesario también limpiar el borde de sus ojos con suma delicadeza con un trozo de tela humedecido sólo con un poco de agua para retirar posibles insectos pequeños o sucio en general.
El Baño
Este proceso debe hacerse con menor asiduidad que las anteriores, ya que el Pastor de Tatra tiene una doble capa en su interior más pequeña tipo lanita que desaparece con el baño y se restituye a los tres o cuatro días, dejando en ese período su piel directamente desprotegida, por lo que los baños deben hacerse generalmente por necesidad, pudiendo programarse en un tiempo espaciado entre seis a ocho semanas, tratando también de hacerlo coincidir con la etapa de muda.
En cuanto a la manera como debe practicarse es recomendable primero cepillarlo para retirar pelo muerto, eliminar nudos y sacar cualquier elemento extraño que pueda retirarse sin necesidad del jabón, luego es conveniente ubicar un espacio cómodo en el que pueda tener control sobre él sin que se sienta acorralado, su tina puede ser una buena opción, procure no hacerlo al aire libre a menos que el clima lo permita.
Una vez allí trate de mojarlo abundantemente y aplicar el jabón desde el cuello hacia abajo, nunca en el rostro, verifique que no le quede ningún espacio sin lavar y que el champú entre a la piel, luego enjuague con suficiente agua en repetidas ocasiones, es importante que se asegure que no le quede ningún componente químico en la piel, séquelo con una toalla, permítale que se sacuda y aplique un secador con temperatura tolerable.
La Salud del Pastor de Tatra
Estos animales son bastante sanos y resistentes, padeciendo básicamente de las enfermedades propias que afectan a todos los perros de su tamaño, como la displasia de cadera y en algunos ejemplares se puede llegar a desarrollar torsión gástrica producto generalmente de una mala alimentación.
Su expectativa de vida es de 10 a 12 años de longevidad.
Cómo entrenar, educar o adiestrar un perro pastor de Tatra
El Pastor de Trata es un animal con un carácter muy interesante, el hecho de ser inteligente y tener una amplia capacidad de decisión lo hace ser un perro con mucha autoestima pero a su vez requiere del afecto de sus dueños, formando fuertes lazos afectivos con ellos y tratando de protegerlos y complacerlos en todo momento, lo que puede jugar a su favor a la hora de establecer las estrategias de adiestramiento apropiadas para él.
A pesar de que el Pastor de Tatra es bastante grande y tiende a generar cierta intimidación por su contextura, su temperamento no es para nada agresivo con los humanos, aún y cuando muestra cierta desconfianza con los extraños, por lo que su educación, especialmente si va a ser usado como mascota familiar, deberá ir abocado a una rutina intensa de socialización.
Cuando empezar a entrenar al Pastor de Tatra
Estos cachorros desarrollan una personalidad muy fuerte rápidamente, por lo que es preferible no separarlos de su madre hasta que al menos tengan las ocho semanas de vida cumplidas, pues esta etapa se puede definir como sus primeros indicios de socialización.
Una vez que es separado de su madre su camada deja de ser la de sus hermanos biológicos y pasa a ser la de su familia humana, por lo que se mostrará juguetón y rápidamente adaptado especialmente si se le da el cariño apropiado, pero es de reconocer que el Pastor de Tatra madura muy rápido y justo desde su llegada debe mostrarle las reglas de la casa.
Sin embargo, puede esperar a que cumpla los cinco meses de vida para comenzar a enseñarle lecciones básicas, las que deben ir seguidas de otras con mayor complejidad paulatinamente, haciendo que su entrenamiento se pueda extender hasta casi el año y medio o dos años dependiendo de las actividades que planifique para él.
Adiestramiento ideal para el cachorro Pastor de Tatra
Los perros de esta raza pueden llegar a causar una sensación muy distinta a lo que en realidad son, pues aunque grandes, ladradores y recelosos, son también muy dulces con su familia humana, de la que se consideran como el mejor protector que puedan tener y que cualquier acto de menosprecio o maltrato por su parte puede causarle una profunda afectación.
