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Comportamiento del Cane Corso con los Humanos

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Comportamiento del Cane Corso con los Humanos

Los perros italianos de raza Cane Corso son también perros de familia que están siempre a la espera y con el deseo de obtener mimos y cariños, lo que los convierte en los ideales para ser integrados al núcleo familiar.

El cane corso pertenece a una raza dócil, inteligente y protectora, es por esto que son los perros ideales para ser los guardianes de la familia. Su comportamiento es respetuoso, leal y obediente con sus dueños, aunque tienden a ser un poco territoriales e incluso dominantes, por fortuna, esto se puede adaptar con el adecuado adiestramiento a temprana edad.

Comportamiento con los adultos

El cane corso es un perro seguro e imponente, que establece un vínculo rápido y estrecho con su familia. Por tanto, llega a ser distante con los desconocidos o visitantes de la casa, aunque rara vez es agresivo. Mantienen su posición y buscan el respeto a su lugar en todo momento.

Con los adultos de confianza es un cachorro leal, fiel y amigable, protector en todas las situaciones y un gran compañero. Son inteligentes y comprenden las instrucciones fácilmente durante el entrenamiento; incluso se entusiasman cuando acompañan a sus dueños a actividades de deporte y ejercicio físico.

En relación a juegos y momentos de diversión, el cane corso es divertido y cariñoso, lleno de energía para jugar con los adultos y con los niños, especialmente al aire libre, aunque en casa con los adultos, es un cachorro respetuoso y equilibrado.

Comportamiento con los niños

El cane corso es una mascota segura para los hogares que tienen niños pequeños. Lo ideal seria que se trate de un perro bien entrenado para la convivencia y la vida en el domicilio desde temprana edad. Este perro llega a participar del cuidado de los niños, con quienes se comporta como una mascota dócil, tolerante y cariñosa.
Siempre se recomienda la presencia de un adulto cuando los niños, especialmente los más pequeños, estén jugando con el cane corso, a modo de cuidado especial. Los pequeños de la casa también deben ser educados para tratar a sus animales con respeto y gentileza.

Para la correcta interacción del cane corso con todos los miembros de la familia resulta muy importante la exposición a temprana edad a muchas personas y ambientes, en el proceso de socialización, que le permita acostumbrarse a las situaciones, y crezca como un animal gentil, educado y seguro, sin miedo a los visitantes o a los niños, y que tolere bien los momentos de permanecer solo en casa.

Cuando el cane corso no recibe estos cuidados apropiadamente, puede tornarse un perro miedoso, temeroso e incluso ser desconfiado y agresivo.

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