Acariciar a tu perro es una muestra de cariño muy estimada y valorada por nuestras mascotas, no hay nada que ellos disfruten más que esas demostraciones de amor y afecto que sus dueños tienen con ellos, los perros, en su gran mayoría de razas, son animales sociables, cariñosos y apegados a las familias, que sencillamente adoran las caricias y las muestras de afecto, así que el trabajo de aprender a acariciarlos, será una tarea sumamente sencilla.
El demostrar muestras de cariño y afecto hacia nuestras mascotas es una manera de sana de crear un vínculo emocional y mejorar la relación con tu perro, acariciarlos, darles cumplidos y atender sus necesidades, son quizás los cuidados básicos que todo perro necesitará al vivir con su familia adoptiva.
Cuando acaricias a tu perro, los beneficios son enormes, y van mucho más allá de la mejora emocional que esto representa. Con las caricias, el perro se relaja y su organismo libera endorfinas, así como otras sustancias hormonales que producen una disminución de la presión arterial, reducción del estrés y de cuadros de ansiedad o agitación.
Tan solo con dedicar unos pocos minutos de tu día para esta interacción con tu can, ayudas a que su comportamiento sea más dócil, pasivo y sociable, eliminas el nerviosismo que en ocasiones pueden sentir los perros frente a determinadas situaciones, y además mejoras su salud.
Las caricias relajantes en zonas específicas de tu cuerpo, además ayudarán a aliviar el estrés y las tensiones, ansias, necesidades de hiperactividad y demás que puedan evidenciarse en el can. Los perros, por su parte, valoran especialmente el contacto con las personas y responden con agradecimiento y caricias también.
Sin embargo, es preciso conocer ciertos detalles para asegurar que la forma en cómo acaricias a tu perro es la correcta, es decir, que no le causas ningún dolor o tensión y que estás estimulando los puntos necesarios para que se relaje. Tienes que hacer de la experiencia de acariciar a tu perro, un momento gratificante y valorizado por ambos.
Lo primero que debes hacer es escoger el momento adecuado, preferiblemente, luego de un largo día de trabajo, al caer la tarde, y sentarte relajadamente, invitando a tu perro a que se siente junto a ti. Es buena idea colocar en el suelo, una toalla o una manta sobre la cual se acueste el perro.
Para acariciar a tu perro, la técnica correcta consiste en utilizar la palma de la mano y los dedos, en una actitud firme aunque relajados, debes pasar la mano por todo el cuerpo de tu perro y lentamente comenzar a recorrer de la cabeza a la cola. Masajea con los dedos las capas de pelo del perro, con movimientos sutiles y suaves, ve profundizando para masajeas músculo y hasta hueso. Cuando pases por las orejas, realiza el masaje en movimientos circulares, e igualmente lo harás cuando pases la mano bajo la barbilla, por el cuello y por las axilas.
Algunas precauciones que debes tomar al acariciar un perro contemplan el valorar la agresividad del perro, y si su comportamiento permitirá tan interacción. Todo lo referente a ladridos, gruñidos, tensión corporal, o posiciones de defensiva y rechazo, indican que el perro no va a colaborar durante la realización del masaje.
Es bueno que al momento de realizar el masaje para tu perro, ambos estén sentados a un mismo nivel, que le dé al perro una sensación de mayor confianza y comodidad. Ten en consideración que muchas veces, las caricias y masajes serán dirigidos a un área específica que puede ser más placentera, algunas zonas que son adecuadas para acariciar a tu perro. Los puntos para dar las caricias son detrás de las orejas, en el pecho, la parte final del lomo.