Por su parte, pueden también tomar decisiones por su cuenta sin esperar a la aprobación de sus dueños otorgándole un aspecto en su carácter que requiera de cierta autoridad en la que vea que su amo puede llevar las riendas de la manada mejor que lo haría él y para ello se debe tener fortaleza y liderazgo.
Por todo esto el adiestramiento del Pastor de Tatra exige una combinación entre una fuerte voz de mando, respeto y amor, tratando de usar el refuerzo positivo de la mejor manera y evitando los castigos.
Quizás esto pueda llegar a hacer que aquellas familias o dueños que lo adopten sin la previa experiencia en la educación de esta raza o en otras con temperamentos parecidos, requieran de la ayuda o asesoría de profesionales o si lo prefiere puede también inscribirlo en los clubes o institutos de su confianza en el que sepan valorar su personalidad y fortalecerla de la mejor manera, además de enseñarle a mantener los códigos de conducta apropiados.
El contexto del entrenamiento
Una vez que su pastor de Tatra tenga la suficiente madurez para recibir un entrenamiento formal debe proceder brevemente a tomar en cuenta una serie de consideraciones que le ayudarán a que esta educación se fije de una manera más rápida y efectiva.
Estos perros son muy inteligentes y tienen una buena capacidad de concentración, actitud que sin duda heredan de sus ancestros los que debían estar muy pendientes de la seguridad de sus rebaños, lo que hace que su entrenamiento no se haga muy complicado en ese aspecto y más aún si se selecciona el lugar y el momento correctamente.
En este sentido, es aconsejable que revise primero las posibilidades en cuanto al espacio en el cual le aplicará las lecciones, pues es ideal que no tenga mucho contacto con personas ajenas y que aporte cierta intimidad entre usted y su Pastor de Tatra, ayudándolo a evitar que se concentre en otros elementos que distraigan su atención.
No importa que sea un espacio alejado de su vivienda o no, de hecho puede ser incluso su jardín si éste le aporta esa privacidad y si no es considerado por su cachorro como su área de juegos, lo importante también es que le otorgue la superficie adecuada para que su pastor de Tatra pueda desarrollar todas las ordenes que tiene planificado enseñarle a lo largo de su vida.
Asimismo planifique sus sesiones con una lección por día, sin importar si las aprende en menor tiempo que el pautado (el que no debe exceder de 30 minutos con un descanso intermedio) en tal caso trate de reforzarla, lo importante es que su cachorro no se confunda ni se aburra.
Comportamiento con los Humanos
El Pastor de Tatra así como es un perro hermoso e imponente también tiene una personalidad tan fuerte como su apariencia, por lo que su comportamiento con los humanos va muy condicionado a una buena etapa de socialización y contacto con la vida cotidiana.
No es un perro agresivo ni amenazante, sino más bien distante, vigilante y reservado, pero si se le adopta y convive con el núcleo familiar lo más cercano posible considerando sus necesidades, éste asumirá una relación tan estrecha con ellos que llega incluso a incomodar en ocasiones.
No es un perro faldero, no manifiesta demasiada necesidad de atención o cariño, es decidido, inteligente y seguro de sí mismo, por lo que es ideal para las familias que deseen un perro que acepte sus afectos pero sin demandarlo en exceso.
Son del tipo protector, lo que consideran es su principal función en el hogar, el que por su alto sentido de territorialidad va a defender con suma vehemencia, lo que también es recomendable procure dominar un poco en su etapa de entrenamiento para evitar que se descontrole.
La comunicación con el Pastor de Tatra
A pesar de su fortaleza, el Pastor de Tatra responde efectivamente al buen trato, le gusta hacer sentir feliz a sus humanos y mantenerlos en lo que considera bajo su cuidado, tal como si fueran su rebaño, pero del que también necesitan respeto, amor y atenciones moderadas.
Tal como sucede con casi todas las razas, el pastor de Tatra no entiende el lenguaje hablado de los humanos, pero si puede desarrollar la habilidad de leer en nuestro lenguaje facial y corporal.
Comportamiento con los niños
Esta raza es excelente con los niños, a los que sin duda los coloca en una posición privilegiada en su estima, con los cuales pueden pasar varias horas sin cansarse, pero, no son precisamente los mejores compañeros de juegos, pues su personalidad no es de ese tipo, que aunque si podrá tolerar unos minutos de entretenimiento pronto tomará otra posición más vigilante.
En este sentido el Pastor de Tatra muestra una cualidad sobreprotectora con ellos, a los que parece ver como el objeto de su amparo, por lo que los acompañará mientras se distraen pero en actitud observadora, sin embargo es importante estar al pendiente porque esta condición lo hace intervenir cuando no es necesario causando molestias en los niños y alguno que otro incidente.
De hecho en muchos casos el jefe del hogar deberá mostrar su posición de líder de la manada y hacer que se retire cuando se le debe reprender o amonestar a los infantes, para evitar que intente defenderlos y robar autoridad.
Comportamiento con extraños
Este es uno de los principales aspectos por lo cual se recomienda darle mucha socialización a los cachorros de esta raza, pues son bastante desconfiados de los extraños, a quienes incluso considera como entes amenazantes de su familia, sin embargo no son agresivos y más allá de mostrar una actitud observadora no actuará de mala manera a menos que de verdad se manifieste un riesgo para los suyos, en el caso opuesto simplemente ignorará a los visitantes una vez que hayan aprobado su examen.
Es por ello que si decide adoptarlo para permanecer como mascota en su hogar deberá procurar mantenerlo socializado, que haga visitas a zonas públicas y que desde cachorro tenga contacto con sus familiares vecinos y amigos de manera de que entienda que debe tolerar a aquellos que no viven con él.
Fidelidad del Pastor de Tatra
Aunque no necesariamente son perros de un solo dueño y pueden llegar a respetar a otro con el tiempo y adaptación, pero sí forman una estrecha relación con su primer guía y su primera familia, por lo que en el caso de que infortunadamente requiera darlo en adopción o al cuidado de otros es aconsejable que primero pase por una etapa de reconocimiento o transición.
El Pastor de Tatra es un perro muy activo que necesita sol, frío, campo, jardines o cualquier espacio donde pueda salir a ejercitarse, por lo que necesita una vida activa en la que diariamente tenga la posibilidad de jugar o correr.
No es un animal doméstico, aunque puede tolerar los momentos de calma en compañía de sus dueños no es propicio para ser una mascota hogareña a menos que su familia pueda ofrecerle buena cantidad de posibilidades en el exterior.
Trabajos del Pastor de Tatra
Por el buen equilibrio que manifiestan y su capacidad de concentración han podido ser entrenados como perros policía, pero en realidad hay otras razas que se desempeñan mejor en esa función sobre todo porque no terminan de superar del todo su recelo ante los extraños siendo necesario que se asigne al mismo guía por mucho tiempo.
Sin embargo son excelentes pastores, muy buenos guardianes por su desarrollado sentido de territorialidad y si son bien socializados son muy lindas mascotas.
Entorno ideal
El Pastor de Tatra es un animal robusto acostumbrado por naturaleza a la vida en exteriores, resistente al clima y con gran cantidad de energía, lo que no lo convierte en una buena opción para la ciudad ni mucho menos para espacios cerrados o reducidos.
Su necesidad de ejercitación puede convertirse en un inconveniente si se adopta para vivir en interiores, por lo que precisa de un buen espacio continuamente a disposición para que pueda salir a distraerse.
Asimismo tiene un timbre bajo en su ladrido y un tono muy fuerte, que aunque no son de las razas más ladradoras, cuando lo hacen afectan considerablemente por la potencia con lo que lo hacen, pudiendo molestar a los vecinos en el caso de no haber sido entrenados y aun así.
Son extremadamente territoriales, a un punto casi obsesivo en ellos, lo que ha llevado a ser considerados como buenos perros guardianes, además de que el tipo de capa que poseen puede protegerlos de climas muy fríos o de los días calientes del verano con la misma capacidad.
Evidentemente por el tipo de pelaje y por su procedencia no son aptos para ser adoptados a vivir en zonas con climas tropicales durante todo el año, pudiendo hacer que, en el caso de que sobrevivan, su manto pierda los elementos que más lo caracterizan y deje de ser tan denso y grueso como se le conoce para adaptarse al clima caliente, además de mantenerse más tiempo en reposo cambiando aspectos de su personalidad.
Lo ideal para el Pastor de Tatra es vivir en zonas rurales, como mascota debe contar con grandes jardines cercados o con espacios amplios donde sea llevado a ejercitarse, como perro de trabajo su vida y felicidad está en las montañas.
El Pastor de Tatra en exteriores
Este animal literalmente necesita del exterior para ser feliz y desarrollarse correctamente tanto física como mentalmente, por lo que no debe obviarse en ningún momento, siendo entonces valioso reconocer que el Pastor de Tatra no es una mascota para todos.
Sin embargo, es de tener en mente que, aunque tenga ese historial en su ascendencia y sea muy apto por sus cualidades físicas para mantenerse afuera, también como su dueño y responsable de su salud y calidad de vida, debe reconocer que su mascota tiene el derecho de ser tratado con respeto y consideración.
Por lo que es aconsejable que vigile que su Pastor de Tatra tenga las condiciones propicias, en el que deberá preparar el espacio planificado para él al momento de su llegada.
Usualmente esta actividad se hace para la mayoría de las mascotas en el interior de la vivienda logrando mantenerlas con mejor salud y armonía, pero los perros de esta raza necesitan de la combinación de ambas, en el que pueda sentirse bien acomodado en ambas zonas.
En este sentido puede optar por preparar una casa para él en el jardín, bien sea prefabricada o hecha a mano en el sitio, las que generalmente son de tablas de madera, un poco elevadas del piso para prevenir que la alcance la humedad del suelo, con un techo sólido y resistente y con buenas posibilidades de acceder a limpiarla.
Esta debe poseer el tamaño suficiente para albergarlo en la etapa adulta y ser de fácil acceso para que pueda seguir acomodándose en ella en la vejez con todo y sus posibles dolencias, obviamente su uso vendrá dado por una etapa de adiestramiento continuo en la que el cachorro entienda que ese espacio está hecho para su conveniencia y que hace más felices a sus dueños si lo usa como se le enseña.
Asimismo es ideal ubicarle un espacio seco y techado donde colocar su tasa de comida y de agua, en el que se acostumbre a ingerir los alimentos a las horas acostumbradas y vigilar que no consuma grandes cantidades de agua especialmente luego de comer o ejercitarse para no contribuir con malestares provenientes de la torsión gástrica a la que tienden a padecer por ser animales de gran tamaño.
Muchos dueños tienden a usarlo como perros guardianes, lo cual es una buena opción siempre que no menoscabe su integridad y calidad de vida, en todo caso lo mejor sería optar por métodos más modernos y dejar a su mascota para otras actividades más saludables.
El Pastor de Tatra en interiores
El hecho de que se acomode perfectamente en el exterior no significa que no pueda pasar algunas horas dentro del hogar en compañía de sus humanos, de hecho logran adaptarse a estos momentos logrando mantenerse calmados y callados hasta que se retiran casi siempre por decisión propia o solicitan que se les saque a pasear.
Es por ello que siempre va bien planificar un espacio de permanencia dentro del hogar, en el que posea un colchón y algunos juguetes de manera que lo use a discreción y se evite que intente adueñarse de todas las áreas que le plazcan en el lugar.